Músicos nacionales despiden con admiración al maestro Otto Vargas

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San José (Redacción)

El músico, compositor y arreglista Otto Vargas falleció la madrugada de este viernes en el Hospital San Juan de Dios por causas naturales.

Así lo comunicó su hijo, Otto, a La Nación. "Le hicieron una operación que era riesgosísima y fue exitosa. Pero luego sufrió complicaciones propias de su edad, le empezaron a fallar algunos órganos y finalmente eso es lo que le causa la muerte", comentó el periodista.

La noticia se extendió entre la comunidad de músicos, autores y productores musicales, quienes lo recordarán por temas como Pájaro cantaor, el bolero Solo quiero mirarte y hasta la canción Ninguno pudo con él, himno del Club Sport Herediano.

El maestro Otto Vargas falleció en el hospital San Juan de Dios rodeado de sus tres hijos, Otto, Cecilia y Maribel, además de su nieto mayor, Gabriel y el músico Carlos Pitusa Gutiérrez, de la Orquesta La Solución.

"Yo que lo vi reír, tocar, dirigir y de todo, tuve un momento muy difícil verlo en una situación de inconsciencia, en sus últimos momentos. Pero gracias a Dios ya descansó", comentó Gutíerrez.

"Don Otto nos deja un legado musical extraordinario no solo en cantidad sino en calidad. Fue un gran compositor y gran arreglista, de uno a diez, él solo hacía dieces", agregó el percusionista.

Javier Valerio, del grupo SonSax, quien en el 2015 junto a su agrupación le realizó un homenaje en el Teatro Nacional también reaccionó a la noticia. Del homenaje, Valerio recuerda que don Otto no quiso solo quedarse en las butacas del teatro y pidió formar parte del espectáculo.

"Cuando lo llamé para decirle del homenaje me dijo que sí iba, pero que como tenía 12 años de no tocar saxofón no se animaba a hacerlo; sin embargo, dentro de la conversación como que le picó el gusanito otra vez, me dijo que no tenía saxofón y que si yo le podía prestar uno para tocar porque ya se sentía 'embarcado", recordó Valerio sobre esa ocasión.

Curiosamente, esa noche fue el debut del maestro en las tablas del Teatro Nacional. "La gente no esperaba que don Otto tocara, fue muy bonito porque interpretó dos de sus canciones, además del homenaje él se sintió muy agradecido por la oportunidad de tocar en el Nacional por primera vez", agregó el músico.

Otro gran artista que recuerda con cariño a Vargas es su familiar, colega y coterráneo Gerardo Lalo Rojas. Desde Honduras, el saxofonista habló sobre el gran significado del alajueliteño para las artes nacionales.

"Puedo decir que qué privilegio el que uno se pueda despedir de esta etapa de la existencia con una vida llena de triunfos y sabiéndose tan querido por todos. Fue un músico natural, de esos que tienen la vocación, las condiciones, la pasión y el interés por este arte tan hermoso.

En los últimos años siguió disfrutando de la admiración de los músicos, pero también del respeto por parte de las nuevas generaciones de artistas; su vida fue una bendición desde cualquier perspectiva, no pudo despedirse en mejores condiciones", acotó Rojas.

El productor musical Luis Jákamo se sumó al dolor de la familia y recordó a Vargas como un hombre "que siempre nos transmitió mucha paz".

"Lo conocí a finales de los años 60 y tuve una amistad muy bonita con él. Fue un gran ejemplo para todos los músicos, una persona muy pulcra en su vida personal y artística", comentó Jákamo.

Estas mismas cualidades fueron celebradas por Gerardo Ramírez, vocalista de Los Hicsos.

"A los músicos les dio un gran ejemplo en muchos aspectos: siendo un excelente músico, un gran papá, un hombre dedicado a su familia y que siempre trató muy bien a todos sus colegas. Es una pérdida muy grande la del maestro Otto Vargas, como la mayoría le llamábamos", expresó Ramírez.