Es un reto particularmente complicado escribir sobre la nueva temporada de American Horror Story . El sexto ciclo de la serie, producida por la cadena estadounidense FX, llegará a la pantalla chica envuelta en mucho más misterio y sombras de lo usual.
Bien lo saben los seguidores de la serie: cada temporada explora un tema distinto, con su propio contexto físico y temporal, sus propios personajes y sus propias preguntas; cada temporada, también, cuenta una historia individual, con principio, desarrollo y conclusión. Eso sí, todas han contado con el miedo y el horror como cualidad homogénea.
Durante el primer año de la serie, la historia se concentró en una familia que se muda a una casa nueva, en la ciudad de Los Ángeles, California, durante el 2011. La casa está embrujada: la habitan los fantasmas de sus antiguos ocupantes, fallecidos tiempos atrás.
La segunda temporada se concentró en un hospital de Massachussetts, durante el año 1964; cuenta el relato de los pacientes y empleados de un asilo para delincuentes psicóticos. El tercer ciclo se desarrolló en Nueva Orleans, en el 2013, cuando un aquelarre –un grupo de brujas– que se enfrenta a sus enemigos, que buscan destruirlo.
Al siguiente año, la serie volvió a viajar al pasado. La cuarta temporada, ambientada en Florida durante el año 1952, cuenta la historia de uno de los últimos freak shows –circo de fenómenos– de Estados Unidos. Finalmente, la quinta temporada, que se estrenó en octubre pasado y se extendió hasta febrero del 2016, regresa a Los Ángeles, esta vez en el año 2015, y se concentra en los huéspedes y empleados de un hotel sobrenatural.
Entonces, ¿en qué se diferencia esta nueva temporada? ¿Por qué es un reto escribir sobre ella?
Porque la producción escogió no publicar ni un solo detalle sobre su ambientación, sus personajes o su temática. Así, solo los más valientes están llamados a enfrentarse al nuevo horror americano que les espera.
Véalo. Jueves 15 de setiembre. FX. 10:00 P.M.