Rhapsody vuelve con fuerza para tocar sus clásicos

El grupo de origen italiano dará un concierto el 20 de enero en Club Pepper’s, como parte de su gira de despedida.

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Rhapsody es de esos grupos que se comparan solamente con gigantes dormidos. 20 años atrás la banda de origen italiano revolucionó el power metal con temáticas medievales y un potente sonido melodioso.

En el 2011, el guitarrista Luca Turilli decidió partir de la banda y así, una de las mentes creativas del grupo se fugó para buscar sus propios proyectos. En el 2016 fue Fabio Lione, cantante del grupo por más de dos décadas, quien decidió partir.

El final de Rhapsody, como se le había conocido sonaba inevitable, pero el gigante tenía una misión que cumplir antes de partir.

“Le llamamos Farewell Tour porque es la última ocasión en que Fabio y yo toquemos estas canciones juntos, será algo especial y muy emotivo”, dijo Turilli en una entrevista con Viva.

La gira de despedida del grupo visitará Costa Rica en el Club Pepper’s en Curridabat el sábado 20 de enero, como forma de celebrar con sus fans el legado que los unió. Aún quedan boletos disponibles (ver recuadro).

Fabio Lione y Luca Turilli compartirán escenario por última vez y lo harán acompañados por Dominique Leurquin (guitarrista del 2000 al 2011), Patrice Guers (bajista del 2002 al 2011) and Alex Holzwarth (baterista del 2000 al 2016).

Turilli conversó con Viva sobre sus planes a futuro, la inspiración que le ha dado el cine y el legado de Rhapsody.

¿Cómo fue que ocurrió esta reunión?

El mánager de mi banda (Luca Turilli’s Rhapsody) se comunicó con el mánager de Fabio, que estaba cantando con Rhapsody of Fire y nos propuso hacer una reunión, porque él y yo no nos juntábamos desde el 2011. Al inicio a ninguno de los dos nos pareció una buena idea, lo descartamos de entrada.

Pero recuerdo que esa misma noche, un día del 2016, pensé ‘wow, pronto será el 20 aniversario de nuestro primer álbum, Legendary Tales’ y podría ser una gira para celebrar los 20 años de la banda.

“Llamé directamente a Fabio y él dijo ‘¡Sí, deberíamos hacerlo!’. A partir de ese momento empezamos a planear todos juntos, organizamos las primeras fechas de lo que sería nuestra gira de despedida, la última vez que toquemos estas canciones.

¿Cómo ha sido la experiencia de revisitar ese repertorio?

Esta es una pregunta particular porque esto me ha llevado por un viaje. Creo que 20 años después esos álbumes suenan bien, pero tuvimos mucha suerte, porque nuestra disquera invirtió en músicos en que tocaran cuerdas, por ejemplo. Aunque la tecnología ha avanzado mucho – y esos discos tienen ciertos sonidos viejos–, estoy muy orgulloso de lo que hicimos.

“Esa música no solo tiene sonidos viejos sino que me transporta a emociones particulares que teníamos en ese momento.

¿Cuáles compositores clásicos los inspiraron a incorporar música clásica?

Tengo que decir que me inspiró mucho Danny Elfman. La primer banda sonora que compré fue la de Batman (1989) de Tim Burton, una obra que me sorprendió mucho porque yo venía de la música clásica de Bach, Beethoven y todo eso. Así que descubrir esta música fue como encontrar la evolución de la vieja música clásica, la música del nuevo milenio.

“Luego redescubrí la banda sonora de Conan el bárbaro (1982), de Basil Poledouris; el trabajo de John Williams y Jerry Goldsmith. Claro que ahora hay más películas –y me encanta el trabajo de Hans Zimmer–, pero sigo prefiriendo las películas de grandes presupuestos de los años 90, porque ahora se siente como que esas bandas sonoras se completan en muy poco tiempo.

¿Alguna vez consideró adentrarse en ese mundo de la composición para películas?

He tenido la posibilidad un par de veces. Hace algunos años hice un demo junto a un socio en Hollywood. Cuando me separé del grupo en el 2011 consideré dejar el metal del todo y dedicarme a hacer bandas sonoras con orquestas, aunque siempre incluyendo algo de guitarra.

“Yo envié un demo junto con mi compañero y luego nos dijeron que enviáramos 50 piezas musicales relacionadas a cine de horror, comedia, distintos géneros. Pero, ¿cómo saber si era una película de horror como Saw o una de Tim Burton? ¿Cómo componer sin saber en qué sería usado? No me gustó la idea de no poder explorar un concepto o un mensaje, así dejé ir esa oportunidad, aunque no descartaría hacer una banda sonora, si me la ofrecieran.

¿Cuándo fue que se interesó por los temas de fantasía?

Me gustaba La historia sin fin, Conan, Willow, películas de fantasía pero muy infantiles, historias con mucho corazón, mucha alma y que se desarrollaban en parajes hermosos llenos de naturaleza y por eso en mis letras se menciona mucho la naturaleza.

“Es curioso porque cuando hice los primeros álbumes de Rhapsody no conocía Tolkien ni las historias de El señor de los anillos, pero los periodistas me preguntaron tanto sobre eso, que terminé conociéndolo (risas). Así que la segunda parte de la saga fue muy inspirada en eso.

¿Rhapsody también asumió esa seriedad?

¡Sí! Claro que mostrábamos mundos más fantasiosos que otros, pero queríamos resaltar que había un mensaje emocional debajo de todo eso. El entorno no importa tanto, lo importante es el mensaje al final, y por eso prefiero hablar de un paisaje natural, una hermosa montaña, que del rascacielos más alto de una ciudad, es mucho más interesante describir eso (risas).

“Creo que para darle esa profundidad y esa evolución nos ayudó mucho la colaboración de Christopher Lee y marcó un gran momento en nuestra carrera artística. Christopher Lee es uno de los grandes actores de la historia y claro, ¡él fue Saruman! Era impresionante.

¿Están satisfechos con los mundos fantasiosos que mostraron en videoclips?

Creo que tuvimos el mismo problema que tuvieron algunas películas, como Conan; si no tienes el presupuesto para hacerlas ver serias, corres riesgos, el gran riesgo de que aquellos a los que no les gusta tu música tengan otra razón para ir en tu contra.

“Al inicio de nuestra carrera fuimos muy dañados por ciertos videos en los que no estuvimos involucrados; fue un asunto de nuestra disquera, que obviamente no tenía mucho dinero pero querían promocionar la música con imágenes de mundos fantásticos.

“Terminamos con videoclips que nos dan mucha vergüenza (risas). Ninguno de la banda quisiera ver de nuevo el de Power of the Flame, por ejemplo. Al final, las letras y la música con el alma y corazón del legado de Rhapsody, eso es lo que 20 años después sigue uniendo a la gente.

¿Convocan también a las nuevas generaciones?

Sí, creo que el streaming nos ha ayudado a eso, a que jóvenes se interesen por nuestra música, quizá eso ha bajado la venta de discos pero ha hecho que lleguen los jóvenes a los shows. Pero ha sido increíble, las primera fechas de la gira, yo no podía creer la cantidad de jóvenes que vimos.

Rhapsody ha sido capaz de renovar su base de fans y realmente ha sido algo sorpresivo. Esto significa que la música tiene algunos elementos que son eternos, que trascienden esas generaciones. Me alegra que el mensaje y la atmósfera de la música, y la historia de la banda, atraigan a la gente, que se haya vuelto un fenómeno multigeneracional como Game of Thrones (risas). Eso es algo que me encanta.