Orquesta Sinfónica Juvenil inició gira centroamericana en cárcel de mujeres

Presentaciones en Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Guatemala y Honduras celebran el 30.° aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz

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Con un aguacero de fondo, los músicos de la Orquesta Sinfónica Juvenil se acomodaron en sus asientos dentro de la capilla de la cárcel de mujeres Vilma Curling Rivera (conocida hasta marzo como El Buen Pastor). Sobre sillas plegables, el público esperaba entre susurros y carcajadas: un grupo de mujeres, privadas de libertad, quienes fueron seleccionadas para estrenar el repertorio que la agrupación tocará en otros cinco conciertos de su gira centroamericana.

Reclusas, músicos y los estuches de los instrumentos más pesados ingresaron simultáneamente. Mientras los jóvenes músicos afinaban sus instrumentos, llegaron los otros invitados de la actividad, el viceministro de Gestión Estratégica de Justicia, Alejandro Redondo, y el expresidente y Premio Nobel de la Paz, Óscar Arias.

Este lunes, la presentación en la cárcel de mujeres fue la primera parada de la Sinfónica Juvenil en un recorrido por las capitales centroamericanas.

Los músicos de la agrupación serán dirigidos por el maestro Irwin Hoffmann durante las presentaciones que realizarán en Nicaragua, El Salvador, Guatemala y Honduras. El año pasado, Hoffmann recibió el Premio Nacional de Música por un concierto que realizó con la Sinfónica Juvenil en el 2015.

La gira regional es conmemorativa. Fue organizada por el Centro Nacional de la Música y la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano para celebrar el 30.° aniversario de la negociación que convirtió a Arias en acredor de su Nobel de Paz, en 1987.

"Hoy nuestro límpido azul del cielo, no se opaca por el trinar de las armas ni el bombardeo. Son nuestras aulas firmes baluartes de una educación donde miles de jóvenes se agrupan en busca de herramientas para superarse, donde se hace eco del mismo sentir del doctor Óscar Arias para conservar este preciado legado, la paz", leyó Kathya Salas, privada de libertad de 46 años e integrante de un comité compuesto por representantes de los pabellones de la cárcel.

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En su discurso, Arias compartió anécdotas sobre la época ebn que batalló contra los intereses de las grandes potencias de la época, Estados Unidos y la Unión Soviética. También recordó conversaciones con una madre de un guerrillero que estaba embarazada y quien le agradeció por salvar a sus dos hijos.

"Somos la progenie de una guerra desalmada, pero también la descendencia de un acuerdo de paz", dijo Arias frente al público de la capilla.

Antes de salir del país en esta conmemoración, la Sinfónica Juvenil ofrecerá un último concierto en el país, también con la compañía de Arias. La presentación será este martes, a las 7 p. m., en la Catedral Metropolitana. La entrada será gratuita.

Música inolvidable

Cualquier otra tarde, las privadas del Centro de Atención Integral (CAI) Vilma Curling Rivera habrían seguido su rutina cotidiana, trabajando o estudiando. En total, la cárcel tiene a 506 mujeres.

En la capilla del centro ingresaron las secciones de la Sinfónica Juvenil –las cuerdas, los metales, los vientes la percusión– y con ellos entraron una marimba y también dos arpas. Un poco apretujados, los jóvenes recibieron sonoros vítores al final de todas las obras (e incluso después de cerrar cada movimiento).

"Vamos a disfrutar de algo que, normalmente, no podemos tener acá. No podemos tener acceso. Eso es lo más bonito", aseguró una de las reclusas, de 33 años, quien prefirió no ser identificada con su nombre. "Somos muchas personas, de muchas edades, de muchos ámbitos sociales y muchos lugares diferentes, conviviendo juntas. Eso se vuelve difícil".

El concierto de la Sinfónica Juvenil reunió una muestra amplia de las mujeres del CAI: jóvenes, maduras, risueñas y cansadas. En un balcón de la capilla, un grupo de cuatro madres escuchó la música con sus bebés en brazos.

En la parte de atrás del templo, de vez en cuando, alguna carcajada se mezclaba con las notas de la música.

El director Hoffmann condujo a los músicos en un programa de tres piezas y un bis, con el cual agradecieron los sonoros aplausos que recibieron. La música fue presentada conforme se fue interpretando: Capricho español, Op. 34, del ruso Nikolái Rimski-Kórsakov (1844-1908); Concierto para marimba, del costarricense Luis Diego Herra (n. 1952), y la Sinfonía N.° 4, Op. 36, del ruso Piotr Chaikóvski.

La canción "de feria" fue Bajo truenos y relámpagos, de Johann Strauss. Todos los asistentes siguieron el ritmo de la polca con palmadas.

"Estar con una audiencia que tiene que estar aquí es una responsabilidad muy especial para nosotros. Tenemos que entregarles algo que van a recordar por mucho tiempo", explicó Hoffmann después del concierto. "Lo que tocamos es algo que la mayoría de ellas está oyendo por la primera vez y habrá algunas que quieran escuchar más música como esta".

Tras este debut, la Orquesta Sinfónica Juvenil seguirá su ruta por las capitales de Centroamérica. El maestro Hoffmann los dirigirá en el Teatro Rubén Darío en Managua (el 1.° de setiembre); el Teatro Nacional de El Salvador (3 de setiembre); la basílica de Esquipulas en Guatemala (4 de setiembre) y terminarán el recorrido en las Ruinas de Copán en Honduras (6 de setiembre).