El fin saca la otra cara de Fico Dörries

Ahora que El fin está cerca –la película de Miguel Gómez–, llegó el momento de mirar de otra forma al baterista o bajista de El Parque

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La vida tiene sus mañas y artimañas, y las ejerció en Federico Dörries Gigirey. ¿Cómo sería la historia de Fico, así lo conocen en el campo de la música en Costa Rica, si las cosas no se hubiesen dado como se dieron? ¿Si en 1999 la banda costarricense de rockEl Parque , que él cofundó, no hubiese hecho una pausa y entonces le diera pie a este músico de arrancar a Alemania?

¿Sería el mismo tipo que es ahora si a los meses de que El Parque había publicado el álbum Anoche vino el diablo a hablarme de Dios, sus miembros no se hubiesen tomado un largo respiro, que llevó a Fico Dörries a la Folkwang Universität der Kunste?

Posiblemente no... quizás, el hijo de la maestra coreógrafa Cristina Gigirey (1940, Uruguay -2006, Costa Rica) no tendría el bagaje que hoy tiene como compositor de música electroacústica; como creador de música incidental y como profesional del folley: la creación de sonidos que reemplazan los sonidos de ambiente y los efectos que se pierden cuando se doblan diálogos o se graban en directo.

Esto es fundamental para el cine, para el video, para la danza, el teatro, el performance.

Esa cara de Fico Dörries , la de compositor de música incidental, la de supervisor en términos de una banda sonora para un filme y la de creador de folley, es la que deja ver El fin , el nuevo filme del costarricense Miguel Gómez .

Por estrenarse en Costa Rica el próximo 24 de febrero, El fin tiene en su lista de créditos a Fico Dörries, como compositor de la música original de la película; como supervisor de las canciones que componen la banda sonora y como supervisor del folley de la cinta.

Es la primera vez en cuatro años que puede desarrollar esas otras capacidades en una película para cine, desde que Fico Dörries regresó a vivir formalmente a Costa Rica.

La música electroacústica –en la cual la electricidad tiene un papel casi simbiótico; es decir, va más allá de la amplificación y la producción de esa música– la había desarrollado Dörries con Dikator Ohne Land. Ese proyecto, formado en Alemania, publicó el álbum Zimt-Artillerie.

Ahora, Miguel Gómez tuvo el olfato y los hechos coincidentes para sacarles punta a esas capacidades del autor de Nada cambia y Caminos –que de hecho compuso y grabó en Alemania–.

“Siempre había querido hacer esto que hice para El fin de Miguel (Gómez), pero la verdad no se había dado la oportunidad. Fue curioso, no fue nada planeado; las cosas simplemente se fueron dando”, contó Fico Dörries.

Fue desde El Parque donde se empezó a orquestar la “coincidencia”, cuando en 1999 Miguel Gómez dirigió el video para la canción Desterrado , segundo sencillo del álbum El Parque.

“Había hablado con Fico de los videos que él había hecho cuando estaba en Alemania (como compositor de música electroacústica e incidental), y durante el trabajo para Desterrado habíamos comentado de la posibilidad de que él compusiera música para un filme”, recordó Miguel Gómez.

Entonces, un buen día, Miguel Gómez se decidió a mostrarle, al que fue cofundador de El Parque en 1992, el proyecto de su filme, y el interés fue mutuo.

Fico Dörries hizo 21 composiciones sonoras para El Fin, desde el que es el tema bandera de la película, hasta obras cortas para una escena de persecución de vehículos, una pelea dantesca, la escena donde los protagonistas salen a la calle y todo es un caos y más.

“El abanico es amplio. Hay desde música superdulce, hasta sátiras sobre músicas como los X-Files; hay música típica de una película de acción y hasta una versión de La llorona”, iba describiendo Fico.

Complementando los momentos emocionales claves del filme, o bien reforzando la acción dramática o visual de El fin, Fico Dörries hizo una tarea que disfrutó. Ríe el baterista, bajista y hasta ejecutante de mandolina, cuando va repasando escena por escena el filme que contiene su música y va dando razones: “Es que aquí tenía que ser una música toda amorosa y está toda tierna, porque es la escena de una chavala embarazada”.

‘Corríjame esto’. La colaboración entre Fico Dörries y Miguel Gómez para El fin tuvo el desarrollo que suele tener toda relación que tiene empatía, pues fue más allá: el folley y la supervisión sobre las canciones de bandas nacionales, que entrarían a formar parte de la banda sonora del filme.

La película se estrenó en México y tuvo muy buena crítica . Y un amigo director, argentino, Adrián García, me dijo que había que corregir sonidos, y ahí se sumó Fico. Su trabajo le dio otro nivel a la película”, contó Miguel Gómez.

Sonidos de sábanas al dormitar; pasos, puertas que se abren o cierran y más fueron grabadas por Dörries y luego acopladas al filme.

La otra ala de acción en la que se movió Dörries fue la supervisión de las canciones. Quedaron en la cinta de Gómez Simple , de Gandhi; Larvas salvajes , de Florian Droids; Dejando el 83, de Kurt Dyer; Amor de cafetal, de Sonámbulo, y Mundos pequeños, de José Capmany.

“Fue Fico el que sugirió a Florian Droids y que él se empeñó en que la canción de Gandhi era la que tenía que ir en la escena donde está. Confío en su trabajo como compositor y en su gusto musical que es exquisito. Es un artista completo”, dijo Miguel Gómez de Dörries.