Sabores romanos que logran cautivar el paladar

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Son muy pocas las personas que no se han dejado seducir por algún plato de comida italiana. Pastas, ensaladas y hasta ciertos tipos de postres, la convierten en una de las gastronomías más seguidas en todo el mundo.

Algunos de sus secretos mejor guardados son cada una de las delicias culinarias que han saltado las fronteras de Roma, su capital, para conquistar a miles de comensales.

Para Stefano Calandrelli, uno de los propietarios del restaurante Stefano Un angolo di Roma , este tipo de comida se destaca por varios factores, entre los que sobresale la mezcla de ingredientes que nacen de la tierra.

“La comida italiana se caracteriza por ser de campo, porque somos personas a las que nos encanta cultivar los ingredientes para consumirlos los más frescos posibles y eso hace que nuestra comida se distinga de las otras”, explicó Calandrelli.

A esto se suma otro gran elemento y es que se trabaja de forma un poco artesanal, lo que hace que el comensal sienta que es una comida casera, hecha en un cálido hogar.

En sus platos no pueden faltar ingredientes como la pasta, el cerdo o tocino, el queso pecorino romano, el ricotta, vino blanco o tinto, verduras de estación y, por supuesto, el aceite de oliva extra virgen.

Orígenes. Según afirmó Calandrelli, la cocina romana tiene una enorme influencia de la cultura hebrea, en la que los ciudadanos de Egipto e Israel, por mencionar algunos, se convirtieron en verdaderos protagonistas.

Versatilidad en sus ingredientes y en su preparación, hacen de esta gastronomía una gran aliada para la fusión de técnicas y recetas. El balance justo entre los sabores y los beneficios a la salud, logran cautivar hasta al más escépticos de los paladares.

Los italianos y, por ende, los romanos, sienten que el preparar la comida es la ocasión perfecta para reunirse en familia y convocar a todos sus miembros a la cocina.

“Comer un plato italiano es sentir que fue preparado por alguna abuela, porque son recetas completamente caseras, que invitan a compartir en familia. Es una fiesta el estar todos juntos y sentarnos a compartir en una mesa llena de ricos platos”, dijo.

Cuando se habla de platos típicos de Roma no pueden dejarse de lado la famosa pasta carbonara, el saltinbocca –hecho a base de carne de ternero y prosciutto– y las frituras romanas, en las que está presente el brócoli, el zucchini, el coliflor y el bacalao.

En cuanto a postres, estos no pueden faltar en la mesa. Todos aquellos elaborados a base de Nutella se convierten en una buena opción. Si lo suyo no es el chocolate, una excelente alternativa sería la famosa torta o pie de ricotta, que puede ser combinado con alguna fruta de temporada.

Acompañar un plato romano con un buen vino no es una opción, sino una regla. Ya sea tinto o blanco, el único detalle que se debe de tomar en cuenta al momento de escogerlo es que este sea de una cosecha joven. Esto hará de su comida un verdadero placer en la mesa.