Nos encontramos de nuevo en ese momento del año en que los melómanos hacen cálculos dignos de examen de bachillerato y apuestan cuáles leyendas de la música serán las bendecidas con un espacio dentro del Salón de la Fama del Rock and Roll. No se trata de escoger a nuestros favoritos, sino a los que creemos tienen más posibilidades de ser admitidos, tomando en cuenta méritos musicales y cálculos externos (y hasta políticos).
Este martes 15 de octubre, la organización anunció a los 16 artistas que conforman la lista de postulados para integrar la generación 2020: nueve son candidatos por primera ocasión, mientras que los restantes ya han sido puestos a consideración sin éxito en años anteriores.
Los debutantes (término poco feliz para algunas de las bandas más legendarias de la música) son Dave Matthews Band, The Doobie Brothers, Whitney Houston, Motörhead, The Notorious B.I.G., Pat Benatar, Soundgarden, T. Rex y Thin Lizzy. En tanto, los que retornan son Depeche Mode, Judas Priest, Kraftwerk, MC5, Nine Inch Nails, Todd Rundgren y Rufus con Chaka Khan.
De entrada, la lista llama la atención por sus ausencias, dado que este año muchos daban por descontado que Mötley Crüe finalmente sería postulado a ingresar. También brillan por su ausencia artistas que hace años deberían figurar en el Salón, como los siempre ignorados Iron Maiden, Scorpions, Bryan Adams, Duran Duran y bandas de los 90 que ya cumplen con el requisito de haber celebrado 25 años desde su debut discográfico, como Weezer, Alice in Chains y Beck, por mencionar algunas.
Por año, el Salón abre sus puertas a una cantidad que varía entre cinco y siete leyendas. En mi caso particular, de ser uno de los votantes que escogen a los futuros homenajeados, mi voto iría para Soundgarden, Motörhead, Depeche Mode, Pat Benatar y Judas Priest. Sin embargo, si de apostar por aquellos con más probabilidades, mi vaticinio se inclina hacia Whitney Houston, The Notorious B.I.G, Soundgarden, Thin Lizzy, Depeche Mode, Motörhead y Kraftwerk.
Veámos, caso por caso, un posible pronóstico para cada postulado. Está de más aclarar que este es un ejercicio subjetivo y que mi criterio bien puede ser muy opuesto al suyo, estimado lector.
Dave Matthews Band
Elegible desde el 2018
Nominaciones: 1
Pronóstico: Aún le falta
Si bien es una de las bandas más populares de los años 90 y de la primera década de este siglo, su nombre divide opiniones y provoca aún intensos debates. DMB impulsó como pocos el rock acústico y tranquilo que surgió en los 90 como respuesta a la estridencia del grunge y, por muchos años, protagonizó las giras más rentables del verano estadounidense. Incluso así, su postulación parece llegarle antes de tiempo y su caso deberá madurar al menos un par de años más.
Pat Benatar
Elegible desde el 2014
Nominaciones: 1
Pronóstico: Altas probabilidades de ingresar
El Salón de la Fama del Rock and Roll se ha visto con frecuencia en el foco de la crítica de quienes le señalan, con razón, su poco reconocimiento a las mujeres del rock. Con un desbalance tremendamente inclinado hacia los hombres, la organización ha buscado enmendar esto en años recientes, abriéndole la puerta a Joan Jett, Heart y Stevie Nicks (primera mujer en ser incluida dos veces, pues antes lo logró con Fleetwood Mac). Por todo esto, el caso de Benatar parece más seguro, respaldado por una impecable carrera llena de exitosos radiofónicos que la establecieron como una de las voces femeninas referentes de la década de los años 80.
Depeche Mode
Elegible desde el 2006
Nominaciones: 3
Pronóstico: Pinta bien
En nuestros años de formación musical, quienes hoy pasamos de los 40 años tuvimos en Depeche Mode uno de nuestros grupos más queridos. Su ecléctica mezcla de sonidos los hacía respetados por igual entre roqueros oscuros y bailarines entusiastas de discomóviles como Furia, Correcaminos y Barracuda. En aquellos años era normal que el consumo de Depeche viniera de la mano también con la escucha de The Cure (se nos hacían inseparables) y, por eso, fue curioso ver cómo el Salón postuló primero a DM en el 2017 pero fue The Cure el que logró ingresar antes, justamente el año pasado.
