Amelia Rueda: La voz implacable de cada mañana

La periodista que en 1986 se atrevió a llamar a funcionarios públicos y empresarios para lanzarles cuestionamientos al aire es hoy una de las últimas figuras fuertes del periodismo nacional

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El país conoció su rostro en la televisión en los años 70, pero hoy su bien más preciado es la voz que jamás tiembla cuando de pedir cuentas se trata.

Amelia Rueda es una de las pocas figuras fuertes del periodismo que sobreviven en el dial, aunque ella insiste en que no se considera a sí misma una figura.

Su programa Nuestra Voz lleva ya dos décadas en las mañanas de radio Monumental y, por ahora, ni la misma Rueda vislumbra el momento de su entrevista final.

Viva conversó con la periodista en las instalaciones de ameliarueda.com (el sitio web de noticias que cumple 10 años), en Torres de Paseo Colón.

La entrevista estuvo cargada de retornos al pasado y de momentos sentimentales, así como de intervenciones de su hijo, el también periodista Antonio Jiménez, quien ha sido su mano derecha durante casi una década.

¿Cómo nació Nuestra voz ?

RUEDA: Tenía que conseguir un trabajo nuevo. Venía de muchísimos años en la televisión y pensé que la radio era una buena opción.

“En ese entonces, a esa hora de la mañana, no había programas fuertes ni financiados en forma importante. El panorama era interesante.

“Me fui a Monumental a pedir trabajo y no había espacio. Entonces al principio tuvimos media hora de programa.

“Pero el espacio comenzó a crecer y a moverse. Empezamos a llamar gente por teléfono. Comenzó a generarse publicidad. También vimos que sería bonito enfrentar a dos personas con un punto de vista diferente y que los protagonistas de las noticias fueran los que se refirieran a ellas cada mañana. Finalmente terminamos con dos horas, de 7 a 9”.

¿Fue difícil que en Monumental le compraran la idea?

RUEDA: No, porque yo venía de una carrera importante en la televisión.

“Había un grupo de periodistas que se vinieron a trabajar conmigo. En el fondo no era lo que a mí más me hubiera gustado hacer, yo hubiera querido que todos hablaran y se identificaran, pero eso fue poco a poco surgiendo, porque además media hora era muy poco”.

¿Por qué ese paso a la radio? ¿Acaso no encontró más espacios en la televisión?

RUEDA: No, no, porque yo decidí que ya le había dado mucho a la televisión y a las empresas, y quise poner mi propio emprendimiento.

“A mí me despidieron de canal 2 y tenía que salir a buscar trabajo”.

¿Sintió miedo de lanzarse al agua?

RUEDA: No, a mí miedo nunca me dio, porque sino nunca lo hubiera hecho. Comencé a querer a la radio.

“Y también lo digo, mucha gente comenzó a copiarme, aparecieron programas parecidos”.

¿Quiénes le copiaron?

RUEDA: Todos los que usted oiga ahora. Cuando yo comencé, no se había ningún programa como el mío, ni durante años.

¿Pero quiénes?

RUEDA: Los que usted pueda oír ahora. Todos nacieron de ahí.

¿Siente que usted es la pionera del formato?

RUEDA: Ah sí, soy la pionera de varios formatos que hemos hecho en la radio.

JIMÉNEZ: Y en televisión y en Internet. Ella fue la primera que fundó una revista matutina en televisión en este país ( Buenos días, Costa Rica ).

¿Cuáles han sido los momentos más duros del programa?

RUEDA: Siempre que hay tragedias, uno se preocupa mucho, más allá del periodismo y de ir a cubrir la noticia.

“Lo más difícil ha sido sostener a Nuestra voz como el programa que es, y que ha sido tan exitoso”.

¿Alguna vez un entrevistado logró sacarle las lágrimas?

RUEDA: Ahora en el programa del 20.° aniversario, estuvo esta chiquita Sofía (Escalante), que comenzó con leucemia a los 12 años. Pensé que cómo es posible que nosotros que lo tenemos todo nos pasamos quejando y una niña que tiene esa situación piense en los demás, en crecer y que quiere ser periodista. Eso me llegó muy profundo al alma, pero muchas veces he llorado.

JIMÉNEZ: Hay una cosa que talvez ella no le va a contar, pero la vez en que le asesinaron al hermano, que ocurrió en la noche, al día siguiente hizo el programa.

