Pupusas: ¡Antojo con sazón centroamericana!

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Algo encantador deben tener dos tortillas que se unen con un delicioso relleno hecho con chicharrón, queso y frijoles molidos, ya que su popularidad aumenta cada día.

Este platillo, originario de El Salvador, se ha abierto paso en el mercado costarricense, y ya es muy común ver algún restaurante de pupusas en muchas de nuestras ciudades.

Hasta en los distintos festejos populares que se realizan en el territorio nacional, es común ver puestos de pupusas mezclados con los de comida china, vigorones y dulces, en los que los visitantes tratan de calmar su hambre, en medio de horas de diversión.

En nuestro país, según explicó Erling Muñoz, administradora de la Pupusería Mayra, en Tibás, la opción más solicitada es la que incluye un relleno con los tres ingredientes principales.

No obstante, sí hay clientes que prefieren comer su pupusa rellena solo con chicharrón o con un relleno hecho solo con queso y frijoles molidos.

El arte de comer una buena pupusa se completa con la ensalada de repollo, que se prepara después de cocinado, con sal y vinagre, entre otros ingredientes.

Según la experta, no hay ningún truco que pueda ayudar a elaborar de mejor manera las pupusas en casa. “Simplemente, hay que dominar el arte de hacerlas”, afirma con recelo de compartir el secreto de la receta propia.

La original. A punto de sabor, la pupusa se ha ganado un séquito de seguidores en nuestro país, cuando buscan consumir algo rápido, pero no menos sabroso.

Sin embargo, la receta original es un tanto distinta de la que conocemos los costarricenses.

Elaborada siempre con dos tortillas de maíz, el relleno puede variar e incluir loroco, una planta típica de El Salvador.

Según explicó Múñoz, esa flor se mezcla con el chicharrón o con el queso, lo cual le da un sabor especial y diferente a este alimento.

En su restaurante, existe la posibilidad de que los clientes pidan la pupusa con loroco si así lo prefieren; no obstante, las más solicitadas son las llamadas revueltas, en las que se mezclan los tres ingredientes más populares: chicharrón, queso y frijoles.

Xiomara Acosta, administradora de La Fiesta de las Pupusas, en Los Ángeles de Atenas, destacó, por su parte, que el loroco le da un sabor especial a las pupusas, aunque coincidió en que no son las más solicitadas en nuestro país.

Otra de las diferencias propias de la cocina salvadoreña es que también se pueden hacer pupusas rellenas con ayote, las cuales son poco comunes en nuestro país.

El tamaño también es diferente en el platillo original, ya que, según explicó Acosta, en El Salvador el tamaño de la pupusa es más pequeño que las que se comercializan en nuestro país.

También, aparte de la tradicional masa de maíz, en el país vecino también se pueden elaborar utilizando una masa hecha a base de arroz, y que tiene como características que es más tostada y, además, su apariencia es más blanca.

De igual forma, la ensalada que la acompaña también tiene un ingrediente adicional, que es una salsa elaborada a base de tomates, con varias especias, y que se sirve encima del repollo.

En los restaurantes consultados, contrataron cocineras salvadoreñas, con el objetivo de preservar la esencia de las pupusas, a pesar de la transformación que ha vivido el platillo en el país.

“Hay que saber cómo hacerlas, no cualquier persona puede, tiene su secreto”, afirmó Acosta.

Los salvadoreños están orgullosos de este platillo, que hasta celebran cada año un día en su honor, en el cual se elabora la pupusa más grande, con más de tres metros de diámetro.

El festejo es tan grande que, según el diario salvadoreño La Prensa Gráfica, se arman varios “pupusódromos”, en los que la gente puede disfrutar de distintas formas de elaborar la pupusa, así como concursos para buscar al más comilón de todos.

Según Acosta, en su restaurante en Atenas, por lo general cada cliente se come unas dos pupusas, aunque hay quienes no resisten la tentación y, con buen apetito, comen hasta casi reventar.