L as iglesias de todo el mundo necesitan ayuda... pero esta no siempre es exactamente de carácter espiritual.
Conozca a los reformadores –el reverendo Anthony, el reverendo Kevin y el Dr. Jerry– y acompáñelos cuando recorren Estados Unidos en busca de iglesias que necesitan un empujón para ordenar los problemas derivados de la falta de conocimiento que suele imperar entre gente muy bien intencionada en los caminos de Dios, pero con poco conocimiento en marketing y finanzas.
Es así como este cómico trío va de iglesia en iglesia o de congregación en congregación, donde se encuentra más de un alma abatida y desconcertada al ver que los frutos de sus oraciones no se ven traducidos en edificios más agradables, como deberían serlo, máxime si se toma en cuenta de que son los recintos destinados a alabar al Señor.
Los ejecutivos de NatGeo produjeron, con gran suceso, la primera temporada de este reality show de seis episodios, que cuenta las correrías de estos tres particulares redentores, quienes recorren Estados Unidos en busca de iglesias y organizaciones religiosas que están urgidos de reformas.
En una de las primeras entregas, por ejemplo, un pastor de la Freedom Biker Church llama a los renovadores de iglesias para que le ayuden a aumentar la cantidad de fieles que vienen a la iglesia y así poder mantenerse a flote.
Tras una sesuda inspección, el trío se percata de que los sermones del pastor son aburridos, él no tiene dotes de mando y no cobra diezmo, por lo que la iglesia está zozobrando por falta de ingresos.
Duro de resolver, parece, pero no para estos consultores celestiales, quienes idean un plan: el pastor recibirá cursos de empoderamiento para aumentar la confianza en sí mismo y atraer más fieles, pero no se trata de aburridas terapias corporativas. Es aquí donde entra el ingenio del trío salvador, pues entre otras “terapias” lo hacen departir con un grupo de parroquianos habituales a un bar, quienes se destacan por la retórica de sus tertulias, y también lo entroncan con un entrenador de fútbol, para que le dé consejos de liderazgo.
Entretanto, ellos mismos motivan a los fieles para que entre todos colaboren a restaurar la iglesia. Sobra decir que el último día, el pastor no solo regresará con el ánimo y la personalidad remozadas, sino que, finalmente, explotará de gozo al ver lo hermosa que quedó la nueva iglesia.
La cereza del pastel es el espectacular sermón que ofrece, mientras que los consultores se enrumban, satisfechos, a su próxima intervención divina.
“Con humor y corazón, la serie lleva el género de extreme makeover a una dimensión totalmente nueva”, dijo Mike Duffy, uno de los productores, en el sitio oficial de NatGeo.