Clásicos de Tele: El Pequeño Saltamontes no pierde su vigencia

Un nostálgico“western del este”. La cadena ABC sorprendió a los telespectadores de los 70 con una ingeniosa serie, “Kung Fu”, que inmortalizó al fallecido actor David Carradine y que mezclaba con acierto la acción de los western y la reflexión de la cultura oriental.

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David Carradine era de todo un poco: actor, director, músico y compositor. Pero, para sus fieles seguidores, será siempre Kwai Chang Caine, el Pequeño Saltamontes en la legendaria serie televisiva Kung Fu , de los años 70.

Se le venera en el mundo entero como una obra muestra, porque supo mezclar en forma eficaz e increíble el género del western con el misticismo del este.

El actor estadounidense atribuyó el rotundo éxito del espacio que lo hizo famoso a que, esa vez, se diera la apertura de lazos de Estados Unidos con China.

No se cansaba de repetir en sus entrevistas que el impacto se reflejó en la pantalla chica cuando Occidente se encontró con Oriente, con el apretón de manos de Richard Nixon y Mao Zedong, sus máximos líderes políticos. Y años antes, cuando la cultura hippie adoptó la medicina alternativa y la filosofía oriental.

Todo en sintonía con su estilo de vida nada materialista. “Huyo de las pertenencias”, dijo el actor californiano, que laboró con directores como Martin Scorcese, Hal Hashby y Ingmar Bergmann.

Para quienes crecieron junto a sus aventuras, Kung Fu se centraba en Kwai Chang Caine, el monje chino shaolín de personalidad apacible, de pocas pero profundas palabras. Tenían grandes destrezas en las artes marciales, que viajaba en el Viejo Oeste estadounidense, en busca de su medio hermano, Danny Caine.

Frecuentemente, se enfrentaba sin armas y desenmascaraba a todo tipo de personajes, que eran racistas, hostiles o pervertidos administradores de la ley.

A más de 40 años desde que se estrenó, la serie se transmite todos los días en el canal de la nostalgia, la cadena de cable Turner Classic Movies (TMC), y deja claro la profunda carga de misticismo oriental que tuvieron 62 episodios y un piloto, en tres temporadas, entre 1972 y 1975.

La ingeniosa serie exhibía en una notable técnica de cámara lenta en las secuencias de combate y en los recuerdos del joven Caine sobre la disciplina y la enseñanzas en el Templo Shaolin –de vida sencilla, libre de ambiciones–, dirigido a estudiantes y discípulos, por parte del maestro Kan y del maestro ciego Po.

La serie cambió la vida de sus espectadores. Y es que Kwai Chang Caine decía frases célebres y sabias como: “No busco conocer las respuestas, sino entender las preguntas”, “el hombre debe vivir su vida como su destino disponga” y “solo le pertenezco a alguien: a mí mismo”. O como decía el viejo monje: “ignora la lengua que ofende, esquiva el golpe provocador, huye del asalto del fuerte”.

Así el salvaje oeste tenía un nuevo pistolero sin pistola, que se caracterizaba por hacer el bien y resolver los enredos.

Bruce Lee en el banquillo.

Nació bajó el nombre John Arthur Carradine, pero se dio a conocer en el espectáculo como David Carradine, miembro de una destacada dinastía de actores de Hollywood, que incluía a su padre, John, y dos medio hermanos, Keith y Robert.

David fue, en su juventud, uno de los pioneros del movimiento hippie norteamericano. Y renegó la actuación hasta que empezó a escribir de música para el teatro. Inició su carrera cinematográfica en 1964, pero ocho años después fue cuando alcanzó la fama en Kung Fu .

El papel que a David lanzó al estrellato y lo encasilló toda la vida, el de Kwai Chang Caine, también llamado el Pequeño Saltamontes por su maestro Po, se lo ofrecieron primero a Bruce Lee, el célebre actor chino, el más grande del siglo XX y un experto en el arte del Kung Fu.

Pero los productores descartaron a Lee porque sus rasgos eran demasiados asiáticos para hacer de chino; en su lugar seleccionaron a Carradine, porque calzaba mejor con el estereotipo de su personaje, al tener rasgos más occidentales.

Kwai Chang Caine también fue interpretado por dos actores. De niño lo hizo Radames Pera, hoy de 52 años y propietario de una firma que instala sistemas de cine y televisión en casas; y de adolescente por Keith Carradine, medio hermano de David y quien con 63 años sigue ligado a las series en la pantalla pequeña.

No pasó lo mismo con Keye Luke, quien hizo del inolvidable maestro Po, y Phillip Ahn, el severo pero bondadoso maestro Kan. El primero falleció en 1991, de un derrame cerebral a los 87 años; y el segundo murió en 1978, a los 72, por complicaciones sufridas en una operación.

Varios artistas famosos que hacían sus primeros pasos en la actuación aparecieron en Kung Fu . Jodie Foster (tenía solo 11 años), Harrison Ford, Leslie Nielsen, Don Johnson , William Shatner, Sondra Locke y el cantante José Feliciano.

El final y las secuelas.

La legendaria serie se convirtió en un verdadero fenómeno de masas, que le valió a David ser nominado al premio Emmy, de la televisión estadounidense.

Pero todo se desvaneció rápidamente y fue cancelada al final de su tercera temporada, debido a su baja audiencia, aparte de que el actor renunció a su protagonista, al pensar que no podía seguir adelante tras sufrir varias heridas y que deseaba relanzar su carrera en el cine.

Carradine repitió su papel en un telefilme, de mediados de los años 80, y volvió a aparecer en el relanzamiento del programa en los 90, que se llamó Kung Fu: La leyenda continúa . Consistió en 84 episodios, transmitidos de 1993 a 1997, pero que no alcanzó el éxito de la original.

En el 2014, se prepara un largometraje de Kung Fu , basado en la pauta del viejo programa, que empieza a filmarse el próximo verano en China, a cargo del actor y director estadounidense Bill Paxton.

Después de Kung Fu , su carrera en la actuación se estancó y por 20 años estuvo en filmes de bajo presupuesto. El cineasta Quentin Tarantino lo resucitó y escribió para él un personaje de asesino, en Kid Bill: Volúmen I (2003) y Kid Bill: Volúmen II (2004), junto a Uma Thurman.

No tuvo demasiada suerte en el amor. Se casó cinco veces y se divorció cuatro; dos de sus esposas, Gail Jensen y Marina Anderson, fueron actrices. La última fue Annie Bierman, entre el 2004 ye el 2009, y registró tres hijas y cuatro hijastros.

Mientras rodaba Strecht , su enésimo filme de artes marciales, apareció muerto trágicamente, a los 72 años, en la habitación de un hotel en Bangkok, Tailandia. Ahí nació una leyenda que atraía por el carisma de las artes marciales y la introducción a las filosofías orientales.

Pese a que la serie original finalizó en junio de 1975, Kung Fu nunca desapareció de la mente de sus seguidores. Hoy sigue atrayendo a nuevos fans , hijos de los antiguos espectadores de la serie, pues todos se cautivan por esa mezcla de aventura y misticismo, donde la acción no quita espacio a la reflexión. Y el Pequeño Saltamontes no pierde su vigencia.