El puertorriqueño atizó a los norteños como una fuerza de la naturaleza, imparable. El cantante saltó al escenario con mucha energía cuando el reloj marcaba las 3 p. m . El Resi salió con unos pantalones flojos y una camiseta de tirantes, que tanto lo caracteriza, para ser el mariscal de una fiesta de antología.
“Pura Vida Costa Rica”, gritó el vocalista, quien fue acuerpado por la misma banda con la que grabó su último disco, siete músicos de muchísimo talento que le agregaron su propio sabor y tino a los populares temas de Calle 13.
El concierto se realizó en el terreno de la Cámara de Ganaderos, ubicado en Platanar de San Carlos. Este centro de actividades estuvo a reventar con un millar de personas que llegaron de todos los rincones del país para presenciar las líricas del astro latinoamericano. Incluso entre la masa de fanáticos se podían ver banderas de Nicaragua, Honduras y Panamá.
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Las entradas costaban ¢2.000 y ¢4.000 si ingresaba al campo ferial con vehículo. No se necesitó de mucha “plata” para moverse con la música del puertorriqueño. Quizá por esa razón no hubo organización o ninguna facilidad para la prensa, al menos así pareció, porque todos los administrativos dejaron sus puestos para no perderse del plato fuerte de la tarde.
Por suerte, la fotógrafa de este diario, Mayela López, se las ingenió para encaramarse en la parte trasera de un camión. Esta desvencijada estructura nos sirvió como “palco de prensa VIP”, improvisado pero necesario.
Un gurú del sexo y la crítica social.
El puertorriqueño pareciera controlar el clima a su antojo, esto en vista de la tarde inigualable que esfumó cualquier predicción de lluvia. Esta vez no hubo lodazal que fastidiara, como en las dos ediciones anteriores.
El cálido sol fue la excusa perfecta para justificar una (o dos..) cervezas frías como la escarcha. El concierto arrancó con la pieza Anormales, primera del último disco de René, una afirmación estridente de lo imperfecto y lo deforme de sus pensamientos.
Posteriormente ametralló con el Baile de los Pobres y El Aguante. Con las primeras tres canciones René ya tenía la camiseta empapada, el público también sudaba a chorros y algunos se veían ya muy cerca de sus parejas.
En medio de tanto festejo, El Resi aprovechó para ejemplificar su mensaje de crítica social. El primer blanco fueron las disqueras a las que arremetió con Calma Pueblo, luego criticó a los reggaetoneros de cartón con la pieza Adentro. Evidentemente, la administración de Donald Trump también salió embarrada con la canción Latinoamérica.
“A mí no me confundan, yo no odio a los gringos, de hecho, en esta banda tenemos a dos músicos de Estados Unidos.Yo tengo un problema con el gobierno y su irresponsabilidad. Aún hay pueblos que no tienen electricidad en Puerto Rico después del paso del huracán”, reflexionó el cantante.
El concierto prosiguió con Pal Norte; antes de la canción, Residente aprovechó para presentar a la vocalista Kianí Medina, quien también trabajó en la elaboración de la última producción del puertorriqueño. Esta hábil vocalista fue uno de los puntos altos de la presentación.
El Residente cantó Dagombas en Tamale, una de su último disco y que narra sus viajes alrededor del mundo.
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“Para hacer esta canción nosotros nos fuimos para África, en carro. Nada más era yo con otros dos cabrones. Ahí conocimos gente realmente impresionante con una manera peculiar de ver la vida y de hacer su música. Hay un documental que narra mi viaje, este está disponible en Netflix aunque bueno, pueden verlo donde les da la gana o donde puedan”, enfatizó Pérez antes de proseguir con el concierto.
El vocalista volvió a interpelar a la afición.
¿Qué es lo que quiere Costa Rica”, le preguntó al público.
La gente tomó aire para responder a todo pulmón : “Sexo, mucho, muchísimo sexo”. Es imposible creer que hace unos meses, a unos cuantos kilómetros de esa tarima estaban cerrando escuelas para protestar en contra de las guías sexuales impartidas por el Ministerio de Educación Pública. Así fue la introducción del tema más reciente del puertorriqueño, el cual estrenó en Costa Rica.
“Esta canción es nueva. Creo que ni yo me la sé, pero confío que ustedes sí, entonces ahí nos ayudamos entre todos”, destacó Pérez antes de arrancar con el tema Sexo.
La presentación culminó con la pieza Vamo a portarnos mal. René se despidió con mucho cariño de todo el público tico y al instante cayó un tremendo aguacero. Nadie lo vio venir. Una recompensa para todos los que se quedaron y resistieron los vapores del tumulto. No hay duda, el Resi es una fuerza de la naturaleza y viaja al ritmo de su propio tambor.