Por Heredia anda El Principito, el dulce niño de Saint-Exupéry

Como parte del Segundo Festival de Teatro Infantil, se manifiesta aquel adorable personaje

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Aquel niño que, con ternura infinita, vive en su pequeño asteroide B 612, con apenas tres volcanes y una rosa, podrá ser visto, escuchado y sentido cuando sea domingo.

Una adaptación del grupo teatral El Almo, llamada igual que el personaje y que la novela publicada en 1943, El Principito, tendrá dos funciones este 25 de setiembre en Heredia.

La versión de El Almo de El Principito forma parte del Segundo Festival de Teatro Infantil, organizado por la Escuela de Arte Escénico de la Universidad Nacional.

Por tanto, las citas serán a las 11 a. m. y a las 2 p. m. en el Teatro Atahualpa del Cioppo, en la Universidad Nacional, en Heredia.

En el escenario. Este trabajo del grupo teatral El Almo es un abordaje particular de El Principito, obra de Antoine de Saint Exupéry.

El Almo ha ido afilando el colmillo en eso de comunicarse con los niños; el grupo ya le había llevado al público otras obras con títeres como una versión libre del clásico de la literatura costarricense Uvieta, de Carmen Lira, o bien La otra historia de Caperucita Roja, su versión sobre el famoso cuento Caperucita Roja.

Y como El Almo se dio su licencia para abordar El Principito, lo hizo de la forma que prefiere y maneja: los títeres. Es con ellos que va narrando los viajes realizados por un niño, a través de varios planetas, incluyendo la Tierra, en busca de amigos.

Respetando el diálogo que se da entre los distintos personajes, que se basa en un lenguaje muy poético, es que El Almo va contando las diferentes experiencias de ese niño en esta adaptación de Allan Calderón.

Poco a poco, en cada escena, es posible descubrir como aquellas frases, aparentemente sencillas, esconden todo un manual de vida.

Quizá por eso, el libro de El Principito fue catalogado de interés universal por la Organización de las Naciones Unidas, debido a su mensaje de superación y de exaltación de valores en tiempos de guerra, ya que fue escrita y publicada en plena crisis de la Segunda Guerra Mundial.

La construcción de los muñecos que usa El Almo para su versión de El Principito estuvo a cargo de la Fundación Skené y contó con el apoyo de las ilustraciones de Luis Demetrio Calvo y la escultura de Ricardo Vargas André, gracias al apoyo del Banco Nacional y de la Alianza Francesa.

Es que el arte tiene su precio.