Mañana el  jazz se volverá sinfónico

La Orquesta Sinfónica Nacional enfrentará un reto distinto: tocar jazz sinfónico. Para hacerlo, invitaron al ensamble Combo Nuvo, de Nueva York, quienes traen una propuesta innovadora

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La Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) tiene en frente un nuevo reto: esta vez no se trata de interpretar una de las complejas obras de Béla Bartók o una de las composiciones maestras de Gustav Mahler; en esta ocasión, el reto es ir por caminos poco recorridos, romper el molde y hacer algo distinto: tocar jazz sinfónico.

Pero los músicos de la orquesta no estarán solos... para emprender esta travesía contarán con el Combo Nuvo como invitados, septeto de Nueva York, conformado por músicos de gran experiencia y trayectoria por los senderos del jazz.

Para guiar el viaje, estará como director invitado alguien de la casa, el clarinetista de la OSN y director de orquesta, Marvin Araya.

Ellos tendrán la tarea de ejecutar 10 composiciones como Nuvo Gruvo, Toc Din Day y Groove Time, todas originales de Dave Schroeder (saxofón) y Rich Shemaria (piano), integrantes de Combo Nuvo.

Completan el septeto Mike Richmond (chelo), John Hadfield (percusión), Lenny Pickett (saxofón), Gil Goldstein y Brad Shepik (guitarra).

El resultado del trabajo entre la orquesta e invitados se escuchará mañana y el domingo, en el Teatro Nacional, en uno de los conciertos de temporada especial de la orquesta costarricense.

Los invitados comenzaron este trabajo de jazz sinfónico casi por casualidad. Rich Shemaria recordó que compuso una canción con un arreglo para cuarteto de cuerdas (violín, viola y chelo), y al escucharla, se dijeron que sonaba bien, pero sonaría mucho mejor con una orquesta sinfónica.

Como son de armas tomar, Combo Nuvo pasó de las palabras a los hechos. Arreglaron varias de sus canciones y las tocaron en concierto con orquestas de los Estados Unidos y, en una ocasión, Perú.

Especial. La presentación del fin de semana tiene elementos que lo hacen distinto a otros que realizó la OSN, según Araya.

Para comenzar, se trata de obras escritas para ensamble de jazz, las que sus propios compositores arreglaron para ser ejecutadas por orquesta sinfónica.

Los temas del programa tienen el sello del jazz, pero, son claramente influidos por distintas corrientes, como la bossa nova, los ritmos latinos o sonoridades de los países mediterráneos.

Adicionalmente, el director invitado aseguró que se trata de composiciones muy bien escritas, propuestas muy “frescas”, pero de gran complejidad para la OSN.

“La dificultad no radica en la cantidad de notas, sino en lograr el ensamble (orquesta-invitados). Lo complicado es hacer que la orquesta toque y haga que lo difícil suene fácil”, aseguró Araya.

Todos esos elementos son importantes, pero aún más importante para Combo Nuvo es el disfrute del público; particularmente, Rich-mond comentó que si el público que asista al concierto conoce de jazz está bien, pero valoró que es más importante que quienes lleguen simplemente lo disfruten.

Durante el concierto, la orquesta no es un simple acompañante; por el contrario, tiene igual protagonismo que el solista, según el director.

También, existirán momentos para la improvisación, parte de la esencia del jazz. Crear el momento idóneo para esa improvisación no es sencillo, pero los músicos estadounidenses están confiados en la experiencia de Araya como músico de jazz, género que el tico desarrolló hace dos décadas.

Trabajo. Los ensayos comenzaron esta semana. Primero, el martes, entre el Combo Nuvo y el director; ayer fue el primer ensayo en conjunto, lo que se repetirá hoy y mañana.

Araya aseguró que sus compañeros se adaptan rápido al jazz, algo sencillo cuando se trabaja con músicos de gran nivel.

Y, justamente, esa capacidad musical de los miembros de la orquesta fue la que convenció, en parte, al grupo de los Estados Unidos para aceptar la invitación y realizar el concierto.

“En el 2009 se hizo sólida la invitación para venir (...). Dave ya había venido a Costa Rica y sabía que la orquesta (OSN) es muy buena”, recordó el chelista, al consultarle por qué aceptaron la invitación.

Una buena parte de la responsabilidad por el concierto la tiene el Centro Cultural Costarricense Norteamericano, institución que desde hace años promueve la cultura del jazz en el país.

Manuel Arce, responsable del departamento cultural del centro, explicó que, desde tiempo atrás, tenían el deseo de colaborar con la orquesta para hacer algo en conjunto. Al final, la oportunidad se dio para la celebración de los 65 años del Centro Cultural.

“Para nosotros era importante hacer este concierto, porque era como un regalo a la comunidad costarricense. El jazz es una expresión cultural de muy alto nivel”, concluyó Manuel Arce.