Vicente Fernández Jr., el Potrillo mayor, salió bien librado anoche

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

A las 8:12 p. m., la presencia de Vicente Fernández Jr. fue anunciada, ante un Estadio Nacional a medio llenar, como en una corrida: “Y ahora recibamos al mayor de los potrillos”. Así fue como lo dijo el presentador del concierto de anoche.

El hijo mayor del mexicano Vicente Fernández fue recibido con una ovación por parte del público, que aunque no era mucho, sonó como un montón.

Después de una primera canción, en que por cosa del viento o por la amplificación sonaba un poco desafinado, el cantante mexicano se dirigió al público de una forma bastante afectuosa.

“Buenas noches, Costa Rica; vengo con mucha emoción en esta gira del adiós de mi padre; ustedes le han dado mucho amor a mi padre y vengo con la ilusión de robarme un pedacito del corazón de cada uno de ustedes para llevármelo a Guadalajara”. Eso, por supuesto, robó aplausos del público.

Como segunda tema hizo Tatuajes , que fue ovacionada y coreada por el público y así siguió hasta llegar Un puño de tierra . Para ir cerrando su actuación, interpretó Secreto de amor , canción a la cual al final le modificó una de sus últimas líneas para decir: “Y ustedes, aquí en Costa Rica, me han dado la gloria”.

Completaba así Vicente Fernández Jr. una breve presentación, que sostuvo con seis canciones.

Durante su actuación, poco a poco, el Estadio Nacional se iba poblando un poco más.

Inteligente fue de parte de este mexicano haber usado en su actuación canciones muy conocidas, porque con ello logró que el público lo fuera siguiendo y las canciones fueran aplaudidas desde sus primeras introducciones.

Encuentro. Lo que resultó una enorme sorpresa para los espectadores fue que cuando este intérprete se iba despidiendo del público con Secreto de amo, se apareció el Potro Mayor. A las 8:32 p. m., Vicente Fernández tomó el escenario cuando su hijo todavía estaba ahí y aquel Estadio Nacional rompió en un tremendo grito.

Y más gritó aún cuando Vicente Fernández, el padre, comenzó su presentación en el Estadio Nacional con la canción Me cansé de rogarle .