Para las voces de ‘La gallina ciega’, la obra es reto y placer

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Hace cinco años, el regalo de Navidad para una prisión madrileña fue el chispeante ingenio de La gallina ciega . Como uno de los montajes más populares de la Ópera Cómica de Madrid, pronto conquistó a la audiencia inusual. “Creo que es el mejor público que hemos tenido jamás”, considera el barítono Gerardo Bullón, quien este fin de semana cantará la misma obra en nuestro Teatro Nacional.

“En cuanto salías a escena, era a disfrutar porque veías que ellos estaban disfrutando y no querían otra cosa más que eso. Reían todo, lo aplaudían todo; aplaudían cosas que nadie había aplaudido, captaban cosas que no había captado nadie”, recuerda el cantante, quien ha hecho su carrera en la zarzuela.

Con una obra como La gallina ciega es fácil acercarse a cualquier tipo de público. Este fin de semana será la primera vez que la presenten fuera de España, tras varios años de éxito. “Es una historia muy enrevesada, pero fácil de entender en cualquier parte del mundo”, dice el tenor Alejandro González.

En América Latina, atrae el género, especialmente por su incorporación de formas y ritmos de este continente a las tradiciones líricas europeas. Incluso, en La gallina ciega , el protagonista es un indiano (como se llamaba a los españoles que volvían adinerados de América) al igual que Manuel Fernández Caballero, compositor de la zarzuela.

Crecimiento. “Al conocerla, resulta sorprendente que una obra de esta calidad, tanto en lo musical como en el argumento, haya estado desaparecida tanto tiempo, porque es enormemente divertida, con un libreto prácticamente intacto desde su estreno, y que sigue funcionando. Tener la oportunidad de hacerlo y descubrirlo desde adentro sorprende”, opina Bullón.

Es especialmente retador para los actores asegurarse de que el diálogo quede claro, interpretar con alta calidad vocal y actoral y mantener el ritmo de la obra. “Todos tienen que ser buenos actores y buenos cantantes. Si cualquiera de ellos falla, la obra se viene abajo”, dice Bullón. “La gente se la pasa bien desde el primer momento. Con obras tan bien hechas, no hay que buscar muchas vueltas para hacerlas. Funcionan tal y como están”, comenta González.

No obstante, como otras zarzuelas, La gallina ciega había estado alejada de los escenarios hasta que la compañía la devolvió al brillo.

La relativamente poca atención prestada a la zarzuela excede a este título. “Por los propios españoles, existe un cierto complejo con respecto a la zarzuela, como música menor y obras escénicas menores, por lo general por desconocimiento. Eso hace que se apoye poco por la idea de que son obras antiguas y obras malas”, opina Bullón.

“Sé que Latinoamérica aprecia mucho la zarzuela y le da mucho valor, paradójicamente más del que le damos en España”, comenta el barítono Enrique Sánchez. “En España, quizás ese aire popular, un poquito folclórico, hace que lo desprecien un poco. Ese matiz, fuera de España, no existe, y quizá por eso lo aprecian en su justa medida”, añade.

Para los tres, ciertamente, participar en la compañía privada de zarzuela más exitosa de España ha sido una plataforma para proyectarse y afinar su trabajo.

“En España, para cantantes jóvenes, cuando estás empezando, es una vía. Es más fácil empezar en zarzuela que en la ópera”, explica González.