Un modelo de música de 'pague lo que pueda'

Los suscriptores de Rabbit Rabbit Radio pagan entre $2 y $5 por canciones nuevas cada mes e información sobre la banda. Con ese dinero, financian sus producciones musicales.

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Aun antes de que la industria discográfica implosionara, los músicos regularmente generaban ideas sobre la manera de hacer llegar su trabajo a potenciales consumidores. Pero Carla Kihlstedt y Matthias Bossi estaban experimentando más que la usual sensación de urgencia cuando propusieron un plan novedoso, un sitio web de suscripción, Rabbit Rabbit Radio, para distribuir la música nueva de su banda más reciente, Rabbit Rabbit.

“Casi en todas las conversaciones con un músico, el meollo era: 'La industria está desintegrándose. ¿Qué vamos a hacer?'”, dijo Kihlstedt por teléfono.

“No puedo decirle cuántas veces he trabajado realmente duro en un CD, durante muchos meses o años, y luego uno espera que el sello haga su trabajo y lo lance, y que las estrellas se alineen. Pero en un cierto momento, nos cansamos de quejarnos y empezamos a decir: 'Está bien, ¿qué vamos a hacer?'”

Con algo de ayuda de George Hurd, un compositor y administrador musical, produjeron un proyecto para Rabbit Rabbit Radio e iniciaron el sitio web en febrero de 2012. El plan era dar a conocer una nueva canción a los suscriptores el primer día de cada mes. Junto con la canción, Kihlstedt y Bossi, que están casados entre sí, empezaron a publicar video clips, diapositivas y álbumes de fotos; información sobre la elaboración de la pista; ensayos sobre varios temas; y listas que podían incluir vínculos a clips de otros músicos cuyo trabajo admiran o notas sobre restaurantes que han descubierto estando de gira. Los lanzamientos pasados pueden ser explorados en sus archivos en línea.

Los suscriptores pagan entre $2 y $5 cada mes. (No hay diferencia en el acceso; es cuestión de pagar lo que uno quiera.)

“Para que funcionara”, dijo Bossi, “nos involucramos tanto en la preparación del material que rodea a la canción que se siente como si estuviéramos elaborando un tema de revista cada mes”.

Hasta ahora, 18 meses después de iniciado el proyecto, Rabbit Rabbit Radio tiene casi 900 suscriptores. Kihlstedt y Bossi, que viven en Massachusetts, dijeron que estarían felices si la lista de suscripción creciera en 500 personas al año.

“Nuestra meta es poder contar a Rabbit Rabbit Radio como parte de nuestro ingreso mensual”, dijo, señalando que si se toman en cuenta las tarifas de hospedaje Web, los costos de administración del sitio y otros desembolsos – por no hablar del tiempo que invierten en grabar la música y preparar otros materiales – apenas obtienen una ganancia. “Pero estamos pensando a largo plazo y le damos tres años”.

Los primeros suscriptores fueron atraídos de entre los seguidores de las otras bandas de Bossi y Kihlstedt – el grupo de arte-rock Sleepytime Gorilla Museum y Causing a Tiger, un ensamble de improvisación – así como fanáticos de los varios ensambles de Kihlstedt, que incluyen a Tin Hat y 2 Foot Yard. (Kihlstedt también tiene una carrera como compositora clásica.)

“Inicialmente hicimos correr la voz sobre el sitio de una manera muy comunitaria”, dijo Hurd, que administra el sitio. “Nos acercamos a la base de fanáticos que Carla y Matthias habían estado forjando en las últimas dos décadas. También creamos una serie de comerciales en video originales para promover el contenido de cada mes y pedimos a nuestros fanáticos que los compartan ampliamente”.

El material de Rabbit Rabbit es variado, a menudo más ligero en espíritu y más pop que la música de Sleepy Gorilla Museum pero en ocasiones impulsivo y experimental también.

A veces una canción refleja lo que estaban pasando durante el mes en que la grabaron. Merci Vielmal, que grabaron mientras estaban de gira en Europa como parte de la banda Cosa Brava de Fred Frith, es sobre cruzar las fronteras lingüísticas y geográficas y fue grabada en trenes y detrás del escenario en clubes en Francia y Suiza.

Su lanzamiento más reciente, el lacónico Before the Sun, es una colaboración con la banda de Chicago Cheer-Accident.

Otros adeptos. Thymme Jones, un miembro de Cheer-Accident, dijo que su grupo planeaba adoptar el modelo de suscripción de Rabbit Rabbit Radio, a partir de septiembre.

“En el momento en que vimos lo que estaban haciendo”, dijo Jones, que era suscriptor desde el inicio, “se apagó la bombilla y pensé: 'Vamos a adoptar esta idea’. Para nosotros, será una manera interesante de hacer las cosas de manera diferente después de 25 años de lanzar discos físicos. Y si mis cuentas están bien, tenemos toneladas de personas en nuestro listado de correo electrónico”.

John Schaefer, el presentador de varios programas de radio en WNYC que se enfoca en la música nueva, dijo que el modelo de suscripción le pareció una manera factible en que algunos músicos complementen sus ingresos por presentaciones.

“Si Radiohead hiciera esto”, escribió Schaefer en un correo electrónico, “se iría a las nubes. Si una banda indie local lo hiciera, aún sería sensacional, pero no estoy seguro de cuán exitoso sería. Lo que le hace funcionar, creo, para Carla y Matthias es que tienen suficientes seguidores para empezar y luego la recomendación personal resultante con suerte lo sostendrá”.

Kihlstedt y Bossi han analizado otros modelos también, incluidos los de Kickstarter y ArtistShare, que alientan a los fanáticos a ofrecer dinero para los proyectos de los músicos. Kihlstedt usó Kickstarter para recaudar dinero para una canción (Necessary Monsters) y encontró valiosa la experiencia, aun cuando, dijo, se excedió con los regalos que envió a los fanáticos que contribuyeron. Los patrocinadores de ese proyecto, dijo, también recibieron suscripciones gratuitas a Rabbit Rabbit Radio.

Actualmente están trabajando con Fractured Atlas, una organización que ayuda a los artistas independientes a recaudar dinero y organizar sus asuntos financieros.

“Estamos a punto de dar conocer nuestro número 20”, dijo Bossi, siguiendo su analogía de la revista.

“Y hemos mejorado en trabajar rápido y cumplir con nuestras fechas límite. Este otoño vamos a destinar algo de tiempo a una mayor difusión, y a llevarlo al siguiente nivel”.