Más de 120 artistas tomarán el escenario del Teatro Nacional este fin de semana para interpretar una de las más grandes obras del compositor austriaco Wolfgang Amadeus Mozart.
Se trata del cuarto concierto de temporada de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), la cual se fusionará con el Coro Sinfónico Nacional (CSN) para darle vida a la reconocida Misa en do menor. Este viernes, la presentación será a las 8 p. m. y el domingo a las 10:30 a. m.
Bajo la batuta del director titular de la orquesta, Carl St. Clair, este concierto incluirá también la obra Los sueños y plegarias de Isaac el ciego , del compositor argentino Osvaldo Golijov.
Fusión. El coro lleva dos meses preparando la obra de Mozart de la mano de su directora, Marcela Lizano. Es la tercera presentación de Lizano como directora del coro junto a la Sinfónica Nacional.
“Esta una de las obras más importantes de Mozart, es una de sus obras cúspide. Es hermosísima, pero también es una obra de cierta complejidad. Les exige a los cantantes intensidad, pero también mantener la elegancia del período clásico del que viene el compositor y la obra”, comentó Lizano.
Para la interpretación de la Misa en do menor se contará con cuatro cantantes líricos invitados: Christina Pier (soprano estadounidense), María Marta López (soprano nacional), Ernesto Rodríguez (tenor nacional) y José Arturo Chacón (barítono nacional).
En cuanto a la obra de Osvaldo Golijov, el solista invitado para interpretarla será David Krakauer, un afamado clarinetista neoyorquino que se ha presentado con reconocidas agrupaciones como el Kronos Quartet, el Tokyo String Quartet, La Orquesta de Lyon (Francia), la Orquestra Sinfónica de Madrid y más.
“La primera pieza es un viaje increíble por Isaac el ciego, un conocido rabino, lleno de luz y misticismo”, explicó Carl St. Clair.
“Es una pieza para clarinete y orquesta de cuerdas. Está escrita en el estilo de klezmer (género musical étnico desarrollado en las comunidades judías existentes antes de las dos guerras mundiales). Nadie lo hace mejor que David Krakauer. Será un gran espectro de emociones humanas”, detalló el director.
“La razón por la que me gusta combinar esta pieza con la Misa de Mozart es porque muestra las coincidencias entre dos religiones como el judaísmo y catolicismo, pero también nos permite escuchar a Mozart con oídos completamente frescos después de Los sueños y plegarias de Isaac el ciego”, agregó.
Invitado de lujo. Para el clarinetista Krakuer, la interpretación de la pieza de Golijov va mucho más allá de una labor mecánica, es un reencuentro con su pasado.
“Es una pieza con la que he vivido mucho tiempo, Osvaldo es un gran amigo”, comentó el neoyorquino. “Se relaciona con la tradición asquenazí (nombre dado a los judíos que se asentaron en Europa central y oriental). Lo que él quería hacer era escribir una pieza que metafóricamente fuera un portarretratos de los tres mayores idiomas del judaísmo asquenazí: arameo –que es el idioma de Jesús–, yídish –que es el idioma de mis abuelos y bisabuelos que emigraron de Rusia y Polonia a Estados Unidos– y hebreo. Estos tres idiomas se expresan sin palabras a través de la música”. Agregó: “Es mi cultura de herencia y llegué a ella tarde en la vida. Cuando la descubrí me hice más cercano a ella”.
Para St. Clair, Krauker no es alguien que intente solamente tocar el clarinete al estilo klezmer. “Es auténtico. Lo respira y lo encarna, es parte de él. Así que estamos escuchando esta pieza de una manera muy auténtica y eso es raro”.
Este concierto, agrega el director, es una manera de combinar mundos muy diferentes que muestra las coincidencias y conexiones entre religiones. “La música puede unir estos mundos tan apartados como ninguna otra cosa puede hacerlo”.
Disfrute de las funciones el viernes 6 de mayo a las 8 p. m. y el domingo 8 de mayo a las 10:30 a. m. Lugar: Teatro Nacional. Precios: entre ¢4.000 y ¢18.000, según la localidad. 50% de descuento para estudiantes y ciudadanos de oro con carné.