Sonidos del pasado cautivan el presente

Hoy comienza el V Festival Internacional de Música Antigua, en el foyer del Teatro Nacional, con la participación de artistas de Guatemala, México, Canadá y Costa Rica

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El V Festival Internacional de Música Antigua promete llevarlo a escuchar melodías como las que se escuchaban en las cortes de los reyes del pasado, al igual que a recorrer Latinoamérica con sonidos del periodo colonial usando instrumentos que son réplicas de los que se usaron originalmente.

Esta fiesta comenzará hoy a las 5 p. m., en el Teatro Nacional . Ahí músicos invitados de Guatemala, México, Canadá y Costa Rica interpretarán obras compuestas en el periodo renacentista (siglos XV y XVI) barroco (siglos XVII y XVIII) y el llamado periodo colonial en América.

Las presentaciones se extenderán hasta el sábado, todas en el mismo espacio y a la misma hora.

Dos elementos del festival se transforman sin duda en el principal atractivo, por una parte escuchar obras que en muchos casos son casi desconocidas en el país y que gracias al tipo de instrumento con el que se ejecutan, suenan muy similares a cómo se escucharon en su época de creación.

El otro atractivo son los instrumentos, ver una flauta traversa barroca, un laud o una guitarra renacentista, no es tan común pues se trata de piezas que perfectamente podrían ser artículos de museo.

Los encargados de darle vida a los instrumentos y al festival son: el mexicano Víctor Hugo Peñaloza, guitarrista con especialidad en guitarra renacentista; los ticos del grupo Syntagma Musicum ; la canadiense Sonia Lee , especialista en tocar el cémbalo y clavicordio; el guatemalteco Marco Barrios, intérprete del violín barroco.

También la agrupación nacional Ganassi y el dúo mexicano Concilio Sonoro, integrado por el flautista barroco Yurev Vivero y la cembalista Aura Martínez.

Visitas destacadas. Tania Vicente, integrante del Ganassi y coorganizadora del festival, resaltó la importancia de la participación de Peñaloza.

“Es la primera vez que presentamos un guitarrista barroco, casi no se conoce este instrumento en el país (...) Nos parece muy novedoso, porque es un instrumento que se toca con una técnica diferente, una afinación distinta y su forma es muy particular”, detalló.

Esta guitarra es mucho más pequeña que la llamada guitarra clásica, en lugar de seis cuerdas tiene cinco cuerdas dobles y su sonido tiene una proyección menor.

Igualmente singular será la participación de una flauta traversa barroca. La principal diferencia es que se construye de madera, en lugar de metal como las actuales. La otra gran diferencia es que solo tiene dos llaves, según Vicente.

Otra figura que no puede pasarse por alto es Lee, ella posee una experiencia envidiable en el campo de la música antigua, se la pasa tocando instrumentos de teclado antiguos (cémbalo, clavicordio y fortepiano) entre Asia, Europa y América, en festivales y conciertos en solitario.

María Clara Vargas, cembalista del Syntagma Musicum y coorganizadora del evento, dijo que este festejo de músicas antiguas también resultará atractivo para el público por la diversidad de agrupaciones, cada una con repertorios muy distintos.

A manera de ejemplo, Lee interpretará un recital al que tituló La naturaleza y la mitología , mientras que el Ganassi moldeará obras de los siglos XVII y XVIII compuestas en Italia y Alemania, que además resultan curiosas, porque prácticamente nunca –o en poquísimas veces– se interpretaron en el país.

“Parte de las expectativas de este festival era ampliarlo a cinco días, en el 2011 no lo hicimos y el público nos lo reclamó (...) A los espectadores les interesa conocer nuevos repertorios que casi no se tocan, porque somos pocos los grupos que interpretamos esta música”, agregó Tania Vicente .

Vargas agregó que el sonido de estos instrumentos resulta verdaderamente seductor, ya sea que provenga de ese extraño piano de teclas negras y cuerpo de colores que resulta el cémbalo, al igual que la viola da gamba o el laúd.

“Esta música es cercana y fácil de escuchar para quien nunca le ha prestado atención, no es lo mismo sentarse a escuchar por primera vez una sinfonía que dura 40 minutos, que hacerlo con estas (música antigua) que, cuando mucho, duran 10 minutos”, finalizó Vargas.