Meléndez también dejó en la música un legado memorable

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Aunque se le recordará por su gran trabajo en el teatro, la carrera artística de César Meléndez comenzó en la música. Allí, también dejó un tremendo legado, y también se le extrañará entre quienes le conocieron.

Es el caso de Walter Fonseca, de la agrupación Blanco & Negro, con la cual Meléndez obtuvo un gran reconocimiento gracias a su interpretación de la pieza Discúlpame .

“Yo entré en el 80 y él lo hizo unos años después, luego de que se abrió una audición para encontrar otro cantante. Desde el primer día fue siempre un excelente compañero”, recuerda Fonseca. “Aunque los dos éramos cantantes, no había rivalidad. Nos hicimos amigos”.

Fonseca cuenta que su amistad los llevó a compartir habitación durante las giras. Tiempo más tarde, esa amistad sería clave en la carrera de Meléndez.

“Se me aceró para decirme que el grupo Manantial le ofrecía más plata y me preguntó qué hacer. A mí me dolía perderlo porque era muy buen compañero, pero le dije que hiciera lo mejor para él. Siempre se mostró muy agradecido y muy atento conmigo”.

En Manantial, Meléndez también supo aportar y encontrar el éxito. Su interpretación de Te pido perdón fue fundamental para la música ochentera en el país.

“Su ingreso al grupo le agregó carisma a nuestros conciertos, sobre todo por lo mucho que le gustaba bailar”, comenta Sergio Garrido, de Manantial. “César rejuveneció al grupo”.

Garrido ejemplifica la calidad de persona que era Meléndez con una anécdota: “Yo estaba enfermo del estómago y César tomó una bicicleta desde Tibás hasta San Antonio de Belén para llevarme una medicina. Eso nunca lo olvidaré”.

El currículum musical de Meléndez fue vasto: compartió escenario con Wilfrido Vargas, las agrupaciones Pimienta Negra y Baby Rasta, e incluso formó parte del Coro Sinfónico Nacional.

“Creo que se unió al coro porque quería explorar nuevas alternativas para explotar su talento”, dice Ramiro Ramírez, quien fue director del Coro durante varias décadas. Fue un tiempo breve pero, en opinión de Ramírez, provechoso, en el que destacó su trabajo en la Novena Sinfonía de Beethoven.

“Para comprender quién fue César como ser humano, basta con echar un vistazo a su carrera y a la pasión con que se entregó a ella. Es una pena que se haya marchado tan pronto ”, recuerda Ramírez.