Rancheras y humor abrieron el concierto

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Tres fueron los números que como apertura representaron el talento de la música que se hace en Costa Rica, para el concierto de la gira La despedida, de Vicente Fernández. Y esos tres números fueron vistos por muy pocos asistentes.

Aunque se había anunciado que la jornada de apertura del concierto empezaría a las 7:30 p. m., Rina Vega, ex-Calle 8, tomó el escenario mucho antes de las 7 p. m. Por mecánica de la producción del concierto, la prensa no pudo ingresar al sitio sino hasta cuando ya Vega se despedía.

A las 7:05 p. m. fue anunciada la presencia de Elena Umaña, quien ha hecho una carrera sólida tanto al lado de Kalúa como en solitario. La mujer que por años fue apodada la Selena tica, empezó su actuación haciendo una versión, a su manera y en femenino, de Mátalas, que se hizo conocida en la voz del cantante Alejandro Fernández, otro de los hijos de Vicente Fernández.

Umaña fue acuerpada por el Mariachi Colonial y, en este primer número que presentó ante un muy escaso público en el Estadio Nacional, iba correctamente ataviada con un traje ranchero.

Así, muy de camisa blanca, con moño, chaquetilla y falda larga, ella interpretó como segunda canción Te quedó grande la yegua y fue justo al final de esa canción cuando llamó a uno de los bailarines que la acompañaron, para que sujetara su micrófono; de esta forma, tuvo las manos libres para desvestirse.

Debajo de aquel traje de mariachi, llevaba Elena Umaña un corto y apegado atuendo azul que le valió muchos silbidos, de esos que son piropos, por parte del público masculino. Y vestidita de azul, Elena Umaña hizo, otra vez a su manera y en femenino, una versión del popurrí que ha hecho Pandora con canciones de Juan Gabriel e incluye temas como Querida .

Una vez finalizada la actuación de Elena Umaña, el humorista Opo Marín, muy conocido por su trabajo en Radio Omega, tomó el escenario. A las 7:22 p. m. su participación consistió de en un solo número: una imitación del mexicano Juan Gabriel.