El que The Cure ya esté en el Salón aumenta la presión sobre los votantes para finalmente admitir a Depeche Mode, pues dejar a uno por fuera ahora ya carece de explicación. Además, se esperaría que una vez que Depeche sea parte de la familia, esto genere espacio para otras bandas alternativas contemporáneas e igual de trascendentales como The Smiths (ya antes nominados), Pet Shop Boys, Tears for Fears y Joy Division/New Order.
The Doobie Brothers
Elegible desde 1996
Nominaciones: 1
Pronóstico: Gallo tapado
Es difícil pronosticar a estos grupo veteranos. Los Doobie bien pudieron ingresar desde mediados de los años 90 al Salón y ni siquiera habían sido postulados hasta este año, lo cual es bastante miserable a la vista de sus atestados. Por todo lo anterior, una súbita postulación bien podría ser indicador de un resultado favorable, pues después de tantos años de olvido por parte de la organización, someter a un grupo conformado hoy por adultos mayores a un “alegrón de burro” sería un grosería.
Whitney Houston
Elegible desde el 2009
Nominaciones: 1
Pronóstico: Muy probable
Si ya en vida era una de las vocalistas más grandes de todos los tiempos, su inesperada muerte la transformó en leyenda. Whitney es una figura querida por muchos y hoy es referente para miles de jóvenes vocalistas, con su obra más vigente que nunca. El que sea nominada hasta este año puede interpretarse como que su causa ya está bastante cocinada.
Sin embargo, como es usual en el Salón, Houston podría ser admitida primero que una de sus mayores influencias, lo cual sin duda molestaría a la fallecida diva, pues ella labró su carrera inspirada en Chaka Khan, de quien hablaremos más adelante.
Judas Priest
Elegible desde 1999
Nominaciones: 2
Pronóstico: Reservado
Con tantos grupos pesados incluidos en los nominados de este año, Judas podría no tenerlas todas consigo. Acá no se discuten sus atestados, que son inmejorables, sino consideraciones de popularidad e incluso urgencia, siendo la causa de Motörhead mucho más fuerte. Aún así, es claro que la agrupación más pronto que tarde será admitida, pues en la última década el Salón del Rock ha ido incorporando de a pocos a los padres del heavy metal, como ha pasado con Black Sabbath, Alice Cooper, Metallica, Kiss y Def Leppard.
Kraftwerk
Elegible desde 1995
Nominaciones: 6
Pronóstico: Cruce de dedos
Las múltiples postulaciones de la legendaria banda alemana alcanzaron hace rato el nivel de vergüenza; se ve más como un mal chiste que la sigan usando de relleno dentro de los nominados cuando pareciera claro que no tiene posibilidades entre los votantes. Sin embargo, y más allá de la necesidad de corregir un entuerto, muchos son quienes coinciden en que la agrupación electrónica es fundamental dentro de la música moderna y que su espacio entre los grandes es justo y necesario. Ojalá este sea su año.
LEA MÁS: Un vistazo a la generación 2017 del Salón de la Fama del Rock and Roll: aciertos y omisiones
MC5
Elegible desde 1991
Nominaciones: 5
Pronóstico: Caso perdido
Otro que vuelve año con año a ser arrojado entre los postulados sin tener un chance. La banda de Detroit pionera del punk rock es un gusto adquirido, no masivo, y por más que entre sus fanáticos se cuenten roqueros de alto perfil, difícilmente se le hará el milagro.
Nine Inch Nails
Elegible desde el 2014
Nominaciones: 3
Pronóstico: 50-50
NIN fue postulado en el 2015, en su primer año elegible y desde entonces los votantes le tienen el ojo puesto, a sabiendas de que Trent Reznor sigue tan vigente hoy como cuando empezó en los 90 a espantar a los censores y a deslumbrar a una generación entusiasta de su sonido industrial. De ser incluido en la camada 2020, nadie se quejará y el aplauso será unísono, aunque es algo que bien podría pasar en uno o dos años y no habría problema.
The Notorious B.I.G.
