No había mejor forma para que Katy Perry concluyese su concierto en Parque Viva que con ese himno alegre de Firework . Justo al acabar, más de 16.000 espectadores empezaron a salir del Anfiteatro Coca-Cola hacia sus casas. No obstante, el viaje de regreso tomaría más de la cuenta; de hecho, mucho más.
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Este domingo, la salida del centro de eventos masivos en La Guácima se retrasó considerablemente para muchos de los asistentes. A algunas personas les tomó hasta dos horas salir del estacionamiento y del embotellamiento que se produjo en las afueras del recinto, según comentaron varios asistentes en redes sociales y como se pudo apreciar en el sitio.
Al salir todos los vehículos a la vez, el acceso norte, con siete carrileras, estaba bloqueado por “vehículos que parquearon en la vía (la cual apenas cuenta con un carril de ingreso y uno de salida) y vehículos que en contravía pretendían recoger a sus familiares y amigos”, según un comunicado de prensa de la administración del recinto.
“De esta forma, el 90% de los vehículos salieron por el acceso sur, donde apenas contamos con 5 carrileras que se resumen en una sola vía hacia la ruta 27”, agrega el mensaje de Parque Viva. De acuerdo con la administración, continuarán trabajando para mejorar el tránsito.
En el espacio se encontraban más de 5.000 vehículos y 30 buses de transporte público que llevaron a los fans de la estadounidense al parque. La situación contrastó con el ágil ingreso.
Según la administración del parque, este se logró gracias a la convocatoria a llegar temprano, la presencia de 200 colaboradores en parqueos, la habilitación de otro estacionamiento fuera de Parque Viva y coordinación con Fuerza Pública, Policía Municipal y oficiales de tránsito.
Move Concerts comunicó por Facebook que dará un “informe detallado” del tema a la administración de Parque Viva para que sirve de insumo a futuro.
Se intentó consultar con Dirección de Tránsito, pero no fue posible al cierre de edición.