Desde su primera visita hace cuatro años a nuestro país, el colombiano Andrés López se convirtió en uno de los comediantes preferidos de los costarricenses.
Es uno de los propulsores del stand up comedy en Latinoamérica; por eso, los ticos que hacen sus primeras armas en ese género lo consideran todo un referente.
López regresará para ofrecer dos shows los días 1 y 2 de octubre, en el auditorio Kingdom Takers, en La Uruca.
El primer día ofrecerá una versión “recargada” de La pelota de letras y la segunda función se llama Me pido la ventana, bajo la mecánica que él llama Frutica picada.
Viva habló ayer vía telefónica con López, con el fin de conocer detalles del espectáculo que traerá en esta ocasión. A continuación, un extracto de la conversación.
¿Qué nos cuenta de Me pido la ventana y su versión recargada?
Es la evolución en las nuevas tecnologías para las generaciones que han crecido mucho. Es espectacular cómo las distintas generaciones se congregan unas con otras con eso. Hablaremos del Facebook, del Twitter, el iPad y de todo eso que se viene de la tecnología. Será una locura en un solo show.
¿Y de Me pido la ventana, con eso de la Frutica picada?
Es un show que tiene mucho de cómo somos los latinos, el cortejo y posterior romance, que se convierte en noviazgo y en matrimonio. Todos somos creados a punta de frutica picada. Uno consume frutas de todos los tipos, todos los sabores y esa es nuestra esencia latina.
¿Cómo evitar que sus fans sientan que usted viene a repetir lo que ya ellos vieron?
Voy a Costa Rica porque los fans me lo pidieron a través de las redes sociales. Les garantizo que se van a entretener y que se van a encontrar con nueva comedia, porque nadie se baña dos veces en la misma comedia. Aquí estamos, el jefe mío es el público y me toca obedecerle.
¿Qué recuerda de su primera visita aquí, hace cuatro años?
Un público cálido, hermoso y lleno de fiesta. La pasé increíble.
¿Dónde radica el éxito de ser bueno en el stand up comedy?
Es la honestidad con que se hacen las cosas. Si se usan líneas limpias, originales y bien hechas, con buen asombro para asombrar a la vida. Lo que lo hace a uno bueno es hacer la tarea completa.
Muchos comediantes en nuestro país lo tienen a usted como referencia. ¿Qué piensa de eso?
Asumo mi responsabilidad por haber repartido el virus por Latinoamérica con la comedia contemporánea. Les agradezco mucho el buen tono en que me tienen. Asumo responsabilidad absoluta de todos los daños y perjuicios.
¿Cree que en Costa Rica hay talento para desarrollar el género?
Hay talento desde que hay asombro. Los latinos nos asombramos con mucha intensidad por las cosas. Siempre habrá mucha buena onda y tenemos la capacidad de emplearnos bien en cualquier género, haciéndolo lo mejor posible. Lo que vale es no perder el entusiasmo.
¿Siente que con su primera visita y sus posteriores presentaciones es uno de los impulsores del stand up comedy aquí en Costa Rica?
He tratado por todos los medios de que mis estrofas de la vida sean escuchadas. Me encanta ocupar nuevos espacios y conocer gente. Me encanta volverme parte de la familia de los lugares adonde llego.
Aquí le harán un homenaje cuando se inaugure el Stand Up Comedy Palace Costa Rica...
Estoy muy honrado. He sido necio y terco en la vida, que es la única manera de conseguir las cosas. Les pido que me tengan en cuenta para cualquier agasajo y fiesta. Siempre me apego bien a todas las fiestas.
Su éxito trasciende el escenario con su libro La pelota de letras: El manuscrito original. ¿Qué nos cuenta de esa faceta de escritor?
Así empezó todo, con una hoja en blanco en la que tenía que escribir. La disciplina de escritura y lectura siempre nos rodea a los comediantes. Fue maravilloso que una editorial se fijara en mí y que me dijeran que querían publicar mi libro, que ya estaba escrito y solo necesitaba hacerle unas pequeñas modificaciones. Fue el más vendido en la Feria de Libros del año pasado.
¿Qué promete a sus seguidores ticos que irán a verlo?
Como comediante a sueldo, daré lo mejor para que la entrada valga. Llegarán a sus casas con dolor en el cuerpo de tanto reírse. Prometo vencer la tristeza, la mala onda y el aburrimiento; solo habrá entretenimiento, buena onda, energía y comedia, basado en la estadística de más de dos millones y medio de personas que ya vieron mi espectáculo en vivo.