Llegó por La Traviata y se quedó 22 años

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En 1990, Sarita López fue contratada por la Compañía Lírica Nacional para ayudar a elaborar el vestuario de la ópera La Traviata , de Giuseppe Verdi, pero tanto le gustó el trabajo que lleva 22 años colaborando con la institución.

Ella es una de las cuatro costureras que, anualmente y durante varios meses, se encargan de dar vida a las creaciones de vestuario de estos espectáculos de bel canto y actuaciones.

“Vine con mucho miedo y, luego, una se entusiasma. Seguro no resulté tan mala porque me siguen llamando”, dijo ayer López frente a su máquina de coser, que le instalaron, provisionalmente, en el Teatro Nacional.

En estas décadas, ha visto muchas óperas y artistas. Algunos cantantes son delicados y su principal exigencia es no verse con sobrepeso; otros, en cambio, pasan tiempo a su lado y le llevan bocadillos, como Ilse Apéstegui .

Disfrutar de tantas puestas le afinaron el oído y gusto; por eso, con seguridad, afirma que Carmen , de Georges Bizet, es su favorita.

Ver el trabajo que realiza, junto a sus compañeras, la llena de alegría. “Me siento feliz; valen la pena las carreras, las malas noches, todo vale al ver la puesta en el escenario”, finalizó esta costurera con 45 años de experiencia.