Luis Eduardo Aute: ‘Nada me gustaría más que encontrarme con mi niño interior’

El artista anda de gira, trabaja en una nueva película y pinta unos cuadros... ¿Cómo lo hace? Él lo cuenta en entrevista con Viva

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe
Ver más

Luis Eduardo Aute no ve televisión y duerme tres horas al día. Él quiere dedicarle todo el tiempo posible a sus tres amores reales: la pintura, la música y el cine.

“No tengo cura, me gusta lo que hago y me entrego al cien, sin importar absolutamente nada más”, se justificó el artista, conocido por su tema Slowly , en una entrevista telefónica que concedió el martes pasado a Viva .

El español, nacido en Filipinas en 1943, dará un concierto mañana en Costa Rica, tras cuatro años de ausencia en escenarios ticos.

El show forma parte de su actual gira, en la que promociona su más reciente disco El niño que miraba al mar (2012). Esta producción tiene 12 canciones nuevas y una cinta animada dirigida por él.

Acá, un extracto de la conversación del martes.

En El niño que miraba el mar , usted deja palpable la necesidad que tuvo de comparar al niño que fue con la persona que es ahora.

Todo fue cuestión del azar. En 1945, cuando yo apenas tenía dos años, mi familia y yo andábamos de paseo en El Malecón (Cuba) y mi padre me tomó una fotografía mientras yo estaba sentado viendo al mar. En el 2011, fuimos a ese mismo lugar y mi hija me hizo una foto casi igual a la que me hizo mi papá, sin estar consciente de ello. Cuando vi la imagen en la cámara, me sorprendí y le conté la historia.

”De regreso a casa le enseñé la foto del álbum; ella y su hermano me la pidieron y, sin avisarme, hicieron un montaje con las dos fotos y me lo regalaron en mi cumpleaños. Cuando lo vi, me conmovió, reflexioné y pensé en cómo podría ser ese encuentro entre el niño y yo”.

Si ese encuentro se pudiese dar, ¿qué le diría?

Nada me gustaría más que encontrarme con mi niño interior, pero no sé muy bien qué haría si lo tuviera enfrente. Quizás intercambiaríamos unas miradas, talvez el niño tendría temor de ese personaje muy mayor que tiene al lado, no se identificaría, jamás pensaría que de mayor será así. El adulto mayor, por su parte, vería los ojos del niño y se preguntaría qué queda de ese niño en él.

”En la vida enseñan a matar nuestro niño interior y eso no está bien. Si tuviera la oportunidad de tenerlo enfrente, intentaría bucear en él para recordar cómo veía la vida y el mundo a esos años”.

Usted siempre deja claro que tiene miedo a perder el tiempo.

El miedo a perder el tiempo me empezó cuando entré a cierta edad en la que ya siento que me queda menos cantidad de vida, sin que esto se entienda como que tengo miedo a envejecer.

”Odio estar quieto, tranquilo, sin nada que hacer. El hecho de que haya experimentado con distintas disciplinas –odio ese término– también me hace sentir que aprovecho mis días”.

¿Por qué no le gusta el término ‘disciplina’?

Porque soy un indisciplinado de la disciplina.

¿Por qué?

El arte lo que hace es fabricar sueños y cada quien los hace a como mejor le convenga. Hay gente que es ordenada a la hora de trabajar; yo no puedo. Trabajo cuando hay algo que urge hacer. Trabajo caóticamente, paso de un medio a otro sin previo aviso.

¿Cómo es un día normal en la vida de Luis Eduardo Aute?

No es nada normal (risas). Hay noches que no me acuesto. Siempre he pensado en que trabajo mejor de noche porque estoy aislado, el teléfono no suena y nadie me inoportuna. Algunas veces me levanto a las 2 p. m., otras veces a las 6 a. m. Hago actividades diversas según el estado de animo que tenga y la energía con la que me levante.

”Nunca en mi vida he tenido días parecidos, no hay rutina, porque la odio. Creo que si todos viviéramos días diferentes, todo sería distinto, con más adrenalina”.

¿Cuál estado de ánimo lo inspira más?

Definitivamente cuando estoy feliz, disfrutando de la vida, del momento. Siento que así las cosas fluyen mejor. Aunque bueno, hay veces que las cosas no salen para nada bien, ni se desarrollan como yo quisiera.

¿Cómo hace para lidiar con esa frustración?

Una copa de vino ayuda, ¿no? (Risas). Esas dos cosas siempre me animan y me ayudan a ver todo con mejor claridad.

Ver más

En 1968 se retiró de la música porque estaba decepcionado del gremio. Hoy, casi 50 años después y tras su regreso, ¿cómo ve el mundo musical?

No hay cambios profundos, la dinámica es la misma. Hay de todo: cosas interesantes, que son las menos; y la música de usar y tirar, que es la más. Pero es entendible que existan esos dos polos opuestos, porque sería insoportable escuchar solo a Bach.

”Aunado a eso, en estos últimos años hay confusión, pero sobre todo un caos grande, cortesía de la tecnología. Tampoco hay plataformas para dar a conocer los trabajos que realmente valen la pena”.

En cuanto al cine, trabaja en una nueva película.

Siempre quise hacer cine, luego apareció la música y lo dejé pasar. Pero ese gusanillo por hacer filmes seguía vivo. Ahora hago una película de dibujos, muy elaborada. Tiene que ver con la canción El giraluna , y será una fábula basada en la historia de giralunas, que son girasoles al revés.

”De hecho, apenas doy el concierto en Costa Rica, me devuelvo a Sevilla (donde terminará su actual gira) para terminar esta película”.

Usted no expone pinturas desde el 2008, ¿trabaja en alguna nueva muestra?

No sé cuándo volveré a exponer; yo espero que en un año pueda hacer una exposición grande. Por el momento sigo pintando, peleándome con pinturas nuevas y le estoy dedicando el tiempo que puedo, que no es el mismo al que quiero.

”Esta muestra es figurativa y tiene como protagonista al ser humano. Son trabajos hechos en telas grandes. He disfrutado mucho estas pinturas porque me relajan y me hacen entregarme.

¿Qué técnicas utiliza?

He tratado con muchos medios, tipos de texturas y materia. Pero en esta ocasión estoy volviendo a lo clásico: pinto al óleo y ya no hay otras intromisiones. El óleo da para mucho, es muy placentero, no solo por la textura, sino por el olor especial que tiene.

La política siempre está inmersa en sus obras. ¿En esta también se verá?

Yo quisiera no tratar ese tema en estas pinturas, pero es imposible. La política es lamentablemente muy cínica y fea, vivimos tiempos cambiantes, de crisis y es difícil no ser sensible a eso acontecimientos políticos. Es imposible no sentirse interesado por lo que sucede, tal como las grandes desigualdades, corrupción, manipulación, un sistema económico que no funciona.

”Hay gente que piensa que por eso soy intelectual, pero no, es solo que soy sensible a esos temas”.

¿No se considera un intelectual?

No más que cualquier otro ser humano que tenga dos piernas, dos brazos y una cabeza. Hay algunos que evidentemente no se pueden considerar seres pensantes. Pero la capacidad para desarrollar inteligencia la tenemos todos.

Ver más