El título de esta nueva serie no deja nada a la imaginación... o a lo mejor, sí. “7 días de sexo” es una sorprendente apuesta que Biography Channel estrena en Latinoamérica, aunque originalmente es facturada por la cadena Lifetime.
En cada episodio de esta serie, dos parejas, en busca de un mejor matrimonio, se comprometen a hacer el amor todos los días durante una semana.
Suena simple pero, como lo sabrán cientos o miles de parejas de matrimonios, a veces revivir y mantener la flama de la pasión se vuelve una tarea casi titánica, cuando lo lógico es que, ante todo, no debería “implicar” ninguna tarea y en cambio sí debería fluir con espontaneidad, relajamiento y disfrute.
Básicamente por ahí anda el planteamiento. Y es que las estadísticas no mienten, y en el mundo actual las tasas de separaciones y divorcios se han disparado, sobre todo entre personas con ciertas profesiones u oficios que, a la larga, terminan colapsando la rutina diaria más allá de la jornada laboral.
Entre los muchos casos de quienes dieron un paso al frente para contar su situación a miles de televidentes en el continente, es probable que haya alguno que se asemeje a su situación.
Lo que sigue es un sobrevuelo a los episodios; obviamente, en todos los casos habrá criterios de expertos y la guía adecuada para que las parejas en crisis y también, quienes están en casa, puedan poner en práctica las soluciones que bien podrían salvar no solo la vida sexual, si no el matrimonio mismo.
En el primer episodio se cuenta el caso de Chantal y Derek, una pareja común y corriente con tres hijos pequeños, quienes ahora luchan para mantener vivo el lado romántico de su relación a pesar de los muchos quehaceres, celebraciones y contratiempos que implica la crianza de tres niños.
Los Tipps también quieren renovar el romance, pero Galen es muy estructurado y su esposa Marilyn, por el contrario, es espontánea y un poco alocada, e intenta que él aprenda a relajarse.
En otro caso, Royce quiere que su esposa sea la Mujer Maravilla (en todo sentido), mientras Briana, su esposa, simplemente quiere que Royce ayude con las tareas de casa para no caer totalmente exhausta todas las noches.
Los Godoy dicen estar buscando volver a enamorarse, pero la verdad es que duermen en dormitorios diferentes, y viven vidas separadas. ¿Cómo lo lograrán?
Barry y su joven y ardiente esposa Ari buscan revitalizar su vida sexual que, a pesar de su juventud y energía, se h a visto seriamente afectada no porque tengan hijos, pero sí porque han ido adoptando perros que se convirtieron en una pequeña manada y han terminado por abrir una brecha de cama entre ellos.
Las diferencias de intereses también afectan, y mucho. Roland Clarke, un ejecutivo joven, está tratando de volver a sus días de fiesta, mientras que su esposa solo está pendiente de cuidar de su hijo recién nacido.
Greg Hunter insiste en que no le importa que su esposa Dianah tenga unos kilos demás, y su fantasía es que ella haga un baile de tubo para él, pero ella está totalmente acomplejada y no se siente cómoda con la idea. Sin embargo, por mucho que se lo propone, no logra bajar de peso y el tema se convierte en un verdadero trauma para ella, que a la postre afecta para mal la relación y crea un abismo sexual entre ellos.
Cuestión de obsesiones
Cada oveja con su pareja, dice el adagio, y por eso las abuelas recomiendan que es necesario valorar bien las formas de ser de cada quien, para evitar que las diferencias colapsen la relación. Es el caso de los Nelson, quienes están tratando de revivir su amor en medio del desorden patológico de Laura y la obsesión por la limpieza de Mike. Complicado ¿verdad?
Los Bassetts tienen una disyuntiva seria: están pensando en tener a su primer hijo, pero sienten que antes deben intentar recuperar el romanticismo. Sin embargo, ya no son tan jóvenes y tener un bebé es una de sus prioridades, pero ¿y si una vez que tengan al hijo la relación sigue apagándose?
Los líos de cama no se supeditan solo a parejas con mucho tiempo de convivencia. Que lo digan Bobby y Éricka, recién casados que también están luchando por surgir en sus respectivas profesiones, pero sin percatarse esto les ha copado rápidamente sus otrora apasionadas noches. Surgir, tener éxito y posesiones materiales antes de los 40, es importante, pero ¿a costa de sacrificar un matrimonio?