Tania y su afán de cantaren Libertad

Tania Libertadgrabó su primer disco a los nueve años de edad y se hizo grande en la música, hasta llegar a compartir títulos de honor de Joan Manuel Serrat y ser Embajadora de la Paz para Unesco. De su andar, y de cómo es ella, habla la cantante en una entrevista con Viva

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“Mi padre, cuando me puso este nombre, Tania Libertad, no imaginó cuánta responsabilidad era llevarlo”. Ella no se queda corta al confesar lo vinculado con su nombre de pila que es también su nombre de batalla.

La carga de ser Tania Libertad empezó cuando era apenas una pequeña y en su natal Perú. A los cinco años cantaba. A los nueve grababa su primer disco. A los 11 era la niña conductora del programa televisivo Danzas y canciones del Perú, y tiempo después tenía su propio programa, Tania Presenta, donde entrevistaba a artistas e intelectuales.

De pequeña iba para grande Tania Libertad. Y vaya que llegó a grande. Sus capacidades vocales la llevaron a grabar 40 discos, a ser calificada como voz emblemática de Latinoamérica, y a establecer complicidad artística con nombres grandes de la música, de la poesía, de la literatura... de las artes en general.

El escritor español José Saramago escribió un texto inspirado en la buena impresión que le dejó la voz de Tania Libertad, una mujer que lo mismo ha cantado folclor y bolero, que rock y ópera.

La ha reconocido la esfera comercial con certificaciones por millones de discos vendidos en su carrera, con el Grammy Latino a la Excelencia y Trayectoria Musical, entre otros títulos.

También, la ha reconocido lo académico y social, con cargos como el dado por España, de Embajadora Iberoamericana de la Cultura, –que comparte con Joan Manuel Serrat y Ana Belén–, o bien el título de Artista de la Unesco para la Paz.

Tiene Tania Libertad 59 años de edad y, por empezar tan temprano, celebra 50 años de carrera.

Así que, con el espectáculo Tania, 50 años de Libertad, se presentará este miércoles 25 de abril, a las 8 p. m., en el Teatro Melico Salazar.

Cantando desde Gracias a la vida –de Violeta Parra– hasta temas de Armando Manzanero –amigo y colaborador–, Tania Libertad recorrerá trova, zamba, boleros y música tradicional latinoamericana.

Es que así es Tania Liberad, según Tania Libertad.

Costa Rica fue donde hizo colaboraciones con Adrián Goizueta. ¿Calaron estas en su trabajo?

Tanto Adrián (Goizueta) como yo provenimos de un movimiento de canciones con contenido; de canciones que fueran, básicamente, obras de arte; canciones que tuvieran textos bien hechos y músicas hermosas. Las canciones podían ser de amor, pero hechas de una forma inteligente.

Pero, ¿marcó algo importante esa conexión en su carrera?

Pues siempre fue importante y sigue siendo importante. La vida me llevó de la mano con poetas y gente que entendían esa necesidad de cantar en libertad al entorno. Y en ese camino fue que encontré a Adrián, que ha tenido mucho que ver con mi nexo con Costa Rica.

¿Y por existir este contexto particular en Costa Rica ha pensado en llamar a su amigo Goizueta a compartir aquí en el espectáculo Tania 50 años de Libertad?

No lo había planeado, pero es una muy buena idea. Lo buscaré a ver si hay alguna opción de cantar juntos. En México para este festejo invité a Armando Manzanero, no tuve muchos invitados porque ya hacer un recorrido por 50 años de carrera era muy extenso. Son 40 discos grabados y no podía ya ni poner una canción completa de cada disco; fueron tres horas de concierto aquí en México.

En juego de palabras, este espectáculo suyo hace énfasis en la libertad. ¿Por qué?

Porque la libertad es necesaria para todo lo que querrás hacer en tu vida: para desarrollar un arte, para hacer un trabajo, para hacer una canción, para abrazar a alguien, para cantar por la calle. Sin libertad, nada es posible.

”Y no es la libertad arrebatada tomada a la mala pero en la medida de lo posible hacer uso de ella para las cosas buenas, para las cosas que corresponde como lo es la expresión misma.”

Usted es una mujer joven para una carrera de 50 años.

Por eso siempre mando una foto, para que vean que todavía estoy con vitalidad en la música (se ríe). Cincuenta años en la música se dice fácil, pero no todo ha sido sencillo. Me ha tocado cantar en lugares pequeños, en lugares alejados donde tienes que cantar con viento y con tierra; he cantado con sonido o sin sonido, hasta con lluvia. En fin.

”La vida ha sido tremendamente generosa y me permite conservar la voz como la tenía cuando empecé a cantar; con los mismos agudos, los mismos graves y emociones y las convicciones.”

Con 40 discos grabados, una carrera de 50 años y muchísimas colaboraciones, ¿qué queda aún por hacer en su caso?

Para mí, cada día es comenzar de nuevo. Y cada comienzo de día me lo tomo como el de cualquier principiante con dudas, con temores y preguntándome cómo me irá en lo que me corresponde hacer.

”Los anhelos, las ilusiones y las tareas no se acaban nunca, y a mí me queda mucho por hacer. Estamos haciendo un DVD de mi presentación en Bellas Artes (México, por Tania, 50 años de Libertad) y tengo guardados tres discos que los llevo a la mitad.

”Soy una mujer inquieta, que me creo que tengo 25 años de edad (se ríe), tengo las inquietudes a flor de piel. Así que me paso buscando fusiones, cantar cosas nuevas, trabajar con gente diferente...”

José Saramago escribió: “La primera vez que oí cantar a Tania Libertad, tuve la revelación de las alturas de la emoción a que puede llevarnos una voz desnuda, sola delante del mundo, sin ningún instrumento que la acompañara...”

Decía hace un rato que he tenido la suerte de que la vida me llevara a conocer gente sabia, y Benedetti fue uno de ellos. Lo conocí en el año 73. Y fue en ese homenaje a Rafael Alberti, en España (cantó un texto de Benedetti), que me vio José Saramago. No sabía que él estaba ahí, lo supe después, y traté de ir a saludarlo y ya no estaba. Tres meses después nos encontramos y ahí me entero que no lo había encontrado en aquella ocasión, porque había salido rápido para comprar mis discos que se estaban vendiendo afuera.

”Y ese texto, para mí, significa mucho, porque es lo que yo quisiera que sintiera el público. Cuando entro a un teatro lo recuerdo, y entro con energía y con misticismo para transmitir lo que en ese momento le transmití a José Saramago”.

Pero fue también en 1997 le dieron el reconocimiento de Artista de la UNESCO para la Paz. Vaya, qué buen año para usted.

Justo venía regresando de recibir ese reconocimiento cuando canté en España y me vio Saramago. Sí, ese fue un gran año.

Con un repertorio muy poco comercial ha logrado discos de oro, de platino y el Grammy Latino a la Excelencia y Trayectoria Musical.

Es cierto. Tengo un disco rarísimo de arias de ópera (Arias de ópera, ¿y... por que no?) y esperé que se vendieran tres discos.

El que compraría usted misma y sus dos mejores amigos...

¡Exacto! y se vendieron un millón de copias. Así que este disco fue una gran sorpresa.

”No me puedo quejar de nada. Después de algunos reconocimientos me podía haber retirado pero, me dije: ‘No, tengo que comenzar de nuevo’”.