El Aeropuerto “El Dorado” es la principal terminal aérea de Colombia y una de las más más modernas y transitadas de América Latina.
Se trata de una construcción de cientos de hectáreas de superficie, por donde pasan más de 23 millones de pasajeros y más de quinientas mil toneladas de carga al año.
Por el vínculo histórico que sostiene ese país como centro neurálgico en “industrialización de la droga” y la abierta lucha sin cuartel que libran las autoridades nacionales e internacionales para combatir el tráfico internacional de estupefacientes, esa terminal aérea mantiene un grado de vigilancia mayor y más estricto que la mayoría de sus homólogos en el mundo.
Es por ello que NatGeo se dio a la tarea de presentar a su audiencia su producción original, “Alerta Aeropuerto”, que en seis episodios de una hora presentará el detrás de escena del trabajo de los agentes de seguridad que custodian El Dorado las 24 horas los 365 días del año. Ellos están altamente capacitados y trabajan en equipo para resolver cualquier situación de riesgo que se presente en esta terminal área. Cada jornada es diferente y cualquier día se puede convertir en una escena de crimen.
Intentos de tráfico de drogas, sospechas de trata de personas, deportación de delincuentes, robo de identidad, emergencias médicas, son algunos de los casos que se presentan dentro del aeropuerto.
Resolver cada una de estas contingencias y frustrar cualquier intento de crimen, es responsabilidad del equipo de seguridad de este aeropuerto.
Solo hace tres meses, en octubre pasado, la Policía Metropolitana de Bogotá descubrió –tras ocho meses de pesquisas– a una organización que utilizaba nombres de pasajeros que viajaban a México para introducir en las bodegas maletas llenas de cocaína, lo que garantizaba que estas llegaban a México evadiendo controles de aduanas y antinarcóticos.
Cada maleta era ocupada con aproximadamente entre 10 y 25 kilos de cocaína y, según la Policía, cada kilo podía costar en el mercado clandestino mexicano aproximadamente 17 mil dólares.
Solo unos días después, una madre y su hija de 19 años fueron capturadas mientras intentaban abordar un avión a Madrid, con 20,8 kilos de cocaína escondidos en su equipaje, en una nueva modalidad de “burros en familia”, en la que los narcotraficantes contratan a varios miembros de un núcleo con el fin de simular que se trata de un inofensivo paseo familiar.
Sobre estos y otras peripecias policiales versará esta serie documental, que se transmitirá a partir de este 15 de enero, todos los miércoles.