“Eso refleja la personalidad de ella. Ella tiene un compromiso con sus oyentes”.

RUEDA: Cuando dije: “Buenos días”, me puse a llorar. Y dije: “Perdonen, pero me mataron a mi hermano”. Comencé a contarles y ya me tranquilicé y pude seguir haciendo el programa.

¿Vio un refugio en los oyentes?

RUEDA: Yo voy a cumplir 43 años de salir todos los días (en medios de comunicación). Primero estaba todos los días dando las noticias en la televisión y luego pasé a la radio. Tengo una relación muy linda con el público, y ha sido solidario conmigo en las tristezas que uno vive.

¿Y en ese día en particular?

RUEDA: Fue una cosa extraordinaria. Y no el ministro, que también lo hizo, sino la gente, el pueblo.

¿Ese podría ser el programa que más le ha costado hacer?

RUEDA: Sí, y el día en que murió mi mamá también, que fui a trabajar al día siguiente.

”Esas cosas lo quiebran a uno, pero para ser consecuente con lo que me enseñó mi mamá, y en eso le fallo, que ella decía: ‘Se llora en la casa, no en la calle. Y se es responsable con el trabajo’. Yo nunca, nunca he faltado a mi trabajo, ni aunque esté enferma”.

¿Qué cree que fue lo que la catapultó a ser uno de los referentes del periodismo costarricense?

RUEDA: Con la televisión a mí me conoció todo el país, no solo en canal 7, sino también en canal 2.

”Cuando yo fui directora del noticiero Univisión , abrí un montón de espacios que aquí no existían. Hablamos de todo: de la violencia doméstica, que no se aceptaba ni se reconocía; hablamos de la sexualidad del adulto mayor que casi se muere todo el mundo; hablamos del Sida y llevamos a un muchacho a hablar conmigo ante todo el país.

“Un diciembre, todos los del noticiero Univisión nos pusimos el lazo rojo e hicimos un programa sobre el sida. Es que ahora se ve así (normal), ¡pero eso fue un escándalo!”.

¿Considera que ha sido complicado sobrevivir 20 años en el dial?

JIMÉNEZ: Es que no ha sobrevivido; ella ha liderado durante 20 años. Es un caso de éxito, nunca le ha costado.

RUEDA: Nuestra voz nunca ha tenido ningún problema ni de publicidad ni de audiencia ni del cariño de la gente.

¿Ha considerado volver a la televisión?

JIMÉNEZ: Se lo han ofrecido, pero ella ha dicho que no.

RUEDA: Ya hice todo en el campo televisivo. Ahora lo que me encanta es incursionar en Internet.

¿Se considera a sí misma una de las figuras en extinción del periodismo nacional?

RUEDA: Yo no me considero una figura. Yo soy Amelia, una trabajadora, una periodista. No soy una artista ni una figura.

¿Ha pensado en su retiro?

RUEDA: Por supuesto que he pensado en mi retiro, si ya tengo 65 años.

”Yo me dejo llevar por la vida. Me dejo llevar por mi fuerza, mi energía, mis planes, mis retos. Yo genero mucha energía.

”Ahí voy por la vida, para ver hasta dónde me lleva en cuanto a lo que yo amo, que es hacer periodismo. No sé si llegará el momento en que yo diga: ‘Bueno, ya no voy a hacerlo más. Ya hay gente que puede hacer cosas nuevas y diferentes’”.

¿Existe alguien que podría reemplazarla?

RUEDA: Seguro. Tiene que amar la radio y amar el periodismo 24/7 y creer que el periodismo es el alma que puede cambiar el mundo. Tiene que enamorarse de su profesión, tratar de ser consecuente y tener una ética a toda prueba. Tiene que ser muchas cosas.

¿Cuál recuerda como su mejor entrevista y por qué?

RUEDA: Yo siempre recuerdo una en la tele. Todo el país estaba en contra de Rodrigo Carazo. Yo era muy jovencita y todavía no era entrevistadora.

Don Rodrigo Fournier estaba fuera del país y no pudo llegar y teníamos al presidente como invitado en la mañana. Llamó la noche anterior y dijo: “No podemos perderlo porque él no daba entrevistas–. Lo entrevista usted”.

