Kiss libera un nuevo monstruo

Cuando se acerca a celebrar cuatro décadas en la música, la agrupación presenta, esta semana, su nueva producción discográfica, llena de fuerza

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Kiss comenzó como una fantasía y se convirtió en entidad de carne y hueso, en un monstruo de casi 40 años que mañana lanza un nuevo ataque con su vigésimo álbum.

La producción lleva por nombre Monster y llega cuando la banda se enrumba a celebrar cuatro décadas de existencia.

Será en enero del 2013 cuando se celebren los 40 años de rock and roll y maquillaje de una de las agrupaciones más célebres de la industria fonográfica internacional.

Gene Simmons y Paul Stanley, quienes estaban en una banda llamada Wicked Lester, le dieron vida a esta agrupación que se convirtió en ídolo de los adolescentes de la década de los años 70.

Junto al baterista Peter Criss y el guitarrista Ace Frehley, el grupo encantó a toda una legión de seguidores con sus explosivas actuaciones en el escenario, que, literalmente, incluían respirar fuego, humo y extravagantes trajes.

Además, estaba su música. Su potente hard rock con temas pegajosos y guitarras duras los llevó pronto a los primeros lugares.

De hecho, en 1977, una encuesta de la firma Gallup coronó a Kiss como la banda más popular de Estados Unidos, calificativo que aún utilizan.

Cuatro décadas después, el grupo sigue cautivando a su audiencia; de hecho, acaban de terminar una gira, al lado de Mötley Crue, con todas las localidades vendidas.

“Somos una banda de rock and roll real y de carne y hueso, con gente que ha pasado 40 años haciendo lo que creen”, aseguró Paul Stanley en el sitio oficial del grupo.

Su estatus de leyenda lo confirman sus más de 100 millones de álbumes vendidos en todo el mundo, discos en vivo, compilaciones y reconocimientos de platino y oro, entre otros.

Altibajos. Como buena banda de rock and roll , la historia de Kiss no solo está llena de gloria, también se han llevado sus golpes.

Drogas, sexo, peleas y escándalos siempre han estado presentes a lo largo de su carrera.

El estar en la cima hace que el destino más frecuente sea el ir hacia abajo y para la década de los años 80, la fama del grupo empezó a mostrar señales de descenso.

Ese mismo año, Criss dejó la banda y el disco Unmasked fue el primero que falló en alcanzar disco de platino tras una seguidilla de álbumes exitosos.

Casi detrás de él se marchó también Ace Frehley, dando paso a los primeros cambios en la alineación del grupo, mientras las ventas seguían bajando.

Su siguiente producción Music from the Elder (1981) ni siquiera llegó a ser disco de oro.

En 1983, el grupo se deshizo del maquillaje por primera vez, lo cual les ayudó a que el disco Lick It Up alcanzara grandes ventas.

Kiss, para esta época, empezó a retomar algo de su vieja gloria durante buena parte de los 80, a pesar de nuevos cambios en sus integrantes y llegó en buena forma a los 90.

En 1996, los cuatro miembros originales se reunieron para una exitosa gira y el maquillaje se volvió a apoderar de sus rostros.

Regreso. Con Monster , el cuarteto publica su primer álbum de estudio en tres años, después de Sonic Boom , que alcanzó el puesto número dos en la revista Billboard , el más alto hasta la fecha en la historia de la agrupación.

En este nuevo lanzamiento, participa la misma alineación del disco anterior, la cual completan el baterista Eric Singer y el guitarrista Tommy Thayer.

El álbum comprende 12 canciones y contó con la producción de Paul Stanley con Greg Collins y se realizó en los Estudios Conway, en Hollywood y el The Nook in Studio City, en California.

“No nos interesaba solo hacer un gran álbum de Kiss, pero queríamos lograr un gran álbum de rock que estuviera al nivel de las bandas que amábamos cuando crecimos y que nos llevaron a tocar música”, afirmó Stanley.

La producción es uno de los trabajos más personales del grupo en el que cada uno de sus integrantes tuvo su espacio para brillar.

Los cuatro participaron en la composición de las canciones y, además, los cuatro se turnan el trabajo al frente del micrófono para grabar la voz principal.

“Mi meta era usar las habilidades de todas en cualquier combinación que funcionara mejor para las canciones. Los créditos de composición no eran un derecho, eran algo que se tenían que ganar. Eso hace que cada uno saque lo mejor y nos convierte en un equipo”, destacó Stanley.

Otro de los beneficios de esta forma de trabajo es que se desarrolló una química y camaradería en el grupo como nunca antes. “Todos estábamos comprometidos a lograr lo mejor posible”, añadió.

De igual forma, el grupo no se apoyó en otros trucos externos para lograr crear su magia.

“No hubo orquestas sinfónicas, ni coros de niños ni productores de afuera o compositores invitados. Lo mejor que hicimos fue volvernos hacia nosotros mismos”, afirmó, por su parte, Gene Simmons.

El primer sencillo en extraerse de este material es la poderosa Hell or Hallelujah , la cual Stanley resumió como un grito de batalla que resume la filosofía de Kiss de no hacer las cosas de otra manera que no sea la suya.