‘No prueben los paraísos artificiales, son la más horrible de las trampas’

Resurgir Luego de sufrir las secuelas del alcoholismo, José José les pide a las nuevas generaciones que no repitan sus pasos

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Sobreviviente al alcoholismo y a una serie de quebrantos de salud, que afectaron notoriamente su voz de tenor, el mexicano José José cree que su recuperación es fruto de un milagro, pues llegó un momento en el que creyó que era su fin.

Ahora, luego de tres años de recibir terapias y tratamientos médicos, el cantante de El Triste regresó al escenario con dos objetivos claros: demostrarles a sus seguidores que su voz está bien y mejorar su situación económica, pues aún tiene muchas deudas que pagar.

Previo a lo que será su concierto el 21 de mayo, en el Gimnasio Nacional, el artista conversó con Viva.

Son años de no venir a Costa Rica, ¿qué recuerdos tiene del país?

Es una maravilla, sobre todo la gente. Costa Rica es uno de los países que más admiro por su idiosincrasia, por la forma de ser de la gente. Es uno de los lugares donde he visto más armonía y más paz interior en la gente; eso y que las mujeres más lindas están en su tierra.

A inicios del 2010 supimos que se recuperaba favorablemente de la parálisis facial. ¿Cómo está su salud actualmente?

Ha evolucionado mucho el tratamiento, ya llevo tres años y medio con él. Ya recupere la posibilidad de vocalizar y, por eso, regresé a trabajar. El problema de la parálisis afecto nervios de la laringe, faringe y el pulmón; el tratamiento ha sido difícil, pero muy efectivo.

¿En algún momento de su crisis de salud pensó que nunca iba a regresar a los escenarios?

Tuve una incertidumbre muy grande porque, al principio, tenía que comer solamente líquidos; además, se me repitió la parálisis del lado derecho, pero, en la lucha constante, el resultado ha sido efectivo. Además, los ejercicios de vocalización me han ayudado a salir adelante. Gracias a Dios; estoy contento de subirme de nuevo al escenario, sobre todo porque con el trabajo voy a poder cubrir las deudas del hospital de mi esposa y cosas que se atrasaron en la casa.

Hay quienes creen que usted ya no canta como antes. ¿Qué dice al respecto?

Es elemental que piensen que uno no se puede recuperar, pero que lo juzguen cuando me vean cantar. Nadie en este medio, con una carrera extensa, vuelve a ser el mismo artista de hace 40 años; yo tengo 48 años de trabajar mi garganta con muchos esfuerzos, muchas posibilidades. Tuve una pulmonía fulminante en 1972, que me dejó el pulmón izquierdo muy lastimado; ahora, con los años, se ha recrudecido la lesión y es algo que tengo controlar para trabajar.

¿Cómo lo cambiaron todas estas pruebas?

Es algo que tuve que aprender a enfrentar, pero nunca estamos solos los seres humanos. La más grande solución para todos mis problemas de alcoholismo, la enfermedad de mi esposa y mis padecimientos es poner todo lo que me pasa en las manos de Dios.

En los últimos años, varios artistas le han rendido homenajes, ¿qué representa esto para usted?

Es una gran alegría porque, en mi época, les canté a todos sus papás y a sus abuelos, y ahora les estoy cantando a sus hijos. Ahora, artistas como Banda El Recodo, Carlos Cuevas, Manuel Mijares, Cristian Castro y los roqueros se acercan a las nuevas generaciones interpretando la música que yo grabé y el público, a su vez, la hace parte de su historia sentimental.

Las jóvenes lo tienen presente. ¿Qué mensaje les da a ellos?

Por favor, no prueben los paraísos artificiales; son la más horribles de las trampas que hay en la vida; nadie te dice adónde vas a ir a dar y menos cómo salir de ahí. Yo soy un milagro de recuperación por probar los paraísos artificiales y un alcohólico recuperado, gracias a Alcohólicos Anónimos.