Como se esperaba, los grandes favoritos ganaron, pero seguidos muy de cerca por otras de las estrellas de la música latina. Así se vivó la décimo cuarta entrega de los premios Grammy Latinos , en el Mandalay Bay Events Center de Las Vegas.
El colombiano Carlos Vives se alzó como el triunfador al obtener tres galardones: mejor canción del año, mejor canción tropical (ambos por Volví a nacer) y mejor álbum de fusión tropical ( Corazón profundo ) .
La formación argentina Bajofondo, la artista mexicana Natalia Lafourcade, el productor estadounidense Sergio George y el brasileño Caetano Veloso lograron dos gramófonos dorados (estatuillas de los Grammy Latinos) cada uno.
Alejandro Sanz que llegó como claro favorito, con cuatro nominaciones, fue el primero en subir a recibir un gramófono en la categoría mejor álbum vocal pop contemporáneo, por La música no se toca ; sin embargo, la historia no se repitió más anoche.
Ganaron los nombres más conocidos, generando pocas sorpresas entre quienes siguieron la transmisión.
A la ceremonia le pusieron candela desde el comienzo, para elevar la temperatura dentro del hotel donde se realizó la ceremonia.
Wisin, esta vez sin Yandel, le puso el perreo a la lluviosa noche en Las Vegas. Junto a él un numeroso elenco de bailarines dieron la bienvenida a los presentes en el lugar y en el resto del mundo, gracias a la transmisión satelital que llegó a unas 80 naciones, según el canal TNT.
Omar Chaparro, invitado como animador junto a la cantante Lucero, buscó ponerle algo de humor a la premiación. El comediante acudió a chistes de situación; quizá en alguna parte del continente alguien se rió.
La mexicana Lucero trató de secundarlo, pero mostró un humor forzado. La intérprete de Electricidad llenó de belleza el hotel de Las Vegas: primero con un vestido rojo intenso y, 90 minutos después, con un sobrio vestido negro.
El tiempo es oro, eso lo saben bien los organizadores del evento, por eso la ceremonia avanzó como auto de Fórmula 1.
Un par de minutos después de Alejandro Sanz, Pitbull y su atropellado castellano recibieron un reconocimiento a la mejor interpretación urbana por su canción Echa Pa´llá (Manos Pa´rriba) .
“Esto es para los latinos en todo el mundo”, dijo Pitbull.
“Gracias a nuestro público por no habernos olvidado en estos años de ausencia”, aseguró Carlos Vives cuando recibió el Grammy Latino por al mejor álbum de fusión tropical gracias al disco Corazón profundo .
Este álbum requirió nueve años de espera y paciencia, hasta que el colombiano ofreció nuevos temas, como Volví a nacer .
Esa espera en verdad que le trajo réditos al intérprete de La gota fría ; él volvió a subir al podio para recibir el premio a la canción del año, por Volví a nacer . En una ceremonia previa no televisada, este colombiano recogió otra estatuilla por canción tropical.
Poca sorpresa podría considerarse el premio a Gaby Moreno, ganadora al Grammy Latino como mejor artista nueva. Además de ser apadrinada por Ricardo Arjona, ella competía con artistas casi desconocidos como Mojito Lite y los regiomontanos de A Band of Bitches.
Apostar a lo viejo conocido, en lugar de lo nuevo por conocer; esa sobresalió como la consigna en la premiación. Lo reconfirmó la banda argentina Illya Kuryaki and The Valderramas, quienes superaron a Pitbull, a Jorge Drexler y hasta el famosísimo Daddy Yankee al arrebatarles el Grammy Latino a mejor canción urbana por su sencillo Ula, ula .
Donde la sorpresa fue auténtica fue en el álbum del año: Draco Rosa se dejó el galardón por su disco Vida . Él superó a otros artistas favoritos como Alejandro Sanz, Carlos Vives y hasta al homenajeado Miguel Bosé.
Vitrina. Los Grammy Latinos son una gran vitrina para mostrar en vivo el trabajo de artistas consolidados y otros con menos espuela.
Una de esas fue la participación de Sanz y un enorme grupo de estudiantes de la prestigiosa universidad Berklee College of Music al interpretar La música no se toca .
India Martínez, artista que cada vez más comienza a mostrar su talento a nivel internacional, hizo dúo con su paisano Enrique Iglesias, en una versión menos bachata y más balada del sencillo Loco.
Frente al escenario también desfilaron con su música el dueto formado por Draco Rosa y Ricky Martin, interpretando una versión simplona de Más y más . Pero, claro, si está el intérprete de Fuego de noche, nieve de día difícilmente un público se resista a aplaudirle de forma entusiasta.
Una que siempre sabe tratar mal a los hombres y salir aplaudida por muchos de ellos es Paquita la del Barrio. Sin ninguna pena, rompió el protocolo y bajó a cantar entre la gente.
Si de ponerle energía a la noche se trató, al menos lo que se pudo ver desde un televisor, ese premio se lo llevó Marc Anthony. Él interpretó Vivir mi vida , punta de lanza de su álbum de salsa 3.0 .
Este fue el primero de los artistas en lograr poner al público de pie en el hotel Mandalay Bay Events Center.
Momento esperado. Miguel Bosé era el gran homenajeado de la noche, al ser reconocido por los Grammy Latino como la Persona del Año.
Parte de su múltiple exposición en esta décima cuarta entrega de los Grammy a la música latina lo puso frente a todo el público para interpretar un popurrí de sus éxitos. Ahí se dio el gusto de cantar Te amaré , a dúo junto a la italiana Laura Pausini; seguido de Nada particular , con Juanes, y una enérgica versión de Bambú , junto a Ricky Martin.
Lo especial de su participación fue esa transición que hizo de un escenario a otro, donde lo esperaba cada uno de los artistas.
Al recibir su premio aseguró que era “precioso” y “único”.
El español se mostró agradecido con el premio especial, que recibió de manos de Ricky Martin, porque galardonó tanto su labor como artista, como también sus esfuerzos como ciudadano que lucha por diversas causas sociales.
Tras tres horas de transmisión, la noche finalizó con una contagiosa interpretación de varios salseros como Óscar D´León, Willy Chirino y otros más, parte del disco Sergio George Presents Salsa Giants .