Cuando el cantante José Luis Perales le dijo a Viva que ahora no pensaba en retirarse, era porque sabía que todavía podía llenar conciertos y enamorar a los asistentes. Eso fue lo que hizo anoche en el Palacio de los Deportes, en Heredia.
Anoche, el cantante no tuvo que competir con la lluvia ni con los partidos de futbol, ni siquiera con Lady Gaga. Él solo hizo que 4.000 costarricenses acudieran al concierto, el cual forma parte de la gira de su nuevo disco Calle Soledad.
Para dar inicio a una noche que pintaba ser romántica, el guitarrista y cantante costarricense Giovanny Rodríguez interpretó composiciones de autores nacionales para animar la jornada.
Nocturno íntimo, del poeta Jorge Debravo, y Noche inolvidable, de Ricardo Mora, fueron algunas de las canciones con las que Rodríguez conquistó los aplausos de los espectadores.
Luego del guitarrista, las luces del escenario se apagaron y una ola de aplausos y gritos se oyeron para recibir a la estrella de la noche: el español José Luis Perales.
A las 8:15 p. m. sonaron los primeros acordes de Morir por ti , tema que puso a la gente de pie para recibir al artista.
Perales –de traje negro– estaba acompañado de su banda de siete músicos. El escenario tenía una imagen de la Calle Soledad (nombre de su más reciente disco), donde se crió.
Más tarde siguieron las piezas Me llamas , Quisiera decir tu nombre y Por si las musas , con las cuales los asistentes no dudaron en sacar las cámaras, para grabarlas y tenerlas como recuerdo. Estas sonaron más modernas, ya que tenían arreglos con guitarra eléctrica.
“¡Buenas noches, Costa Rica! Una vez más nos volvemos a encontrar. Ojalá, esta noche sea mágica para todos. Pasaron seis años, pero esta noche vamos a cantar nuevas canciones y las que yo sé que ustedes quieren escuchar”, comentó .
También lo nuevo. El turno de las piezas nuevas comenzó con Como duele el aire , que se desprende del último trabajo discográfico del compositor.
Conforme avanzaba la noche, los aplausos y los recuerdos crecieron; así fue como llegó Amada mía , tema que emocionó el público.
Aunque el Palacio de los Deportes se caracteriza por el mal sonido en los conciertos, el español logró que su banda sonara como se debe en ese espacio.
Después, el público hizo con la canción La llamaban loca un coro unísono con el español.
“La Calle Soledad fue una calle donde corrí, jugué y crecí cuando era niño; con este disco, quise hacerle un homenaje a esos recuerdos de mi infancia; además en esa calle fue donde aprendí los versos de Gustavo Adolfo Bécquer”, dijo el cantante para introducir su obra Una canción llamada soledad.
Más adelante el Palacio cantó y vivió otras canciones como Y te vas, Breve como la luz, El invierno y Celos de mi guitarra.
Aunque todas las composiciones tienen un valor especial para Perales, hubo una que tiene una dedicación única; se trata de Canción para Manuela , letra que fue escrita para su primera nieta.
“Cuando ella nacía, el disco también nacía, así que escribí esta canción a una niña que es muy especial, porque fue la que mi hizo abuelo. Esta canción también se la quiero dedicar a todos los niños del mundo", expresó el artista.
El momento cumbre de la noche llegó cuando los primeros acordes de ¿Y cómo es él? se hicieron sonar por la banda de siete músicos. El Palacio entero se puso de pie para despedir al cantante.Perales abandonó la tarima, pero los cientos de asistentes gritaron “Otra, otra”, hasta que el español salió de nuevo a continuar con el show .Para cerrar la jornada, el compositor interpretó las canciones Te quiero y Un velero llamado libertad. “Muchas gracias, muy buenas noches. Hasta siempre Costa Rica”, se despidió el cantautor.