Julián Garita, cantante de Magpie Jay, dirige su cámara fotográfica hacia Felipe Apéstegui, guitarrista de la banda. “¿Qué hace usted si tiene que pasar una noche aquí?”. “Con un payaso”, agrega Felipe González, bajista. Todos se ríen. Martín Brandt, tecladista, empieza a hacer una risa siniestra –como la que haría un payaso– y las risas llegan de nuevo.
Las presentaciones y grabaciones de Magpie Jay suelen tener esa misma camaradería. Sus miembros, todos veinteañeros, se conocen desde el colegio. Los dos álbumes del grupo, Monte Claro (2015) e Islita (2016), fueron compuestos con toda la banda retirándose en la playa y las anécdotas y chistes internos sobran entre ellos.
Hoy se ríen el doble. Estamos en el primer piso del Teatro Melico Salazar y faltan apenas días para que den su primer concierto en el escenario, uno de los mayores del país. Llevan meses viéndose al menos tres días por semana durante las mañanas y han preparado cortos y animaciones para la fecha. En los últimos meses han tenido poco tiempo para chistes, por eso, esta oportunidad de contar lo que prepara, se celebra.
Este jueves 24 de agosto, el público finalmente podrá ver lo que tiene preparado la banda en su espectáculo El eclipse de ser , que además de un extenso repaso por su repertorio, mostrará la ambición del grupo, apenas formado en el 2013.
“No queremos que sea solo un concierto. Queremos aprovechar el espacio del teatro para sacar a ese escenario todo el potencial teatral que pueda tener”, comentó Felipe González, guitarrista del grupo.
Durante la conversación el grupo adelantó que serán acompañados en varias canciones por un cuarteto de cuerdas. Como invitados especiales estarán Rafa Vargas, percusionista de Sonámbulo y Fede Granados, saxofonista de Infibeat.
El grupo dividirá el concierto en actos, como en una obra teatral y además tendrá un telonero. Será el debut en escena de Achará, proyecto musical del cantautor Felipe Pérez.
Los boletos para el espectáculo están a la venta en la plataforma de Specialticket.net. Cuestan ¢13.000 en luneta, 11.000 en los palcos de piso primero, segundo y tercer piso, ¢9.000 en balcón del segundo y tercer piso y ¢7.000 en galería (cuarto piso).
Inspiración. Antes que plantearse un espectáculo en el Teatro Melico Salazar, Magpie Jay quería hacer algo aún más ambicioso: filmar una presentación en directo. El Melico era solo uno de los escenarios que contemplaron.
“Ya habíamos quemado El Steinvorth y Jazz Café también, no nos quedaban tantos lugares aquí (San José) en donde pudiéramos hacer algo diferente”, señaló Felipe González.
Sin embargo, hacer una grabación de ese tipo habría requerido casi tanto trabajo como plantear un concierto grande. En medio de esa situación, se juntaron los dos ingredientes principales del concierto, la inspiración y la iniciativa.
De la inspiración al espectáculo, se dice poco. Los muchachos bromistas se quedan en silencio y ven a Julián Garita explicar con cuidado el tema. Garita dice que una situación difícil como banda fue lo que inspiró el concierto.
“El eclipse de ser alude a este momento de incertidumbre, en que no sabíamos si íbamos a poder seguir y también alude a un ciclo. Un eclipse no es parte de la cotidianidad, pero tiene una relación directa con la luz y la oscuridad.
”La historia que vamos a contar es una fábula de un jardinero que tiene un espacio con plantas que, por querer obsesionarse con un ideal e irse en busca de algo más, termina descuidando su jardín. Es una metáfora para que las personas puedan conectarlo con lo que quieran”, detalló Garita, quien planteó la narrativa que hilará el espectáculo.
Durante la situación que casi hace que el grupo no continúe, explicó Felipe Apéstegui, también surgió la iniciativa de hacer un concierto grande
“En octubre del año pasado Antonio (Rodríguez, manager) salió con la fecha, nos dijo ‘maes ya hablé con la gente del Melico y el 24 de agosto pueden tocar ahí’. Pensamos que, ya teniendo la fecha, íbamos a ver cómo solucionábamos el resto”, explicó el guitarrista.
“Creo que hay muy poca oferta para jóvenes (en este espacio)”, señaló Antonio Rodríguez, el manager. “Con este show queríamos decirle al público joven que esto también se podía hacer, que ojalá fuera por nosotros que compraran su primera entrada al Melico”.
Trabajo. Un mes después de consolidar la fecha en el Teatro Melico, los miembros de Magpie Jay supieron que el grupo nacional 424 presentaría su álbum en el mismo espacio en febrero.
Los cinco miembros y el manager de Magpie Jay asistieron al concieto y lo tomaron como un caso de estudio para su propia producción. El teatro estaba lleno y 424 hizo un uso extenso de los recursos del teatro (tarimas, luces, equipo técnico) y dio uno de sus mejores conciertos. Ver ese concierto atizó las expectativas del quinteto.
“En ese concierto y en este escenario (señala el tablado) vimos muchas oportunidades. El espectáculo (de 424) nos activó a pensar qué queríamos hacer y cómo queríamos hacerlo”, dijo Apéstegui.
“En un bar uno tiene muchísimas distracciones, pero durante un chivo como ese (el de 424) no te queda de otra que sentarte a escuchar”, comentó Felipe González.
“Hay muchos arreglos y trabajos musicales que en un ambiente de bar se pierden”, agregó Martín Brandt, tecladista. “Esta es una oportunidad para mostrar todo eso en un espacio en el que vale la pena hacerlo”.
Después de que Julián Garita propusiera una narrativa para el espectáculo, el grupo la dividió en actos, por “sentimientos”: las canciones más alegres, las “enojadas”, las alegres.
“´Creo que nunca habíamos trabajado tanto en lalista de canciones, siempre es más casual. Soñábamos con hacer un espectáculo que combinara los temas de los dos álbumes y lo vamos hacer en grande”, señaló Felipe González.
El techo. Durante los últimos años, los grupos nacionales de rock no han registrado muchas visitas al Teatro Melico Salazar. 424 rompió una racha de 20 años sin que un grupo presentara allí un álbum y –con la excepción de El Parque–, muy pocos grupos se habían aventurado a dar un concierto allí.
Este años, además de 424 y Magpie Jay, el grupo Cocofunka anunció un concierto con invitados (23 de setiembre) y Debi Nova manifestó su interés en hacer un concierto en este mes de agosto, aunque no se concretó. Durante este año se han presentado Malpaís (abril) y Guadalupe Urbina (mayo).
Ha sido y será un año movido, pero lejos de verlo como competencia, los de Magpie Jay consideran que el fenómeno debería sostenerse.
“Ojalá esta seguidilla pasara todos los años; ojalá nosotros podamos hacer estos shows más seguido, me encantaría que se vuelva una tradición de la banda”, comentó Garita.
Felipe González y Felipe Apéstegui consideran que este concierto representa un escalón incomparable para su grupo. Puede que no haya un espacio más importante en Costa Rica para que presenten su música y se van a asegurar de hacer que cada elemento del espectáculo sea memorable.
Jugando de abogado del diablo, pregunto: Si este es el espectáculo más importante en el país, “el techo”, ¿qué sigue para el grupo? “Tocar afuera”, dice Apéstegui seguro.
Julián Garita coincide en la importancia del espectáculo y comparte las ganas de salir. Pero él cree que el techo del grupo está en otro lugar.
“El techo no es San José, ni el teatro. El techo es lo que podamos imaginarnos, es ese escenario y todo lo que podamos meter ahí”, finalizó el cantante.