Una hora cada domingo es suficiente para revivir la elegancia de una era en la que los seres humanos empezaban a disfrutar de la posibilidad de volar rápidamente alrededor del mundo.
Durante ese espacio, un grupo de cuatro aeromozas uniformadas de azul le ofrece un vistazo al mundo de la Guerra Fría, a los primeros pasos del movimiento de la liberación femenina y a la búsqueda de una carrera y un destino propios.
Los años dorados de la aviación y las vidas de las primeras asistentes de vuelo reviven en Pan Am, la nueva propuesta televisiva de la cadena ABC.
Un estricto tratamiento visual y un elaborado trabajo de vestuario y escenografía llenan de romanticismo la pantalla chica y convierten la propuesta en una de las producciones más caras de la temporada de otoño.
De hecho, solo el episodio piloto de Pan Am le costó a la cadena un monto estimado de $10 millones, de acuerdo con datos publicados por la revista The Hollywood Reporter.
La cuantiosa inversión, así como las altas expectativas con respecto a la evolución de la trama, le han permitido mantenerse al aire y sobrevivir las primeras cancelaciones de la programación nueva.
Imagen femenina. Pan Am se une a una nueva tendencia de programas inspirados por el ascenso de la mujer en la cultura y la televisión estadounidense. Este cambio se refleja en proyectos liderados por singulares personajes femeninos.
“Hace cinco años me di cuenta de que había muy pocas historias sobre mujeres jóvenes que viajaban juntas y se convertían en buenas amigas”, comentó Nancy Hult Ganis, productora ejecutiva del programa y una antigua aeromoza de Pan Am, a la revista Wired.
Desde antes de su estreno, el proyecto acaparó discusiones sobre la imagen femenina proyectada por las aeromozas. ¿Son las protagonistas mujeres hermosas, sin sustancia y listas para complacer al hombre o son aventureras dispuestas a vestir un uniforme para explorar nuevas posibilidades?
Maggie Ryan (Christina Ricci), Kate Cameron (Kelli Garner), Laura Cameron (Margot Robbie) y Colette Valois (Karine Vanasse) son mujeres con perfiles muy diferentes, pero con una gran voluntad para obtener lo que quieren.
Pese a las cualidades intelectuales o la esmerada educación de algunas de las protagonistas, las aeromozas sigue sujetas a parámetros machistas.
Todas las aeromozas debían cumplir con exigentes estándares de belleza. Ninguna solicitante con una estatura menor a 1,58 metros era considerada para el puesto. De igual manera, una supervisora se encargaba de velar por el peso de las jóvenes antes de cada vuelo.
No solo se esperaba un ejemplo de elegancia y soltura para conversar, moverse y realizar las mútliples tareas de una tripulación de vuelo, las chicas debían mantener, en todo momento, una sonrisa en sus rostros.
El código de vestimenta debía seguirse al pie de la letra y las mujeres debían someterse a pesajes y revisiones completas para asegurarse de que portaban la ropa interior adecuada.
Los zapatos altos, las faldas ajustadas, el maquillaje perfecto y la eterna sonrisa podría alertar a cualquier feminista radical y hacerla dudar de la capacidad de empoderar de esta forma a una mujer.
Sin embargo, el elenco recomienda no juzgar el libro por su llamativa presentación.
“El sexismo en Pan Am es un malentendido y la aclaración (de esta idea) es de hecho lo que me atrajo de este papel” , explicó Christina Ricci a la revista Tv Line.
La actriz también destacó la importancia de viajar para las jóvenes en la década de los años 60.
“Volar es algo tan excitante para estas mujeres. Nosotras estamos tan emocionadas como los mismos pasajeros. Tan pronto como alguien vea 10 minutos el programa, el error (del machismo) desaparecerá. En realidad, tiene un gran mensaje para niñas y jóvenes”, afirmó.
Si bien el programa despliega mujeres financieramente independientes e involucradas en roles poco tradicionales, aún es demasiado pronto para determinar el carácter de sus protagonistas.
La trama del programa y los personajes todavía se encuentran en una etapa embrionaria. Los pocos vistazos que hemos apreciado en los primeros tres episodios dan indicio de personajes que podrían tomar rumbos interesantes.
“Tomen las historias secundarias, agréguenle el drama del amor, la pérdida, las desapariciones y el peligro; remuévalo con locaciones exóticas como Berlín, Mónaco y Río de Janeiro y tendrán un coctel lleno de sabor”, dijo Nancy Dewolf, crítica de The Wall Street Journal tras el debut del programa.
La respuesta del público será decisiva para determinar si las mujeres de azul se convertirán en las nuevas heroínas femeninas o en un cliché más.
Vuelo al pasado. La nostalgia es el ingrediente clave en el guion de la serie. La propuesta presenta los vuelos como un acontecicimiento social, donde las damas y caballeros utilizan trajes completos en lugar de los típicos pantalones de mezclilla.
La serie recupera el mismo periodo histórico del premiado drama Mad Men. Sin embargo, de acuerdo con la crítica, recuerda hechos y momentos a través de una mirada mucho “más ingenua”, que como lo hizo el proyecto estelar de la cadena AMC.
La escenografía y el vestuario son las grandes estrellas de la serie y ayudan a resaltar la elegancia y el romance de esos años. Ni siquiera los críticos más severos pueden desprestigiar el detallado trabajo de producción.
“La sección de apertura (de la serie) que gira alrededor del vuelo inaugural del avión Majestic de Pan Am tienen un par de imágenes cuya dimensión te roba el aliento. Las tomas de un taxi amarillo corriendo por Park Avenue (en el centro de Nueva York) hasta el edificio de Pan Am, la calle adornada de automóviles antiguos, la toma aérea de un helicóptero acercándose al rascacielo y cada edificio en el horizonte de la Manhattan de 1963, están hermosamente recreados”, observó Matt Zoller de la conocida revista Salon.
El realismo de la serie se debe en parte a Hult Ganis, quien pasó horas investigando sobre la compañía y recolectando historias y fotografías de exempleados. La productora espera reflejar temas más profundos como la participación de la aerolínea en la Guerra de los 60 días y en conflictos en África.
Objetos de culto. Las asistentes de vuelo de la aerolínea estadounidense representaban una fantasía para hombres y mujeres. Por este motivo, ambos han sido retratados en la cultura pop y los accesorios de la aerolínea son perseguidos por coleccionistas y seguidores de la moda.
La extinta Pan Am se mantiene viva en medio de objetos tan diversos como adornos navideños, viejos afiches, tazas de porcelana, encendedores o los broches alados de la tripulación que pueden alcanzar un precio superior a los $2.000 en sitios de subasta en Internet.
Las reproducciones de los bolsos de viaje con el logo de la compañía, iguales a los que Los Beatles utilizaron durante su visita a Estados Unidos en 1964, son vendidos por más de $100, en Amazon.
De igual forma, las piezas del uniforme de las aeromozas son subastados en el sitio eBay por más de $3.000.
No obstante, el precio de estos recuerdos podría subir vertiginosamente gracias a la elegante exhibición del uniforme que hace el elenco de la serie.
Pan Am se transmite todos los domingos por la cadena ABC, en el canal 74 de Cabletica y en el 76 de Amnet.