Opinión: El Festival Picnic es el nuevo Festival Imperial

El evento, que en un inicio parecía apelar solo a un público fiestero-juvenil-urbano, se ha ido abriendo a roqueros, amantes del indie y mayores de 40. Su edición 2023 aspira a la internacionalización de la franquicia

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Por años el Festival Picnic no me llamó la atención. Sabía que era el encuentro aspiracional y muy apetecido por el segmento juvenil (al que hace rato no pertenezco) y que para muchos asistentes el cartel musical era si acaso sonidos de fondo, pues se privilegiaba la experiencia festiva y de trato VIP que ha sido el sello de la productora Jogo.

Año con año, el Picnic fue creciendo en convocatoria y ambiciones, ofreciendo cada vez nombres de mayor calibre, pero sin apartarse del repertorio pop latino y del omnipresente género urbano. Así, se hizo común que el festival tuviese a, por ejemplo, un Carlos Vives acuerpado por algún grupo que pegó una década atrás y que la gente recuerda con cariño, algunos solistas pop de media tabla, reguetoneros en ascenso y artistas nacionales no como estelares, sino complementarios.

Sin embargo, en el 2022 la producción dio un giro notorio y apostó fuerte. No se dijo explícitamente, pero el Picnic se lanzó en su edición postpandémica con todo a ocupar el vacío que dejó el Festival Imperial como, no solo el máximo festival de música en Costa Rica, sino también como esfuerzo de construcción de una franquicia de alcance internacional que atraiga a público de otros países, como ya sucede, por ejemplo, en México y Colombia, con espectáculos similares.

Así, el cartel del 2022 hizo girar cabezas de gente que usualmente no prestaba atención al Picnic, al incluir a nombres como Julieta Venegas, Zoé, Moenia y Ximena Sariñana. Y si bien el festival se celebró en condiciones menos que felices para un público entrado en años y algo incómodo que no disfruta particularmente de empaparse bajo un aguacero (contrario a sus hijos, felices en aquel baldazo con Rauw Alejandro), lo cierto es que el cruce generacional fue notable. La puerta quedaba abierta.

Todo esto sirve para entender por qué el cartel de la edición 2023 del Festival Picnic Centroamérica (ojo el cambio de apellido, buscando ir más allá de nuestras fronteras) se recibió con entusiasmo entre aquellos veteranos que vivieron (vivimos) las tres ediciones del Festival Imperial.

El anuncio del line up, hecho este 15 de noviembre, confirmó el secreto a voces de nombres que cuando suenan en Radio Disney lo hacen con la etiqueta de “clásicos”. Los Fabulosos Cadillacs, Incubus, Cypress Hill, Café Tacuba, Sean Paul y Los Cafres están confirmados para el Picnic 2023, certificándose que el festival quiere abrirse de par en par a un público multigeneracional y de amplio espectro musical.

Estos actos veteranos del mainstream se combinan en la nómina con artistas tremendamente contemporáneos de reguetón, como Eladio Carrión, quien creció en pocos meses de un rol secundario en la edición 2022 a ser uno de los headliners del 2023; Jhay Cortés, Guaynaa, Mora, etc. A ellos se suma también Ozuna, quien hace rato se posicionó como uno de los pesos pesados del género urbano y ya casi es visto como un “veterano”.

Las similitudes entre este Picnic y el Festival Imperial no son pocas. Cypress Hill e Incubus hicieron su debut y hasta ahora únicas presentaciones en suelo tico en el recordado festival del águila e, incluso, en la edición del 2008, Café Tacuba e Incubus fueron parte de la misma fecha del Imperial. Además, Vicentico, líder de los Cadillacs, actuó en la edición inaugural, del 2006.

También está el obvio detalle de que “la cerveza de Costa Rica” es uno de los principales patrocinadores del festival de Jogo, en lo que se podría interpretar como un amable traslado de la estafeta festivalera (”ustedes háganlo, nosotros los apoyamos”).

Fifco no cerró oficialmente la historia del Festival Imperial pero, lo cierto, es que ya se cumplió una década desde su última edición y no ha habido señales claras de que se piense reactivarlo. De ahí que ahora, a medida que el Picnic cada año cobra más preponderancia y convocatoria, pareciera aún más difícil que el Imperial vuelva a realizarse (al menos en el mediano plazo).

Un punto a favor del Picnic con respecto a su antecesor es la consistencia. Las tres ediciones del Festival Imperial parecieron criaturas independientes, con enfoques completamente diferentes, mientras que Picnic no ha variado su enfoque, sino que más bien lo ha ido ampliando pero sin alejarse de los elementos que han sido característicos de la franquicia desde su creación.

A diferencia del diluvio que embarrealó Pedregal en la edición 2022, el festival del próximo año se celebrará en verano, con lo que podríamos esperar condiciones más amigables con nosotros, los que ya escapamos de la definición de “persona joven”.

En setiembre de 1999 cubrí por primera vez un concierto de los Fabulosos Cadillacs, justamente en Pedregal. Difícil era imaginar entonces que, 20 años después, volverían al mismo lugar, acuerpados no por Aterciopelados y David Summers, como pasó aquella vez, sino por Elvis Crespo, Claptone, Reik y De la Swing, como ocurrirá en el Picnic 2023.