Elegible desde el 2019
Nominaciones: 1
Pronóstico: Póngale la firma
Al día de hoy, solo cinco actos de hip-hop son parte del Salón del Rock and Roll, y de ellos Tupac es el único solista. Con ese antecedente, la postulación póstuma de Biggie es una apuesta muy segura, pues la organización no arriesgará el escándalo de someter el nombre de una de las leyendas más grandes del rap si no tuviese claro las altísimas probabilidades de éxito. Además, si ya Tupac lo logró al primer intento, sería absurdo que con su principal contrincante no sucediese lo mismo.
La obra de Biggie se escucha hoy tanto o incluso más que cuando vivía, y sobre él se construyó el resurgimiento del hip-hop en la cuna del género, Nueva York. Su admisión como solista es tan segura como en su momento serán las de Jay-Z, Snoop Dogg y Eminem.
Rufus con Chaka Khan
Elegible desde 1999
Nominaciones: 4
Pronóstico: Ya va siendo hora
Después de cuatro postulaciones, la situación de Rufus con Chaka Khan empieza a ser preocupante para sus seguidores. Su caso emula al de MC5 y Kraftwerk: nadie niega su importancia pero carecen del músculo de la popularidad.
Este año, el caso del colectivo de funk es especialmente llamativo pues compiten contra Whitney Houston, quien siempre recalcó la tremenda inspiración que Chaka fue en su carrera. De ser admitida antes que su mentora, Whitney sería la primera en señalar la injusticia.
Motörhead
Elegible desde el 2002
Nominaciones: 1
Pronóstico: Viento a favor
Cuando Metallica fue admitido en el Salón, en el 2009, al tomar el estrado, sus integrantes se apuraron a señalar el absurdo de que ellos entraran sin antes haberlo hecho otras bandas de hard rock que les precedieron, como Rush, Deep Purple, Kiss, Thin Lizzy y Motörhead. Desde entonces, los tres primeros ya fueron admitidos, y los dos restantes son postulados este año por primera vez.
Motörhead tiene todo para ser incluido este año por encima de otros nominados pesados. El fallecido Lemmy Kilmister es un ícono musical y visual del metal y a no dudarlo los votantes alineados con el hard rock le harán justicia. Está casi cantado.
Todd Rundgren
Elegible desde 1995
Nominaciones: 2
Pronóstico: Caso especial
Rundgren carece de la popularidad para alejar a los votantes de nombres de más alto perfil. Es muy probable que la organización resuelva su caso como lo hizo antes con Ringo Starr y Nile Rodgers, admitiéndolo bajo la no competitiva categoría de Excelencia Musical, que parece un triste consuelo para un roquero que se ganó la gloria hace mucho con méritos de sobra.
Soundgarden
Elegible desde el 2011
Nominaciones: 1
Pronóstico: Póngale la firma
Aún antes de la muerte de Chris Cornell, las apuestas siempre estuvieron a favor de la banda de Seattle. Sin embargo, la súbita y dolorosa pérdida del vocalista aún se siente fresca y se daba por descontado que tan pronto el grupo fuese nominado, así también sería uno de los más votados. Sumemos además que de los cuatro pilares del grunge –Nirvana, Pearl Jam, Soundgarden y Alice in Chains– dos ingresaron al Salón en su primera postulación, por lo que acá no hay mucho por agregar, más allá de que promete ser una presentación tremendamente emotiva y llena de lágrimas. #TeQueremosChris
T. Rex
Elegible desde 1993
Nominaciones: 1
Pronóstico: Igual que The Doobie Brothers
¿Por qué esperar tantos años para postular a una agrupación tan veterana? La única explicación es que su causa puede estar ya cocinada. Difícil predecir qué pasará.
Thin Lizzy
Elegible desde 1996
Nominaciones: 1
Pronóstico: Igual que The Doobie Brothers y T. Rex
Los roqueros tienen mucho tiempo de reclamar el que se tome en cuenta a estas leyendas irlandesas, cuya discografía ha influenciado a otros gigantes, como Judas Priest o Def Leppard. Su primera nominación envía señales favorables.
Los ganadores de la votación se anunciarán en enero del 2020 y la ceremonia de inducción se celebrará el 2 de mayo del próximo año. Si usted quiere participar en la escogencia, puede emitir su voto en línea.