No deja de ser irónico que una cadena tan conservadora en sus noticiarios como Fox sea la abanderada de la contestataria animación para adultos estadounidense. De todo hay en los reinos del faraón Rupert Murdoch.
Casa de algunas de las series animadas no infantiles más exitosas de todos los tiempos – Los Simpson , Padre de familia, Futurama, American Dad , El rey de la colina –, Fox desde el 2011 es también el hogar de una familia que vende hamburguesas. Una familia ordinaria, sin mascotas parlanchinas ni vecinos estereotipados.
El día a día de los Belcher es la carne de Bob’s Burgers , serie que ha crecido en popularidad y aplausos con el paso de los años. Para muestra, su mejor botón: en el 2014 se le premió con el Emmy al mejor programa de dibujos animados, galardón al cual ya había aspirado en el 2012 y en el 2013.
Después de años de (inexplicable) espera, Fox finalmente emitirá el espacio en América Latina, por medio de su malcriado hijo menor, FX. Esta semana, la serie hará ahí su debut, con más de 80 episodios por delante para disfrutar.
La normalidad de los Belcher aturde: Bob es un ‘restaurantero’ que le apuesta el todo por el todo al sabor de sus hamburguesas. El bigotón comerciante está tan seguro de la calidad de sus recetas que se convence de que aquello compensa sus evidentes carencias en servicio al cliente.
Las finanzas del negocio son manejadas por su esposa, Linda. La pareja tiene tres hijos: Tina, Gene, y Louise. La mayor es una excéntrica voz de la razón; el del medio es puro entusiasmo, mientras que la menor es la que manipula al resto de la familia... igual que en cualquier otra casa.
Bob’s Burgers es una serie para adultos distinta: no tiene malas palabras ni lenguaje “incorrecto” o “inapropiado”. Este es un programa contra el cual los censores no han podido levantar un dedo. Entonces, ¿cuál es su gracia? Precisamente eso, la normalidad.
Una familia trabajadora, competitiva, cuyas excentricidades son las mismas que se viven en cualquier casa de clase media pulseadora. Aquí no hay secretos, todo está a la vista. La vida ya de por sí da risa y ahí está la salsa de las hamburguesas de Bob.
Bon Appétit .