Se le ama y se le critica, pero es un fenómeno

El pianista Lang Lang, de 29 años, despierta por igual el amor de un público particularmente joven, así como el rechazo de parte de la crítica.

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En 29 años de vida, el pianista chino Lang Lang ya hizo lo que muchos colegas suyos sueñan: tocar con las mejores orquestas del mundo, ser dirigido por las batutas más renombradas de la actualidad y ser llamado uno de los más virtuosos del mundo en la actualidad por medios como el diario El País, de España.

Sus méritos son muchísimos; además, posee gran popularidad en el mundo, en especial entre los jóvenes menores de 20 años, quienes representan el 90% de sus seguidores, según El País .

No obstante, también es blanco de cuestionamientos por parte de la crítica especializada.

Lang es originario de la provincia Shenyáng, en China. Gracias a su trabajo, ya tuvo el lujo de tocar en salas como el Carnegie Hall, de Nueva York; ser dirigido por celebridades como Simon Rattle, Daniel Barenboim y Michael Tilson Thomas . Además, casi todas las orquestas de élite del mundo, como la Filarmónica de Berlín y la Sinfónica de Chicago, lo han llamado para tocar con ellas.

Sin embargo, un artículo de The New York Times recopila opiniones en su contra de John von Rhein, crítico de The Chicago Tribune; Anthony Tommasini, crítico en jefe del propio The New York Times, y del pianista Earl Wild. Estos expertos han llamado a Lang desde el J.Lo del piano hasta un pianista con una postura exagerada o con interpretaciones inaceptables.

En una entrevista en exclusiva para La Nación, el pianista aseguró que respeta todas esas opiniones o críticas, pero que no lee muchas, sean buenas o no.

Este joven chino agregó que ha leído más partituras que críticas.

Sus respuestas son cortas, pero directas. Por eso, cuatro palabras le alcanzaron para responder si se considera el mejor pianista del mundo: “No pienso en eso”.

Para él, es más importante poner atención en cómo tocar mejor y cómo atraer más público a la música clásica.

Además, aclaró de forma enfática que no tiene la obsesión de ser el número uno del mundo, como han dicho.

Respuestas acerca de porqué Lang es un fenómeno pueden existir muchas, como que su imagen de gran pianista de nuestros tiempos se la debe a toda una maquinaria publicitaria a su alrededor.

También se menciona el apoyo que logra de empresas importantes como fue el caso de Telefónica (Movistar), quien lo hizo embajador de su marca para promover valores como transformar el mundo por medio de la innovación.

Reconocimiento. Quienes lo critican también reconocen en él distintos valores y méritos musicales; para ellos, si él mejorara esas debilidades, podría llegar a ser un mejor pianista.

Andrés Sáenz , crítico de música de La Nación, considera que tiene un estilo exhibicionista, pero, al mismo tiempo, cree que es un músico con enorme facilidad técnica. Agregó que el joven tiene una personalidad exuberante, como un rockstar, lo cual le ayuda a ganar admiradores y a despertar rechazo en el mundo de la llamada música clásica.

Sáenz aseguró no tener una opinión definitiva del chino, porque, por ahora, solo lo ha podido ver actuar mediante videos.

De igual forma, Pedro Bergón, pianista cubano-costarricense radicado en Miami, Estados Unidos, le comentó a Viva que el año pasado asistió a un recital de Lang Lang con la única intención de criticarlo, pero, al salir de la sala, sencillamente terminó amándolo.

“Es un gran artista, un gran pianista y un virtuoso. Hay mucha gente envidiosa y lo critican. Sí hace muecas y todo, pero, si cierras los ojos, oyes cosas buenas”, aseguró Bergón.

Asimismo, el cubano-costarricense reconoce que no todo es perfecto en Lang. Recuerda que cuando lo vio tocar le molestó, en especial, la forma en que el chino toca los pedales; incluso, lo comparó con alguien que usa el embrague (clutch) de un carro.

Todas esas críticas y más giran en torno a él, sin que al chino le preocupen mucho. De hecho, Lang vive a un ritmo que muchos no podrían seguir.

Solo en la segunda quincena de mayo tocará en Canadá, Estados Unidos, Brasil y Argentina.

La música según Lang. Como se ha reseñado en muchas ocasiones, su familia y en especial su padre lo metieron de lleno en el mundo del piano desde los tres años. El propio Lang ha comentado en otras entrevistas la rigurosidad con la que le exigían estudiar: seis horas diarias al piano.

Sin embargo, ahora, puede darse el lujo de tocar en salas como el Carnegie Hall, de Nueva York, o ser el invitado de directores como Zubin Mehta, con orquestas de la talla mundial de la Filarmónica de Viena. Por eso, se toma la vida con un poco más de calma.

Le aseguró a Viva que disfruta de los placeres de la vida. Aunque reconoce que su tiempo es limitado debido a sus presentaciones, toma tiempo para salir a caminar, hablar con amigos, leer, visitar museos.

Si de placeres de la vida se trata, siempre está la música, posiblemente su mayor pasión.

“Puedo sentir la inspiración (con la música). Cuando escucho la música, esta me toca. Amo estudiar y, luego, tocar”, afirmó Lang.

Este pianista asiático celebrará su cumpleaños número 30 el 15 de junio, con un recital en Alemania, al que invitó a niños de diversos países , por medio de un concurso , incluidos a dos ticos; Cynthia Soto y Pablo Esquivel . Eso es una muestra de otra de sus facetas, el de motivador de niños.

Para él, es muy importante inspirar a los niños que quieran tocar piano o simplemente escuchar música. Añadió que los menores son la esperanza de la música clásica y que es importante hacer más grande la población que disfruta la música clásica.

“La inspiración es un buen comienzo para convertirse en pianista. Los jóvenes necesitan la motivación para practicar piano. Si están inspirados, tendrán la energía (para ser pianistas)”, aseguró.

De forma concreta, considera que se puede ayudar a inspirar a los niños si se les lleva a escuchar conciertos que sean sencillas de escuchar. También opina que abrir las clases maestras podría ser otra buena forma. Los niños son fáciles de inspirar si tienen la oportunidad de ver a alguien de su edad tocando bien, opina Lang.

Él no solo habla de inspirar, sino que va más allá y, desde una fundación, trabaja para promover a los niños con talento y potencial para ser pianistas.

En clases maestras, él interactúa con los pequeños y ofrece recitales con Lang Lang & Friends , entre otras iniciativas.

Muchas de estas actividades ocurren en África, continente por el cual tiene especial cariño. También en ciudades como Nueva York, Chicago y Berlín.

No obstante, no descarta que en algún momento pueda traer los beneficios de su fundación a Costa Rica, porque aseguró que le gusta hacer todo lo mejor que puede si hay grandes talentos.

“¿ Por qué no?”. Así respondió a la posibilidad de venir en los próximos años a ofrecer un recital en el país.