Paloma San Basilio: ‘Ahora mismo voy tranquila donde el corazón me lleve, no tengo prisa’

La artista española no quiso dejar del todo los escenarios, como lo había anunciado en el 2014, ahora vuelve a nuestro país para cantar una vez más en el Melico Salazar.

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Diva de la música romántica de habla hispana, cantante, escritora, actriz y pintora; Paloma San Basilio y sus 45 años de trayectoria artística son muestra del poder femenino y de la intensidad con la cual se vive el amor.

Este 16 de febrero San Basilio llega una vez más a Costa Rica para cantarle a sus seguidores desde el alma, de cerca y de manera íntima en un concierto donde hará un repaso por su historia. La cita es en el teatro Melico Salazar, a las 8 p. m.

Todavía quedan entradas disponibles en el sitio www.eticket.cr , los precios van de los ¢26.000 a los ¢94.000.

Paloma atendió una entrevista telefónica a Viva desde su casa en España, donde habló de su espectáculo Más cerca, su vida artística y familiar. A continuación un extracto de la conversación.

–¿Cómo será el desarrollo del espectáculo de cara a este nuevo encuentro con su público costarricense?

–Estoy encantada. Costa Rica es una tierra que me gusta mucho en la que siempre he disfrutado enormemente. En esta ocasión, de una manera muy especial, el concierto que he preparado es algo muy personal; es un diálogo con los viejos amigos que llevamos tantos años encontrándonos.

–¿Qué la motiva para escoger las canciones del repertorio?

–Lo que no quiero hacer es una biografía; lo que sí he querido es fundamentalmente contar y cantar la transformación de la persona desde aquella chica joven que empezó y el cómo se transformó en alguien que decidió apostar por la música.

–Hubo una renovación con el disco Amolap, trabajó con su hija como productora. ¿Cómo se desarrolló este proyecto?

–Eso es un poco de lo que cuento en este show: no tener miedo o por lo menos plantarle cara y saber que no hay que usar muletas o disfraces que te impidan ser tu mismo. En esa desnudez no tener miedo a lo que te enfrentas o cómo el público te recibe, porque creo que lo auténtico, lo que nace de la verdad es mucho más interesante y mucho más fácil de compartir.

–¿Cómo disfruta ahora de su relación con su hija y sus nietos ya que siempre dijo que le dolía no haber estado con ella cuando era pequeña?

–Esa es una de las grandes oportunidades que te da la vida. Cuando decidí parar esa dinámica fue porque pensaba que tenía que hacer otra cosa; eso me ha permitido pasar con ella y con mis nietos en mi casa de Los Ángeles donde disfruto con ellos, ese es un regalo en esta etapa maravillosa que te compensa esos tiempos que no podía compartir con ella.

–¿Entonces qué la motivó a seguir con su carrera luego de anunciar el retiro?

–He vuelto por cosas muy puntuales, por proyectos que me parecía que tenía que afrontar porque era una experiencia nueva. Canté con un coro de voces blancas, de niños, con piano, también hice musicales. Escojo proyectos puntuales que me obliguen a hacer un ejercicio de seguir aprendiendo, esforzarme por mejorar y tocar cosas que antes no tocaba.

–¿Cómo asume el ser una diva, una artista fuerte, una persona que representa el coraje de la mujer?

–Es algo que no me prepuse, es una manera de ser que tengo desde pequeña. Soy arriesgada, rebelde, me ha gustado meter la nariz por todas partes y lo hago todo desde la más absoluta ilusión y desde la humildad porque todo me sirve para aprender sin tener miedo.

–¿Qué le ha dejado esa curiosidad?

–Me ha dejado una carrera donde he hecho de todo con la suerte de enfrentarme a personajes muy difíciles, la suerte de poder juntar mi voz con los grandes como José Carreras o Plácido Domingo. Yo le echo mucho valor a las cosas cuando me lo propongo.

–Pero usted también es una ícono de la música...

–Eso también es una respuesta a la cantidad de vueltas en aviones que he dado en mi vida y porque he sido muy fiel. Para mi generación era más fácil hacer una carrera de alto recorrido porque había tiempo para trabajar en los discos, no había esa voracidad y volatilidad que hay ahora; eso te permite hacer una carrera más larga y quedar en la memoria.

–¿Cree entonces que se disfrutaba más la música de esa manera?

–Tenemos un crecimiento exponencial, ahora es un movimiento en espiral. No hay que ir a la nostalgia de que cualquier tiempo pasado era mejor, pero se pierdan más las cosas que en otro momento se habrían saboreado, escuchado con más cariño y al cabo del tiempo hubieras encontrado un mensaje distinto; todos esos sentidos que se necesitan que los da el tiempo para poder proyectarse se pierden con la velocidad.

–¿Cómo resume la banda sonora de su vida, cuál canción no podría faltarle?

–La banda de mi película es una mezcla de muchos temas, pero el segundo movimiento de la Sétima sinfonía de Beethoven, es una belleza, es algo que empieza con suavidad, calma y paz; es un nacimiento que va eclosionando y tomando fuerza, me encanta oírla. Alfonsina y el mar casi siempre lo canto, refleja muchas cosas no solo el amor imposible, sino la imposibilidad de alguien de vivir una vida y no poder renunciar a ella.

–¿Qué mas falta por cumplir en su carrera?

–No me falta nada, y no es que sea conformista, es que no quiero ser egoísta ni ambiciosa. Tengo más de lo que imaginaba, soy una persona privilegiada con una carrera muy rica, muy diversa, he cumplido mis sueños de la infancia sobre un escenario. He podido escribir y hacer cosas que tenía pendientes, ahora mismo voy tranquila donde el corazón me lleve, no tengo prisa, mi meta es cantar en esta gira y compartir este Más cerca y que mi gente sea feliz.