Una fiesta en paz alegró a miles de jóvenes

Concierto Pazland Fest mantuvo a una masa saltando y bailando por horas, pese al inclemente sol y abundante polvo

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

No existió barrera que impidiera que miles de jóvenes disfrutaran del Pazland Fest, ayer en el Parque de la Paz. No importó que la zona elegida para esta fiesta estuviera árida y se transformara en fuente constante de nubes de polvo; menos importante fue el inmisericorde sol que los acompañó desde las 8 a. m. y hasta las 4 p. m.

Al final, lo único verdaderamente valioso fue mover los cuerpos al ritmo de la música electrónica, en esta primera edición del festival gestado por el DJ y productor Lawrence Casal.

Un par de minutos eran necesarios para descubrir que el espectáculo convocó, principalmente, a jóvenes, muchos de ellos menores de edad.

Rostros entusiasmados por estar sin el ojo vigilante de algún adulto brillaban entre la multitud; ellos y muchos otros levantaban sus manos al cielo diciendo presente, mientras algunos DJ como Tocuma y Lawrence Casal se presentaban en la tarima.

Los más conocedores comentaban algunas de las mezclas, mientras los novatos poco o nada les importaba el género que escuchaban; lo único que querían era festejar.

Los beats demostraron que además de impulsar al baile, son capaces de atraer a personas con gustos muy distintos al vestir.

Abundaron jóvenes con toneladas de gel en su cabello y jovencitas con pantalones de mezclilla bastante cortos.

Tampoco faltaron las damas que imaginaron que tendrían una pista de baile, y no dudaron en llevar tacones altos y botas; incluso, estuvieron menores que llegaron vestidos como para dar una vuelta dominical en algún centro comercial, al oeste de la capital

Entregados. El Pazland Fest es el esfuerzo de Casal por mantener vivo el espíritu del desaparecido Chepe Joven .

Los recursos técnicos fueron menores que en el extinto festival; sin embargo, lo valioso fue que cada DJ se entregó con el mismo entusiasmo, con la alegría de los fans como recompensa.

Con el transcurrir de las horas se escucharon diversos géneros como el trance , electronic dance music y el intenso psy trance , de Piloy.

Uno de los esfuerzos de los organizadores fue no permitir el consumo de alcohol o drogas.

Sin embargo, esta será una tarea a la que tendrán que ponerle más atención; fue notorio el ir y venir de todo tipo de bebidas y luego los infaltables efectos colaterales por su abuso.