Aunque no nació ni creció en Costa Rica, el chelista Gabriel Cabezas está orgulloso de que la sangre tica corra por sus venas, pues le parece que nuestro país está adelantado musicalmente y culturalmente.
Este joven de padre costarricense, quien ha tocado con ensambles tan prestigiosos como la Filarmónica de Nueva York, regresará al país para participar en el IV concierto de la temporada oficial de la Orquesta Sinfónica Nacional. La cita será el viernes y se repetirá el domingo en el Teatro Nacional.
Su visita será rápida, pero intensa. Además de entregar su arte, también compartirá con su abuela, sus tíos y hasta espera poder tomarse una taza de café con la gente que ama. Sobre su carrera y sus raíces ticas, Cabezas habló con Viva .
Han pasado dos años desde la última vez que vino a Costa Rica. ¿Qué significa regresar al país?
Es un honor y un privilegio para mí volver a Costa Rica a compartir con los integrantes de la OSN, mi familia y todos los costarricenses. He tenido la oportunidad de tocar allá con la OSN anteriormente, también con mi prima, la pianista Ana Isabel Cabezas, y con el pianista Manuel Matarrita. He compartido momentos maravillosos con todos estos músicos, igualmente que con las personas que asisten a los conciertos y recitales. Me siento orgulloso de ser ciudadano de un país tan adelantado musicalmente y culturalmente como Costa Rica.
Sé que siempre viene con poco tiempo; sin embargo, ¿qué cosas, además de tocar música, le gusta hacer cuando está acá?
Desgraciadamente, solo podré quedarme unos pocos días esta vez. Visitaré a mi familia y aprovecharé para celebrar los cumpleaños de algunos de ellos. Me gusta mucho la cocina costarricense; voy a tratar de probar comidas, frutas y verduras que tal vez no haya comido antes. Me encantaría disfrutar un poco de las montañas, volcanes y aguas termales, aunque me imagino que no tendré suficiente tiempo. Voy también a aprovechar para practicar mi español un poco. Otra cosa que me gusta hacer es ir a un partido de futbol, pero ya veremos si eso se podrá hacer.
¿Hay algo que se permita hacer cuando está en Costa Rica que en Estados Unidos, por la disciplina y las carreras, no pueda hacer?
No, en realidad no. Siempre trato de vivir mi vida a un 100% y de aprovechar todas las oportunidades y experiencias que pasan frente a mí. Últimamente, he estado bastante ocupado terminando mi carrera universitaria, al mismo tiempo que tocando casi sin parar durante los últimos meses. Creo que lo que podré finalmente hacer en Costa Rica es sentarme tranquilamente a tomarme un delicioso café; tal vez, con una torta chilena.
Viene a tocar el Concierto para violonchelo en Do Mayor , de Haydn. ¿Qué le parece la selección de esta pieza para el concierto?
Es una obra muy acertada para este concierto. Se caracteriza por su elegancia y claridad musical dentro de su estilo clásico. Se podría decir que tiene un carácter ligero y una personalidad repleta de precisión. En mi opinión, esta obra representa elegancia y pureza. Creo que contrasta muy bien con las otras dos obras que tocará la OSN. Ambas obras, el Adagio de Espartacus , de Khachaturiam, y la Sinfonía N.° 2, de Sibelius; representan caracteres diferentes al concierto de Haydn, estrechamente ligados a los períodos históricos cuando fueron compuestas e ilustran sentidos estéticos musicales más fuertes, por así decirlo. El contraste que el concierto de Haydn y la sinfonía de Sibelius causarán será espectacular.
¿Cuan retadora es esta obra para usted?Cada obra y cada pieza contiene un reto, siempre diferente y generalmente nuevo. El Concierto para violonchelo en Do Mayor de Haydn requiere una habilidad técnica aguda, al mismo tiempo que una interpretación clara y pura para que su ejecución musical sea exitosa. En otras palabras, técnicamente hay que tener precisión; musicalmente, hay que expresar elegancia y pureza. Es un reto poder hacer y expresar esto simultáneamente. Tiene 20 años y ya ha ganado numerosos concursos, incluso ha tocado con orquestas como la Filarmónica de Nueva York. ¿Se siente como un joven virtuoso?He tenido mucha suerte y me siento sinceramente agradecido por todas las oportunidades y experiencias que he tenido a través de los años. Siempre he tratado de vivir una vida normal, y mis padres siempre se esforzaron en que lo hiciera así. Estudié en escuela y colegio público. Al mismo tiempo, aunque empecé a tocar públicamente a temprana edad, siempre combiné mi vida escolar o colegial con mi vida musical. . En realidad, creo que mi vida ha sido lo que se considera común o normal para un muchacho de mi edad. Luego de este concierto, ¿qué otros proyectos vienen?
Durante el resto del año, voy a tener el honor de colaborar con el maestro Giancarlo Guerrero y la Orquesta de Nashville; con el maestro Stéphane Denève y la Orquesta Sinfónica de Chicago. Igualmente, tocaré en el ChamberFest Cleveland, en el Festival de Música Marlboro, en el Festival de Música de Lake George y en el Festival Internacional Beethoven.
”También colaboraré en una gira con el grupo Sphinx Virtuosi en salas, incluyendo Carnegie Hall, en Nueva York, y el John F. Kennedy Center for the Performing Arts, en Washington D. C. Me siento muy afortunado y honrado de poder colaborar con tantos músicos y compartir con tantas personas durante estos proyectos”.