‘Autopsia de un Tiranosaurio’: Bienvenidos a la morgue cretácica

Nat Geo estrena esta noche un viaje al interior del organismo del dinosaurio más popular del mundo: el Tiranosaurio Rex

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

¿ Quién no sabe a estas alturas qué es un Tyrannosaurus Rex ? A diferencia del resto de sus congéneres dinosaurios, el T-Rex tiene un lugar privilegiado en la historia de la cultura popular, como un monstruo carnívoro con el único afán de depredar a los más débiles (incluyendo personas en inodoros, como en Jurassic Park ).

Para ver el especial que tiene planeado Nat Geo para este domingo, hay que empezar por quitarse esos prejuicios audiovisuales. Autopsia de un Tiranosaurio inaugurará este domingo la Semana Jurásica: un especial de estrenos diarios hasta el 12 de junio.

La autopsia empieza mostrando al rey de los dinosaurios cómo solo sale al final de las películas: muerto.

La cosa se pondrá gore de ahí en adelante. Lo que se verá es algo que nunca antes se ha visto en ninguna película o serie de televisión, sus tripas completas y, además, litros de sangre.

Considerando que la norma es que el dinosaurio desangre a su víctima, el cambio dialógico es notable. Alrededor del animal se reunirá un grupo de cirujanos veterinarios y paleontólogos, dispuestos a destazar y explicar al público cada uno de sus tejidos y cada órgano.

El paleontólogo Steve Brusatte forma parte del grupo que se ensucia las manos; también forma parte del grupo que colaboró a traer a la vida (o a la muerte) el espécimen de Tiranosaurio. La experiencia lo ha inyectado de adrenalina y por teléfono suena tan entusiasmado como cualquier otro ñoño de los dinosaurios.

Según dice, con la paleontología es fácil realizar difusión educativa porque “todo el mundo ama los dinosaurios”. En su carrera ha escrito más de 60 artículos científicos, cinco libros para entusiastas de dinosaurios y se ha convertido en consultor para la marca BBC Earth y para la película del 2013, Caminando con Dinosaurios.

Esta última experiencia con la televisión la describe como la recreación “más precisa” que se ha hecho del T-Rex: “Este programa le va a mostrar a la gente cómo eran los dinosaurios cuando eran animales vivientes: cómo eran sus dientes, cómo digerían su comida, cómo se reproducían. Cuando la gente piensa en el T-Rex, no lo imaginan como un animal sino como un monstruo”.

En efecto, el Tiranosaurio que van a desmembrar es monstruoso (mide 13 metros de largo, calculen que eso mismo mide el famoso fortín de Heredia), pero no es un monstruo.

La descripción que hace Brusatte no es la de un reptil enorme, escamoso y poco inteligente, como antes enseñaban los libros de ciencia en las secundarias. Menciona que, a diferencia del villano de Jurassic Park , el T-Rex de este programa tiene visión con percepción de profundidad y no puede perseguir un jeep con la velocidad de un felino: es tan rápido como cualquier otro animal de su tamaño y peso lo sería.

El T-Rex que han construido para abrir sin asco y estudiarlo con paciencia fue rellenado con las apreciaciones científicas de quienes han dedicado su vida a desempolvar huesos hasta sacarles la historia encerradas en las fibras de 66 millones de años de antigüedad. El tejido de sus órganos se descompuso hace mucho tiempo, pero Brusatte dice que los fósiles dan pistas de cómo se pudo ser el sistema digestivo, la potencia con la que funcionaban sus pulmones o cómo operaba su cerebro.

El equipo de científicos de Nat Geo ha tenido que ir adivinando el color de su cuerpo, el tamaño y forma de su corazón palpitante y la forma de sus ojos.

En papel, la idea suena tan romántica que nadie imaginaría que la experiencia ofrecida es una disección tan sangrienta como cualquier otra. Al segar el abdomen saltan los chorros de sangre, los órganos se relajan de la carcaza de su abdomen y caen al piso donde los científicos los toman y los describen frente a la audiencia.

Si CSI tuviera su propia versión del periodo cretácico, Autopsia de un Tiranosaurio sería la emocionante secuencia en la morgue, con acercamientos extremos a lo que es imperceptible al ojo humano. Brussart tiene razón después de todo: no ha habido antes otro producto audiovisual de este tipo,

“ Después de Jurassic Park salieron muchos programas de tele y películas sobre dinosaurios. Pero las historias se añejaron, las tramas se convirtieron en historias sobre gente yendo a museos y dinosaurios generados por computadora. Esto es algo que no se ha hecho antes: es el renacimiento de los dinosaurios en los medios de comunicación”, asegura con convicción. 1