La carga se hacía pesada y el recorrido era cada vez más pedregoso y empinado. Por eso, Mägo de Oz decidió dar de baja a tres de sus integrantes y continuar el camino sin ellos, como si nada hubiera pasado.
No hubo tiempo para parpadeos y más bien, en cuestión meses, el conjunto estaba en el estudio grabando disco con cantante, bajista y tecladista nuevos.
Se remozaron las metas y la alineación pero, al fin y al cabo, los españoles mantienen intacta la esencia que le ha deparado tantos éxitos a punta de mezclar rock pesado con música celta.
Txus di Fellatio, baterista y eterno líder del conjunto, le contó a Viva que Costa Rica podrá disfrutar de “una versión 2.0” de Mägo de Oz cuando se presenten mañana en el Pepper’s Club.
No tocan en el país desde antes de que se tomaran un descanso en el 2011. ¿A qué se debió esa pausa?
Necesitábamos un año de descanso, porque llevábamos 10 u 11 años sin parar, y a veces hay que alejarse un poco para tomar perspectiva de lo que se está haciendo.
”Las relaciones personales entre nosotros estaban deterioradas a causa de nuestro antiguo cantante, que no creaba buena energía. Fue un año de tomar decisiones.
”Nos sirvió para ponernos retos y dejar de trabajar por inercia. El reto era superar a la anterior formación con un gran disco y eso lo hemos conseguido”.
¿Qué puede esperar el público de este concierto en el marco de la nueva etapa?
Vamos a presentar nuestro último álbum Hechizos, pócimas y brujería, en el que volvimos a nuestros orígenes musicales. Mägo de Oz había dejado de componer en conjunto, pero, con este nuevo álbum, decidimos ser banda de nuevo y escribir en el estudio de grabación.
”Volvimos a hacer canciones más sencillas, sin la complejidad con la que últimamente estábamos acostumbrados a hacerlo. Volvimos un poco al sonido de los discos Finisterra o La leyenda de la Mancha”.
¿Cómo describirle el sonido de este nuevo álbum a quienes aún no lo han escuchado?
Cuando nos sentamos a hablar cómo sería el próximo disco, mi idea era hacer un disco más heavy, con más guitarras. Es un disco muy optimista y pegadizo.
El disco anterior tuvo críticas negativas, ¿pesó esto a la hora de elegir la línea del nuevo material?
No somos ajenos ni impermeables a la opinión de nuestros fans. Ellos demandaban algo más duro y seco y aquí tienen lo que querían. Sin embargo, no es que sea una complacencia, más bien este es el álbum más egoísta que hemos hecho hasta ahora. Queríamos un disco con esas características y, a la postre, les ha gustado a los fans; hemos salido ganando los dos.
”Con este material, creo que hemos conseguido lo que nos proponíamos en un inicio; era momento para que entrara aire fresco a la banda, con nuevas ideas y renovándonos estética y artísticamente”.
¿Qué representó seguir trabajando después de vivir un cambio tan grande en la alineación?
Cuando el cambio no es controlado por el grupo, este suele ser traumático, pero hay que tener en cuenta que aquí las dos partes estábamos convencidas de la decisión.
”Mägo de Oz no quería seguir trabajando con José Andrëa como cantante y José Andrëa no quería seguir en Mägo de Oz... Él era una rémora para nosotros.
”Es triste que haya gente que no entienda que los jefes de Mägo de Oz son los que compran los discos. Los que no entienden eso, mejor que abandonen la banda.
”En cambio, necesitábamos a alguien que estuviera 100% implicado en la banda a nivel de trabajo, que se cuidara de salud. Queríamos un cantante joven, lleno de ilusión y que estar en Mägo de Oz fuera más que un peso”.
¿Cómo fue el encuentro con Javier Zeta Domínguez? ¿Cómo se ganó el difícil puesto de cantante?
Se presentó con dos hermanas guapas y el puesto fue suyo (ríe). No, no... hicimos un castingonline en nuestra página web y recibimos más de 250 pruebas de cantantes.
”Fue una tarea bastante ardua; entre ellos había uno que tenía algo muy especial, porque nos recordaba a José Andrea, pero, además, tenía algo de personalidad que nos gustaba. Realmente, nos miramos entre nosotros y dijimos: ‘Este es’”.
¿Para ustedes implicaba un reto presentarse de nuevo al público después de tantos cambios?
¡Sí! José Andrea fue el cantante de Mägo durante muchísimo tiempo, pero siempre digo que esto es como un equipo de futbol. Por ejemplo, Messi y Xavi se irán del Barça y el equipo seguirá teniendo su alma aunque vengan otros nombres.
”Este Barça se llama Mägo de Oz y no considero que haya nadie imprescindible en el grupo, solo el público. Hasta Txus Fellatio podría no estar en Mägo de Oz y no pasaría absolutamente nada”.
Como banda, ¿qué es lo que vislumbran para lo que viene?
Que los fans acepten a Zeta como alguien más del grupo; no vamos a cambiar, seguimos siendo la banda que mezcla metal con música celta. Queremos conquistar los corazones de la gente que todavía está dubitativa. Estamos con energías renovadas y afrontamos esta aventura como si fuera nuestra primera gira, como si fuéramos una banda novel que literalmente quiere comerse al escenario y al público.