Clásicos de Tele: Aventuras en ‘La Isla de Gilligan’

La Isla de Gilligan es el naufragio más seguido en la historia de la pantalla chica. Un grupo de inadaptados personajes se atascó en una isla del Pacífico, luego de una tormenta que los obligó a parar en una isla desconocida y abandonada. Y de ahí no han salido...

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Aquel paseo de tres horas, en el pequeño barco turístico S. S. Minnow, con el capitán, su ayudante y cinco pasajeros, parecía tranquilo y sin contratiempos. Pero todo cambió en el tour , al venirse una fuerte tormenta.

El navío colapsó y el accidente fue inevitable, en el Océano Pacífico. Y la tripulación se varó en una isla tropical, desierta y desconocida, a 480 km de Hawái (EE. UU.). Ninguno de los siete lo podían creer cuando lograron despertarse en la playa, pero prometieron que harían todo lo posible para regresar a la civilización.

Mientras no lo logren, tendrán que sobrevivir juntos en el islote hasta que llegue “el milagro” que aún esperan.

Este prólogo, que estuvo acompañada por una contagiosa balada, fue la antesala de las simpáticas y graciosas aventuras, surgidas en los años 60 y convertidas en un clásico de la tele en Estados Unidos y el mundo: La Isla de Gilligan .

La cadena CBS fue la que apostó por este espacio cómico, novedoso y original, que cinco décadas atrás duró unas tres temporadas y 98 capítulos, del 26 de setiembre de 1964 al 4 de setiembre de 1967.

Fue creado por Sherwood Schwartz, a pesar de la resistencia inicial de los ejecutivos de la televisora. Curiosamente, el apellido del comediante principal, Gilligan, lo halló en un directorio telefónico. Después convenció a la CBS al proponer muchísimas situaciones y enredos que enriquecieron los guiones.

Al inicio, la prensa calificó el espectáculo como “el más estúpido que jamás haya salido al aire”, pero luego creció en popularidad en las siguientes décadas. Hoy Gilligan es reconocido como un ícono cultural de los norteamericanos y una serie de culto el buena parte del mundo.

El elenco original.

Cada semana, niños y adultos se “sumergían” en los años 60 a contemplar las aventuras que ocurrían alrededor del genial y, a la vez, torpe e inocente Gilligan (Bob Denver nació para interpretarlo), un joven marino, protagonista de la historia, por las reiteradas metidas de pata que evitaban que se diera el rescate.

Junto a Gilligan estaba el capitán del barco, el regordete Jonas Grumby (Alan Hale Jr.), un bondadoso hombre con dotes de líder. Denver y Hale habían protagonizado series televisivas en los 50 y 60.

Hubo dos figuras para complacer a la audiencia masculina: Ginger Grant (Tina Louise), glamorosa estrella del cine, fusión entre Lucille Ball y Marilyn Monroe; y Mary Ann Summers (Dawn Wells), la bella y dulce granjera de Kansas, la única con habilidades domésticas para cocinar sus pasteles de crema de coco.

Antes de este papel, Wells fue coronada Miss Nevada en 1959 y representó en 1960 a su estado en el Miss América, que se hizo en Atlantic City, Nueva Jersey. Y Louise, por su parte, había empezado su carrera como actriz de cine en 1955.

Completaban el “equipo” Thurston Howell III (Jim Backus) y su esposa, Eunice Lovey Wentworth Howell (Natalie Schafer), dos ricachones con una abundancia no muy útil en la isla, y el obsesivo y distraído Roy Hinkley (Russell Johnson), un profesor que enseñaba física en un colegio. Sus conocimientos científicos eran esenciales para ser rescatados.

En el primer año, Johnson y Wells fueron eliminados de los créditos y solo decía “...y todos los demás”, en la letra de La balada de isla de Gilligan . Pero, en el segundo año, Bob Denver convenció a los productores para que corrigieran la omisión y dieran su lugar a estos íconos.

Natalie Schafer era una antigua y sólida actriz teatral de Broadway y del cine, en roles de mujeres atractivas y sofisticadas. Jim Backus, su esposo en la serie, tuvo una larga y constante carrera de 50 años en Hollywood; fue el papá de James Dean en un clásico del cine, Rebelde sin causa (1955); destacó en el filme El mundo está loco, loco, loco (1963) y dio la voz del personaje de Mr. Magoo (de 1964 a 1977).

Johnson, mientras tanto, tuvo un pasado en los 50 como actor de ciencia ficción y el villano de varios westerns .

Los actores se llevaban bien y tenían buena química, felices con sus personajes y por la fama alcanzada, al punto de que superaron a su principal competidor de la cadena ABC: Los locos Addams .

