Ricky Martin llegó para armar su fiesta

Ya está listo En medio de la lluvia, el astro boricua llegó ayer al país para el concierto que dará esta noche en el estadio Saprissa

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Durante horas, el cantante puertorriqueño Ricky Martin mantuvo ayer a la prensa y a sus seguidores en espera de su llegada.

El motivo de su atraso fue el insistente aguacero que cayó ayer sobre el país y que atrasó su arribo.

La tarde lluviosa le dio la bienvenida al cantante a suelo costarricense. El intérprete de La copa de la vida llegó al aeropuerto Juan Santamaría ayer, alrededor de las 3 p. m., en un jet privado procedente de Panamá. Su llegada estaba prevista originalmente para la 1 p. m.

Martin descendió del avión con unos de sus hijos gemelos en brazos y vistiendo una camiseta blanca y pantalones oscuros. Él ingresó muy rápido en una buseta, en compañía de su madre y su otro hijo.

El vehículo se alejó con velocidad para transportar al cantante al hotel Intercontinental, en Escazú, donde un grupo de ansiosos fanáticos y algunos medios lo esperaban, pese a la demora .

Martin, de 39 años, ingresó al lugar y se topó con integrantes de su club de fans oficial, llamado Juntos por un Sentimiento, y otras seguidoras, a quienes el operativo de seguridad mantenía a distancia. Los gritos no se hicieron esperar.

El cantante no lo dudó y se detuvo a saludarlas, firmó algunos autógrafos y hasta se tomó fotos con las más afortunadas.

Luego, procedió a atender algunas preguntas de los medios de comunicación presentes en el lugar. Un par de periodistas, que más parecían fans, se lanzaron sobre el cantante, pese a que se habilitó un espacio para las preguntas.

El intérprete aseguró estar contento de estar de vuelta en Costa Rica, tras una ausencia de cuatro años. “Me encanta la naturaleza, la gente, las sonrisas; esto es adictivo. Siempre que tengo gira tengo que venir a esta hermosa tierra, aparte de que tengo grandes amigos y he trabajado con grandes costarricenses”, aseguró Martin.

Para esta noche, él prometió un espectáculo con un gran derroche de tecnología y música. Detalló que viaja con casi tres toneladas de equipo. “La fiesta es buena. Son grandes músicos y bailarines”, agregó con una gran sonrisa.

Una vez finalizada la gira, el artista dijo que se marchará a Nueva York para trabajar en el montaje de la obra Evita, que presentará en Broadway.