Nano Fernández: el hombre del oído más fino

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En medio del bosque seco del Parque Nacional Santa Rosa, el pianista Manuel Obregón no estaba solo en su maniobra de ir componiendo en vivo a partir de los sonidos de aquel paraje.

Una pieza fundamental, umbilical, era Nano Fernández, el sonidista; hombre responsable no solo de pulir lo que del piano saliera sino responsable, muy especialmente, de capturar de forma limpia cuanto sonido diera el bosque: aves, monos, viento, hojas...

Nano Fernández tiene un oído agudo y es un feroz defensor de la limpieza del sonido. Fue responsable de la segunda edición sonora del Simbiosis original –el grabado en el bosque lluvioso– y hoy vuelve a la aventura, solo que en un lugar seco.

En la casona, o el mesón, del Parque Nacional Santa Rosa, Nano Fernández conversó con Viva .

¿Está frente a un reto?

Siempre es un reto.

¿Cómo está siendo grabado este nuevo Simbiosis ?

Los estamos grabando surround para crear un ambiente sonoro más lleno. Tratando de que cuando la gente lo escuche sienta que está en el lugar. Que se sientan en el bosque, que sientan como el coquito (ave) o las lapas pasaron de un lado a otro. Estamos grabando en varias pistas separadas y usando el piano eléctrico como referencia.