Pero luego hubo tensiones tras bastidores, como un enfrentamiento con Tina Louise, quien nunca se adaptó a sus deberes y amenazó con abandonar el programa, pues no toleraba ser la actriz secundaria de un show cuyo gran protagonista era “un tonto”.

El programa se canceló abruptamente cuando faltaban dos capítulos para finalizar el tercer año, razón por la cual quedó inconcluso. No se hizo un episodio final, hecho que deprimió a los actores. Seguía siendo muy popular, pero había perdido una considerable audiencia y no se le renovó para su cuarta temporada.

Las peleas en el set provocaron que Tina Louise no quisiera aparecer en las secuelas que se hicieron para la televisión. En el filme El rescate de la isla de Gilligan (1978), Judith Baldwin aceptó sustituirla e hizo de Ginger, un rol que repitió en Los naúfragos en la isla de Gilligan (1979).

Hubo otras reposiciones en la tele, series animadas, obras musicales, lanzamientos en DVD y apariciones en varios programas, como Guardianes de la Bahía , Alf y Los Trotamundos de Harlem .

¿Dónde están ahora?

Cinco de los “pasajeros naúfragos” ya fallecieron: Jim Backus de neumonía, a los 76 años en 1989; Alan Hale Jr. de un fallo respiratorio después de una batalla con el cáncer de tiroides, a los 68 en 1990; Natalie Schafer igual de cáncer, a los 90 en 1991; Bob Denver por complicaciones de un tratamiento de cáncer, a los 70 en el 2005; y Russell Johnson, el último de ellos, quien a los 89 años murió de insuficiencia renal, el pasado 16 de enero.

Schafer tenía 62 años cuando hizo la serie y fue legendaria la discreción sobre su edad: pocos le creían que nació en 1912. Su verdadero natalicio, 1900, se conoció hasta después de su muerte.

Ella fue una multimillonaria en la vida real por sus inversiones inmobiliarias, que legó a su compañera de reparto, Dawn Wells, al cuidado de sus perros y a un hospital para el cine y la televisión.

Bob Denver fue locutor de radio y se varó en la isla. El cómico nunca superó la fama del simbólico papel de la figura que lo inmortalizó. Lo mismo les sucedió a los demás miembros del elenco original.

¿Ginger o Mary Ann?

De la entrañable teleserie, Dawn Wells y Tina Louise son las únicas protagonistas que quedan con vida.

Los seguidores de ambas en la isla siempre terminaron comparándolas, acerca de quién era más bella o talentosa. Y Dawn sacó una camiseta con una boleta que dice, ‘¿Ginger o Mary Ann?, el dilema final’, para que sus fans se decantaran por una o la otra. “Yo siempre gano, con el 91 % de los votos”, resaltó Wells.

Durante la serie, Dawn recibía cada semana más cartas de sus seguidores, entre 3.000 y 5.000, mientras que Louise pudo haber conseguido de 1.500 a 2.000.

Tina probó suerte como actriz dramática, pero no pudo quitarse de encima la imagen de la sexy Ginger, ya que los directores no le creían sus escenas trágicas; todas tenían un toque de comedia.

Lo anterior molestó a Louise haciéndola rechazar cualquier insinuación sobre el personaje. Actualmente, Tina tiene 80 años, radica en Nueva York y todavía está muy activa en la industria.

Por su lado, Dawn Wells se distanció mucho de Louise, al punto de que tienen años de no hablarse. A sus 74 años, la intérprete de Mary Ann lleva una exitosa carrera teatral, con 66 producciones. Vive en Driggs, Idaho; allí da clases de actuación y posee una línea exclusiva de ropa para las personas discapacitadas.

En el documental Sobrevivir a la Isla de Gilligan (2001), Dawn reconoció la alegría que le produce que la reconozcan y revivió una reunión con una efusiva seguidora en una isla de la Polinesia, quien le gritaba: “¡Mary Ann! ¡Mary Ann!”.

“Somos amados en todo el mundo. Cincuenta años después de su inicio, la serie ya se tradujo a 30 idiomas. Y el hecho de ser recibidos con amor en todas partes, es algo muy bonito”, rememoró Wells en el diario The Vancouver Sun.

Aquella canción de “siéntese a escuchar el relato de un viaje fatal...” caló en un público fiel. La Isla de Gilligan hizo reír cuando el marinero lo estropeaba todo en el último momento.

Gilligan, el Capitán, el millonario y su esposa, la actriz de cine, Mary Ann y el Profesor, estarán siempre asociados a sus roles. Llenaron los tiempos de una ávida niñez que los añora, pero que aún sigue vigentes por las nuevas generaciones de adeptos que se les unieron.