Pau Donés y la Filarmónica llevaron a su clímax las canciones de Jarabe de Palo

El compositor español deleitó al público del Teatro Melico Salazar y demostró por qué sus canciones lograron llenar el teatro por tres noches seguidas.

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“Una noche fantástica y única, una delicia”. Así definió Pau Donés, de Jarabe de Palo, su paso por el Teatro Melico Salazar junto a la Orquesta Filarmónica de Costa Rica.

El español llegó al teatro desde este domingo 17 de diciembre y seguirá ahí junto a la orquesta hasta este martes 19 de diciembre armado solamente con sus canciones y su carisma monumental.

Meses atrás, el público tico había agotado todas las localidades del recinto para los tres conciertos, algunos de ellos en cuestión de minutos. Ese interés fue recompensado con dos horas de concierto, que, en efecto, se sintieron fantásticas.

Para el segundo concierto de la serie, este lunes 18 de diciembre, Pau Donés llegó al escenario alegre y tirando besos al público.

Vestía jeans, un saco azulgrana y una camisa negra en la que se leía “11-10-66”, su fecha de nacimiento, un amuleto que viste desde que inició su segunda batalla contra el cáncer.

Desde el primer minuto de concierto quedó claro que el vínculo de Donés con Costa Rica era muy especial.

“Vengo aquí a audicionar”, dijo el vocalista en son de broma, haciendo evidente que no lo acompañaba su banda sino la de la filarmónica. “Si lo hago bien aquí me quedo trabajando”.

Sus intervenciones redondearon un maravilloso espectáculo, en el que juntos elevaron a la máxima potencia los éxitos del Jarabe de Palo.

Eterno encanto

A las 8 p.m. entró al escenario para interpretar Agua, un tema que tiene casi 20 años en la memoria del público. Los 850 asistentes cantaron con él las primeras palabras del tema y dejaron saber que durante la mayor parte del espectáculo su voz no estaría sola.

Después de Duerme conmigo y Déjame vivir, Donés se dirigió al público por primera vez en la noche. “Esta es la primera vez que canto junto a una Filarmónica, esta noche es única y ese sentimiento no se puede pagar con dinero”, expresó emocionado.

Luego, continuó contando una historia de un viaje a una playa que inspiró una canción, llena de dobles sentidos.

“La chica y yo estábamos, pues... Jugando tenis. Eso que viene y va, ustedes entienden. Y yo llegué al match point más rápido que ella y pues ella me dijo ‘No te quedes dormido’, frase con la que terminé nombrando la canción”, comentó, solo para arrancarle carcajadas a todo el público. El encanto de Donés tomó prisionero a todo el teatro.

Continuó entonces con la animada No te duermas y luego Frío, tema que brilló con un elegante arreglo sinfónico. Los instrumentos de banda de rock (batería, bajo y guitarra eléctrica) que acompañan a la filarmónica se quedaron en silencio durante la canción, solo para aumentar el peso emocional del tema.

Más que 50 palos

Jarabe de Palo pasó el año de gira y ha promocionado 50 palos, un álbum que compila sus éxitos interpretados con voz y piano. Ese formato fue exaltado por la Orquesta Filarmónica y los arreglos de Paul Rubinstein y el sonido del teatro, que permitía escuchar cada tecla del piano, cada golpe al xilófono, cada nota de las cuerdas.

Si bien la mayoría de las canciones fueron coreadas por el público, la llegada de Completo incompleto marcó una seguidilla de temas ultra coreados. Tiempo, Mamá, Dos días en la vida (dedicada a Celia Cruz) y por supuesto La flaca dejaron mostrar la fidelidad del público.

Para esta última todo el público se puso de pie a petición de Pau Donés y bailó con él a la distancia. Esos 850 compañeros de baile cantaron –sin que él les les guiara– el coro completo de la canción y la energía del público de pronto superaba a la de la orquesta, apenas audible por ratos.

Al finalizar La flaca —y con ella la primera mitad del concierto— el público se unió en un estruendoso aplauso, visiblemente satisfecho con el resultado.

'Amenaza con volver'

En la segunda parte del concierto, Pau Donés tuvo menos intervenciones, pero el público pudo cantar muchas de sus favoritas. Donés y la orquesta iniciaron con Mucho más, mejor, tema que cambió su ritmo roquero por uno más tropical.

En este tema, Donés aprovechó para cantar en medio de la orquesta, junto a los coristas que le acompañaban. En la siguiente canción, Me gusta como eres, se sentó al borde del escenario en un parlante. En El lado oscuro invitó al público a bailar y de nuevo le cumplieron.

“¿Saben por qué estamos aquí?”, preguntó. “Resulta que mi vida amorosa siempre ha sido un desastre. Si fuera tico no lo diría —porque los ticos son bien orgullosos—, pero a mí todas las mujeres me han dejado. Cada vez que se van he intentado ganarlas de vuelta con una canción.

”La estrategia no me ha funcionado con las mujeres, pero con esta canción que sigue traté de cantarle a uno de mis grandes amores, la vida. Tengo la suerte de que esta vez me haya servido”, comentó el vocalista.

El público entero sabía la canción que seguía era Humo, esa en la que Donés dice “Ahora solo me queda esperar a que llegue la hora” y en la que confiesa que vive sus últimos días “sin miedo ni fe”.

El arreglo realzó los detalles de la canción y la interpretación de Donés fue sobria, sin melodrama innecesario, solo como un hombre que abría su corazón frente a 850 personas. El público lo vitoreó y aplaudió al terminar la canción.

El concierto continuó con clásicos como Grita y Bonito. En esta última el saxofón y el peso del bajo y la batería contagiaron a todo el público a bailar de nuevo. Donés se paseaba por el escenario despidiéndose, mientras dejaba que el público cantara algunas partes del coro por sí solo. Estaba llegando el final.

Finalmente salió del escenario, solo para volver dos minutos después, en medio de un estruendoso aplaudo. “Así sí regreso”, dijo el vocalista. “Este amenaza con volver”, dijo Marvin Araya, director de la filarmónica, quien prometió que la siguiente visita sería grabada y realizada en un recinto más grande.

El concierto finalizó con todo el público de pie cantando Depende, que en esta ocasión tuvo un arreglo reggae. Donés sonreía satisfecho y al finalizar la canción, agradeció a todos los presentes y al grupo telonero, Entrelíneas.

“Espero verlos a todos pronto”, dijo el español y se retiró del escenario a las 10:10 p.m.

Teloneros

La banda nacioanal Entrelíneas, dio una corta pero agradable presentación para abrir al concierto. Si bien su espectáculo se dio mientras el público ingresaba al teatro, los nacionales dejaron ver que temas como Hasta ver salir el sol y Noches buenas (de su álbum Primavera flor) son reconocidos por el público tico. El grupo ha tenido un año de intensos fogueos, con viajes por México y Guatemala y la experiencia se notó en su presentación de 20 minutos.