Joven tenor tico se abre camino en la ópera de Bélgica

Oportunidad El costarricense logró obtener uno de los ocho puestos en la Ópera Estudio de Flandes, en Bélgica

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Hace un año, fue el único no europeo admitido en el Conservatorio Real de Bruselas, para continuar su carrera de canto. Ahora, el tenor de 24 años David Fonseca-Astorga da un paso más en su carrera, al ganar uno de los ocho puestos en la Ópera Estudio de Flandes, Bélgica.

Esto le permitirá ser parte de una pequeña compañía que forma a jóvenes de una manera práctica. Los pone a cargo de directores musicales y escénicos con vocación de enseñar, les da la posibilidad de realizar montajes y eso, sin duda, les abre posibilidades en el campo profesional, algo así como a las grandes ligas de la ópera.

“Si uno sale de una ópera estudio, ellos mismos se encargan de conseguirle trabajo, también uno se puede quedar en el ensamble juvenil de Amberes”, dijo el tenor.

La temporada con esta compañía-escuela comenzó la semana pasada. En estos meses tendrán que realizar varias producciones, como La flauta mágica , de Wolfgang Amadeus Mozart.

Además, tendrá profesores de talla mundial como el barítono Sir Thomas Allen y el tenor Peter Schreier , entre otros.

Astorga estuvo de visita la semana anterior en Costa Rica. Aprovechó el tiempo para renovar documentos migratorios y, de paso, ofreció varios recitales.

Como artista se siente muy favorecido por la vida porque siendo de una familia modesta logró encontrar patrocinadores y amigos que le permitieron pagar los gastos necesarios para ir a Bélgica y ser parte de la audición en el Conservatorio Real de Bruselas.

Luego otras personas le ayudaron para pagar el hospedaje y sufragar sus gastos. “Conocer a estas personas (patrocinadores y amigos) en los momentos en que he estado a punto de tirar el tapón, con necesidades terribles, en momentos dramáticos, ha sido buena suerte, me han ayudado y con mucho dinero”, añadió.

Hablar de futuro es algo que no le quita el sueño a este joven de Poás de Alajuela.

Él sabe que la vida da giros inesperados, conoció un piano a los 19 años y a los 23 debutó como cantante profesional en la ópera Carmen, en el Teatro Nacional, dirigido por la soprano costarricense Íride Martínez.