Pandora en el Palacio de los Deportes: lluvia de amor en tres voces femeninas

Con un Palacio de los Deportes a reventar, el trio Pandora encantó de nuevo a su fanaticada costarricense.

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Pandora es, definitivamente, sinónimo de romance, pero también de energía, calidad, potencia y talento y así quedó demostrado una vez más ante el público costarricense la noche de este sábado.

Con un Palacio de los Deportes a reventar, el trío mexicano formado por las hermanas Mayte e Isabel Lascurain y su gran amiga, Fernanda Meade, conquistaron una vez más a Costa Rica. Celebraron así más de 30 años de carrera en un concierto cargado de emotividad, canciones nuevas y grandes recuerdos.

Para Pandora no fue necesario un montaje espectacular en su recital. El minimalismo delicado en su escenario demostró buen gusto, pero también la importancia que las tres le dan a la presencia artística. Sus voces impecables, acompañadas por ocho grandes músicos, bastaron para sostener todo el show .

Antes de que salieran a escena, el público –muy entusiasta– esperaba ansioso por ellas y con coros improvisados que recorrieron las graderías y las áreas vip del recinto, calentaron gargantas para gritar a más no poder con sus estrellas.

El arranque, con la pieza El cielo, parte de su último disco Pandora al cubo, hipnotizó a los presentes. Se nota que la complicidad y el cariño por las tres intérpretes se han mantenido intactos a lo largo de estas tres décadas y que su público recibe bien los cambios que han pasado como grupo.

El repertorio fue el un sentido repaso por las canciones infaltables con la calidad de Pandora impregnada en cada letra y cada nota a pesar de los conocidos problemas de acústica que tiene el Palacio de los Deportes. Ellas esforzaron sus voces al máximo para resguardar la calidad de su obra y sus fans lo agradecieron de pie aplaudiendo, cantando y gritando.

El repertorio pasó por Matame, Sólo él y yo, Mariposa, No puedo dejar y un popurrí de canciones de Emmanuel para darle lugar a una de las partes más movida del espectáculo.

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Bajando un poco las revoluciones, el trío busco unas sillas y dedicó un espacio a la intimidad de las baladas con Todavía, Ojalá y Horas. Así también tuvieron la oportunidad cada una de cantar en solitario: Isabel con Amor amor, Fernanda con Un toque de locura y Mayte con Sin él.

De nuevo juntas en tarima, con los acordes de La maldita primavera (que hizo famosa en español Yuri, pero que ellas interpretan con el mismo amor como si fuera propia), el coro en el Palacio se volvió ensordecedor. Esta parte del recital dio paso al cierre que venía cargado de algunas polcas y el esperado adiós al ritmo del éxito Cómo te va, mi amor.

Una vez más, Pandora dejó claro que no tienen fecha de caducidad y que, como el vino, ellas saben mejor con cada día que pasa.