The Weeknd presentó el 25 de noviembre su esperado neuvo álbum: Starboy. Después de una seguidilla de sencillos exitosos y presentaciones en programas estadounidenses como Saturday Night Live , el álbum se volvó el más reproducido en la histria de Spotify.
La presencia de Abel Testafaye, el canadiense que firma con el nombre The Weeknd siempre ha sido una diferente a la de la mayoría de los artistas actuales de pop, R&B y hip-hop y con este material, el cantante pareciera querer mantenerse así.
Este álbum pretende expandir el dominio de The Weeknd por la radio comercial con 18 más explícitas y más intimas sobre su persona y su excesos, los dulces vicios que lo hicieron famoso.
Ascenso. Cuando The Weeknd asaltó las radios estadounidenses y ticas con su éxito Can’t Feel My Face , la mayoría de las personas no se preocuparon por el origen de la canción.
El tema, aprendimos después de tararearlo incontables veces, se trataba del consumo de cocaína, pero con el carisma de The Weeknd y su música bailable, esa canción lo llevó a lugares impensables.
En el 2015, llegó a triple platino en Estados Unidos, y tuvo una gira exitosa por Europa. Todos lo reconocían por su cabello, tieso y alto como una corona de pan.
Por eso es simbólico que en la portada de su nuevo disco, The Weeknd aparezca mostrando su falta de cabello, anunciando una nueva personalidad.
“Acabo de ganar un premio en un programa de niños por hablar de que se me duerme la cara por la cocaína”, canta The Weeknd en Reminder , una de las canciones de Starboy.
Aún así, en este disco se nota que ha entrado en las grandes ligas: tiene colaboraciones de Daft Punk, Kendrick Lamar, Lana Del Rey y el rapero Future.
The Weeknd se llama a sí mismo “Starboy” y en la portada del disco aparece sin su famoso cabello. Es claro que el ascenso a la fama lo ha marcado, pero los temas en su música no han cambiado.
Quizá lo que ha cambiado en The Weeknd es el tono con que el que explica estas situaciones.
En vez de contar historias con un tono pausado –casi apenado– , como lo hizo en sus álbumes Trilogy y Kissland, se amarra a la fórmula de Can’t Feel My Face : describe un par de cosas y luego entra inmediato un alegre coro.
Solo que en esta ocasión no hay sutilidad, sino un ritmo alegre en el que se glorifican la promiscuidad de Testafaye (como en A Lonely Night ) o la de otros ( False Alarm ).
En Six Feet Under canta sobre una mujer independiente que no dejará de producir dinero hasta el día de su muerte; en Party Monster describe la típica escena de una fiesta con drogas y alcohol que termina con amanecer con una mujer cuyo nombre no recuerda.
Starboy es el disco más pop y más fácil de colocar en la radio que ha hecho The Weeknd. Ojalá que no sea señal de que su acto de chico malo ya tocó fondo.