Y lo tenía enfrente y pensaba: “¿Cómo hago yo para decirle que qué piensa él de que nadie lo quiere?”. Y le dije: “Don Rodrigo, ¿y hasta dónde cree usted que llega el malestar de la gente por lo que usted ha hecho, que la gente ha llegado a no quererlo y ha hecho manifestaciones en su contra?”. Él me contestó perfecto y no se molestó ni nada. Él era el presidente y yo era una chiquilla.

Yo en la radio hago muchas entrevistas muy buenas, porque la entrevista no es solo que alguien me cuente su historia, sino que tiene que perseguir un fin.

Hay un problema que tenemos ahora los entrevistadores que es que los políticos siempre contestan lo mismo. Uno tiene que volverse creativo porque sabe que le van a contestar otra cosa. Ahí uno comienza a jugar y ver cómo se les mete y por dónde les saca algo. Pero eso es patético con los políticos.

¿Habrá alguien que nunca haya querido atenderle el teléfono?

RUEDA: Recuerdo a gente que no me ha contestado en el día en que los llamo, pero luego me dicen: “Doña Amelia, estoy a la orden, puede llamarme”. A veces los llamo y a veces no los llamo de vuelta. Pero que recuerde a alguien que nunca haya querido contestarme, no.

Al día de hoy, ¿podría decir que aún tiene alguna entrevista pendiente?

RUEDA: A Bill Clinton, al papa Francisco. Aquí en Costa Rica tengo algunos guardados, pero son más bien gente común y corriente que me gustaría que me contaran qué harían con Costa Rica a como están las cosas.

Si pudiera hacerle una sola pregunta a Bill Clinton, ¿cuál sería?

RUEDA: Ah, yo le diría: ¿Qué pasó con Vietnam, Bill Clinton? ¿Qué pasó con nuestra generación? Porque él traicionó a la generación, no hizo lo que esperábamos que hiciera.

“Pero, por ejemplo, a Donald Trump no gastaría ni 30 segundos en entrevistarlo; nada”.

En repetidas ocasiones, Norval Calvo ha manifestado que usted se niega a saludarlo.

RUEDA: No, Norval es compañero mío. No soy una persona a la que le gusten las bromas ni los chistes ni nada de eso.

“Pero inclusive, el día de la amistad pensé que a quién llevaba y dije: ‘Diay, a Camelia Llantas, que es lo más cercano a mí’. Entrevisté a Norval como Camelia Llantas y fue un programa en el que gozamos él y yo mil, ¡y la gente ni para qué!”.

¿Y qué opina del personaje de Camelia Llanta?

RUEDA: Como te digo, no soy una persona de bromas, pero también sé que Camelia juega un rol. A mí no me cae mal oírla. Me hace gracia porque hay gente que la llama y cree que soy yo la que está contestando. Me hace gracia la forma en la que al final terminan imitándome a mí.

JIMÉNEZ: Creo que eso muestra el nivel de aceptación o de impacto que ella tiene, porque no es a cualquiera a quien le crean un personaje en un programa tan popular como ese ( Pelando el ojo ).

¿Qué respondería a quienes critican que interrumpe constantemente a sus entrevistados y no los deja hablar?

RUEDA: Es que si una persona se hace propaganda durante cuatro o cinco minutos, tengo que interrumpirlo para que conteste lo que le estoy preguntando, porque si no, ¿quién pierde?

”Claro, hay gente que se molesta. Me han dicho: ‘Usted interrumpe demasiado’. Siempre que me dicen eso, voy a oír lo que dice para ver si fue demasiado. Pero a veces se quejan por lo contrario, de por qué dejé hablar tanto a una persona”.

Y cuando revisa esos audios, ¿considera que fue demasiado?

RUEDA: A veces pienso que sí, que me excedí. Pero a veces veo que ya habían dicho todo lo que tenían que decir y que seguían sin contestar.

Otra de las críticas constantes a su programa tiene que ver con que nunca habla mal de las fuentes que pautan en su programa.

RUEDA: Que es mentira.

“Cuando una fuente mía merece que hable bien, hablo. Si alguien hace algo bien, tenga publicidad o no en el programa, igual lo llevo o igual lo llamo”.

”Pero a la gente que pauta yo no la cubro especialmente; eso es una mentira”.