Treinta y cinco jóvenes imprimirán un sonido inigualable a las teclas del piano, en la Facultad de Artes Musicales de la Universidad de Costa Rica, durante esta semana, en la octava edición del Concurso Internacional de Piano María Clara Cullell.
Artistas de Bolivia, Perú, Colombia, Chile, México, Cuba, República Dominicana, Guatemala, El Salvador, Ecuador y, por supuesto, de Costa Rica harán gala de su talento y lucharán entre sí para ser seleccionados para el concierto de gala que se realizará el sábado en el Auditorio Nacional, a las 7 p. m.
“La idea es que durante una semana la mirada de los pianistas de América Latina se concentre en nuestro país”, indicó la organizadora María Clara Vargas (hija de la pianista que dio nombre al concurso).
Vargas explicó que los participantes se dividirán en dos categorías: etapa intermedia, de 14 a 18 años; y avanzados, donde participan muchachos de 16 a 25 años.
Desde el lunes y hasta el miércoles se realizarán las eliminatorias, en las que cada pianista debe interpretar un repertorio completo.
Las finales se realizarán entre jueves y viernes y, además de premios en efectivo, los ganadores recibirán el boleto para el concierto en el Auditorio Nacional, cuya entrada será gratuita y abierta a todo el público.
Además, se premiará a quienes mejor interpreten una pieza costarricense. En la categoría intermedia, los jóvenes tendrán que tocar Humoreske , de Alejandro Monestel; mientras que los avanzados deberán interpretar De diabluras y bosquejos , una canción compuesta especialmente para el concurso por Marvin Camacho.
El salvadoreño Alejandro Arroyo, de 17 años y quien ganó el segundo lugar de la categoría intermedia en la edición anterior, esta vez irá por uno de los galardones entre los avanzados.
“El nivel es un poco más difícil, sobre todo porque participan más personas”, explicó. Sin embargo, dijo sentirse confiado y muy incentivado.
Por su parte, Leonardo Serrano –de 14 años y uno de los dos ticos que participarán en esta edición– se mostró emocionado ante la posibilidad de participar por primera vez en el concurso. “Es un reto, pero uno como sabe que se preparó bien, aunque haya personas con más experiencia, uno se siente seguro, sabe que puede salir y ser exitoso”.